30 de junio de 2009

Del Burgo asegura que Bárcenas debería apartarse o ser apartado de su cargo

MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso Jaime Ignacio Del Burgo considera que el tesorero y senador del PP, Luis Bárcenas, debería apartarse voluntariamente de su cargo "por el bien del partido" y pedir la suspensión temporal de su actividad "mientras se prueba su inocencia", o bien "ser apartado mientras dure su calvario judicial".
Del Burgo se suma así a las voces que públicamente critican que Bárcenas siga en su puesto después de que el Tribunal Supremo haya decidido investigarle por su implicación en el 'caso Gürtel'. El portavoz del PP en la Comisión de Presupuestos, Vicente Martínez Pujalte, y el parlamentario Juan Morano han afirmado que el tesorero debería reflexionar si sigue en su puesto y no dejar esta decisión a Mariano Rajoy.
El político navarro, que el pasado mes de octubre abandonó las filas de UPN para pasarse al PP tras la ruptura del acuerdo entre ambas formaciones, lamenta que el Partido Popular no haya reaccionado en este caso conforme al Código ético para regenerar la vida política que hicieron público en 1993 a raíz de los escándalos vinculados a los gobiernos del PSOE.
"Dieciséis años después de la promulgación de su 'Código ético', el PP ocupa la portada de la mayoría de los medios de comunicación por los escándalos de corrupción que salpican a destacados cargos públicos y altos funcionarios del partido. No estaría de más que la dirección del PP, sus cargos públicos y sus 700.000 militantes rescatáramos del olvido aquel Código de comportamiento", sostiene en un artículo publicado en 'El Confidencial'.
En declaraciones a Europa Press, Del Burgo se quejó de que ya no se aplique aquel código que impulsó José María Aznar y que incluía medidas como que los cargos públicos asumieran la obligación de realizar, antes de ser incluidos en las listas, una previa declaración notarial de sus bienes y actividades, comprometiéndose a hacerla pública cuando fueran requeridos para ello por el PP porque se pusiera en entredicho la integridad de su conducta. "Nos hemos relajado. Hay que volver a leerse ese código y volverlo a aplicar", agregó.
EL PP, EN EL "OJO DEL HURACÁN"
El ex diputado se pregunta cómo es posible que en este momento el PP "esté en el ojo del huracán" por la apertura de procedimientos judiciales contra algunos de sus miembros. "¿Ha reaccionado el partido conforme a las exigencias de su Código ético? Me temo que no", señala.
Aunque defiende la presunción de inocencia, recuerda que "en política las cosas no son como en las restantes facetas de la vida" y añade que "un político acusado de corrupción, si es y se siente inocente, no debe esperar a que se pruebe su culpabilidad, sino que debe probar erga omnes su inocencia, comenzando por acreditarla ante los miembros de su propio partido". "Su inocencia es, precisamente, su fuerza para resistir como en el poema de Kipling", proclama.
En el mismo artículo en 'El Confidencial', Del Burgo afirma que "las acusaciones formuladas por la Fiscalía o por jueces de los que hay dudas más que racionales de parcialidad deben ser puestas en cuarentena".
Eso sí, subraya que "si un juez o tribunal, y más si se trata del Tribunal Supremo, encuentra indicios racionales de la comisión de un delito por parte de un cargo público lo prudente es que él mismo se aparte voluntariamente por el bien del partido y pida la suspensión temporal de su actividad en la Administración o en el partido mientras se prueba su inocencia". "Si no lo hace --continúa-- debería ser apartado mientras dure su calvario judicial".
LA VICTORIA EN EUROPEAS TAL VEZ PODRÍA HABER SIDO MAYOR
En su opinión, en el 'caso Gürtel' "no se cuestiona la financiación del PP, sino si un grupito de cargos públicos o altos funcionarios del partido se concertaron para enriquecerse mediante la utilización de su influencia política".
Tras insistir en que el "horizonte vital" de los cargos implicados pasa por "concentrarse en su propia defensa", afirma que "resulta imprescindible que los populares reivindiquen el espíritu de 1993 para que el PP vuelva a ser aquel partido en el que los ciudadanos confiaron para regenerar la corrompida vida política española".
"Tal vez su éxito en las elecciones europeas hubiera sido mayor si las alas de la gaviota popular no hubieran estado lastradas por el plomo de la corrupción. El peor análisis de los resultados que algunos trataron de hacer fue pensar que el veredicto de las urnas sustituye a la sentencia de los tribunales", concluye.

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