HISTORIA


Ayuntamiento de Archena
Las buenas condiciones que ofrece Archena para el poblamiento, con la presencia del Segura y la fertilidad de sus tierras de cultivo, han sido aprovechadas desde tiempos prehistóricos. Gracias a unas excavaciones arqueológicas realizadas en el año 2001 podemos fechar el inicio de esa presencia humana hace más de cuatro mil años. El yacimiento que ha permitido esta datación era una cueva que en torno al 2300 a. C., en el período calcolítico o Edad del Cobre, se utilizó para el enterramiento de una pequeña comunidad, unos 23 individuos que fueron inhumados con su ajuar. También se han localizado en el término de Archena restos de la cultura argárica (1300 a. C.). Pero, sin duda, han sido los íberos los que han dejado una mayor constancia de su presencia en colinas y cerros, los lugares donde se establecían por sus características defensivas.
Concretamente en el "Cabezo Redondo" y, especialmente, en la necrópolis localizada en el "Cabezo del Tío Pío", datada en los siglos IV-III a.d.C., se han encontrado restos arqueológicos muy representativos, gran cantidad de vasos, ánforas, platos, fíbulas, urnas y copas. La importancia de la cerámica ibérica de Archena, entre la que destaca el "Vaso de los Guerreros" conservado en el Museo Arqueológico Nacional, es tal que dio lugar a un estilo propio el denominado de Elche-Archena que se caracteriza por la presencia de escenas figurativas en la decoración de los grandes vasos. Un detalle de ese vaso, que representa un guerrero a caballo es el que se ha elegido como logotipo de la empresa "Promoción y Gestión Municipal de Suelo de Archena S.L.", encargada de la ejecución y gestión del polígono "La Capellanía".
También los cartagineses estuvieron presentes con sus guarniciones militares en Archena, pero fueron los romanos los que constituyeron un núcleo estable e importante de población, con una activa vida urbana acreditada por su inclusión en la formidable red de caminos y calzadas. Los restos se localizan fundamentalmente en la zona del Balneario donde hubo alojamientos, templo, e instalaciones administrativas, obviamente con las propias de los tratamientos termales. Son muchos los indicios de que Archena pudo alcanzar el estatus de municipio romano, pero aún no podemos confirmarlo con seguridad.
Tradicionalmente se ha creído que el propio nombre de la villa deriva del latín, de la voz "arcila", o también "arxila" o "arcillasis", que significa arcilla o ciudad de la arcilla. Pero nunca se ha considerado un tema cerrado y siempre ha sido objeto de polémica. Recientes aportaciones como la del Profesor Antonino González Blanco no recogen esta teoría. En concreto él afirma que el nombre de Archena proviene del indoeuropeo y que tiene que ver con el agua en general o con las fuentes termales.
BarracaLos romanos, tan amantes de los Baños, explotaron las aguas termales y construyeron distintas edificaciones en torno a ellas, como lo atestiguan los numerosos restos hallados entre los que destacan la lápida de los Duunviros y las numerosas columnas aparecidas durante unas obras realizadas en el siglo XVIII. El centro de la población de Archena entonces debía ser el propio Balneario. Las abundantes monedas encontradas por todo el término nos indican que la mayor presencia romana se dio en los siglos I y II después de Cristo.
Poco sabemos sobre la larga etapa musulmana, pero es de suponer que Archena, como otras zonas, tendría una cierta densidad de poblamiento disperso constituido por núcleos o alquerías en las zonas de regadío al que correspondería el castillo (hisn era el nombre que se aplicaba tanto al punto fortificado como a la entidad de población) como elemento central. En efecto, sobre una antigua fortificación romana los árabes levantaron una fortaleza y castillo para controlar la salida del Valle de Ricote y proteger sus huertas a orillas del Segura. Este castillo fue entregado por el Infante don Alfonso (futuro Alfonso X y conquistador del reino de Murcia) a uno de los caballeros de su hueste por un privilegio de 1243, documento en el que aparece el nombre de Archena por primera vez en la historia: "da en tenencia lo de Archena y otros tres castillos a D. Rodrigo López de Mendoza". Esta posesión duraría poco puesto que apenas un año después, el 15 de julio de 1244 el Infante concedió la propiedad a la Orden de San Juan en la persona de su Comendador frey Guillén de Mondragón:
"...otorgo a el e a la Horden del Hospital...el castillo de Archena con su villa por heredat con montes e con fuentes e con pastos, con entradas e con salida, con todos sus terminos e con todas pertenencias, así como las avie Archena en tiempo de moros..."
