21 de junio de 2009

La Ley Antitabaco no consigue frenar la venta, que creció un 2% en 2008

Mientras que aumenta la adquisición de puros, tabaco de liar y de pipa, desciende la compra de cajetillas de 20 cigarrillos
MARTA F. JIMÉNEZ MURCIA/ la Verdad
Muchos dirán que es la crisis, otros que el estrés, algunos opinarán que es el vicio, e incluso habrá quien mantenga que es simplemente necesidad. Pero lo cierto es que, con excusas o sin ellas, el gasto en tabaco sigue aumentando año tras año en la Región de Murcia. Si en el 2007 las ventas ascendieron a 402.491.836 euros, durante el año pasado la cifra creció hasta situarse en los 410.345.613 euros. Un aumento que, aunque muchos pudieran pensar que se ha producido por la subida del precio del tabaco, no ha sido exactamente así.
Y es que parece que los hábitos de los murcianos fumadores están cambiando. Si bien la venta de cajetillas de tabaco, las clásicas con 20 cigarrillos, ha bajado de las 151.787.393 vendidas en el 2007 a las 150.003.535 de 2008, el comercio de puros, de tabaco de liar y el de pipa ha ascendido considerablemente. Durante el año pasado se vendieron 1.172.470 puros, 642.692 paquetes de tabaco para liar y 5.367 tabaco para pipa más que en el 2007. Unas cifras, éstas últimas, que crecen a pesar de las prohibiciones y restricciones que se encuentran los fumadores en muchos lugares. «Lo que está claro es que antes fumabas cuando te apetecía y donde gustabas. Ahora, eso está más complicado así que cuando encuentras un espacio para poder hacerlo y tienes tiempo no te fumas un cigarro, te fumas tres», asegura Javier Pérez, fumador de entre 15 y 20 cigarrillos diarios.
Se ha bajado la guardia
Sin embargo, hay muchos otros que aseguran que desde que en el año 2006 entrara en vigor la Ley Antitabaco «ha llovido mucho». Y es que hay quien piensa que se ha bajado la guardia y la permisividad está a la orden del día. Un informe elaborado por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) concluye que el número de adictos al hábito tabáquico se ha estancado en el 24%, apenas una décima menos que cuando entró en vigor la ley, a pesar de que en esas fechas se registró un descenso significativo en el número de fumadores.
Los expertos también insisten en que en los dos últimos años se han dado pasos atrás tanto en el cumplimiento de la ley como en el control sanitario de los espacios sin humo, cuando éstos son «el único medio» para rebajar el índice de consumo. «Ahora es el momento de aplicar el reglamento en el cien por cien de los casos, sin excepciones», asegura la presidenta del CNPT, María Ángeles Planchuelo.
Algunos fumadores también son de la misma opinión. «Al comienzo de entrar en vigor la ley era prácticamente imposible fumar en un lugar prohibido. Hoy ya no lo es tanto. Algunos locales hacen la vista gorda, e incluso si preguntas si se puede fumar te dicen que sí abiertamente», asegura Enrique Martínez, fumador desde los 16 años (hoy tiene 47).

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