La población de Calasparra pasó también a ser propiedad de la Orden de San Juan un tiempo después, en 1266, formando ambas villas una única Encomienda. Posteriormente el castillo se vio implicado en las guerras civiles castellanas del siglo XV hasta que el príncipe don Enrique ordenó su completa demolición en 1452, de forma que hoy apenas quedan unas ruinas.
Hotel Levante en el BalnearioLas Ordenes Militares surgidas con las Cruzadas estaban integradas por monjes soldados, que además de sus votos monásticos juraban también dedicar su vida a la defensa de la cristiandad. Para ser admitido como caballero era necesario probar la descendencia de antepasados nobles de nombre y armas y tener complexión robusta. Tuvieron una gran importancia en la Reconquista española y no es de extrañar que su presencia (en especial la de la Orden de Santiago) fuera grande en el Reino de Murcia que permaneció durante tres siglos como frontera frente al Islam. El origen de la Orden de San Juan está en un hospital fundado en Jerusalén para acoger a los peregrinos. Una importante particularidad de la Orden Hospitalaria es su carácter internacional, su presencia en numerosos países, lo que permitió que escapara al control directo de la Corona, ya que desde los Reyes Católicos son los monarcas los Grandes Maestres de las Ordenes Militares españolas. La jerarquía de los Hospitalarios estaba encabezada por el Gran Maestre, el Prior era la cabeza de la Orden en cada provincia, mientras que el Comendador era la máxima autoridad de una encomienda. Pronto los Comendadores pasaron a vivir en la Corte, se hicieron absentistas, como la mayor parte de la nobleza a la que pertenecían. El señorío jurisdiccional que mantenía la Orden se ejercía por medio del alcalde mayor que actuaba en las causas civiles y criminales, tanto en primera instancia como en apelación. El Comendador debía confirmar las ordenanzas municipales y a los cargos electos que componían el Concejo. Nombraba asimismo al alcalde mayor y al escribano y recaudaba sus propios tributos, reteniendo una parte sustancial del diezmo (al pertenecer a una Orden Militar, Archena no pagaba el diezmo al Obispado de Cartagena), así como otros impuestos. Además la Orden contaba con rentas procedentes de su patrimonio, era propietaria directa de ricos terrenos de regadío, especialmente en La Algaida, de diferentes inmuebles como la Casa Grande (que vendió ya en el siglo XV) de monopolios como el molino, y especialmente de los Baños Termales. Archena perteneció a la Orden de Malta hasta las desamortizaciones de mediados del siglo XIX, es decir, más de seis siglos. Como recuerdo de este larguísimo período de su historia el escudo de la villa mantiene las dos cruces de ochos puntas características de la Orden.
Calle San JuanEn 1462, pacificada ya la zona, la Orden decidió facilitar la repoblación otorgando para ello una Carta-Puebla en la que se establecían las condiciones de los residentes, mucho más duras y gravosas que las otorgadas a Calasparrra que había sido repoblada por cristianos mientras que Archena estaba regida por una aljama de moros. A principios del siglo XVI los Reyes Católicos deciden unificar religiosamente sus reinos, obligando a los seguidores del Islam a convertirse al cristianismo o exiliarse del país. Tras el bautismo masivo subsiguiente los mudéjares de Archena y el Valle de Ricote pasan a convertirse en moriscos , rigiéndose por el concejo castellano; con ello las condiciones y tributos debidos a la Orden se suavizaron algo. Este siglo conoció un aumento demográfico y un desarrollo de la superficie cultivada, siendo por entonces las producciones más importantes el arroz, el panizo, al aceite y la cebada.El siglo XVII por el contrario, implicó un retroceso en todos los órdenes. Se inició con la expulsión definitiva de los moriscos (1613) que, especialmente tras la guerra de las Alpujarras, eran acusados de conservar subrepticiamente sus antiguas creencias religiosas y de apoyar a los piratas berberiscos que hostigaban las costas. En Archena parece que de las 86 familias moriscas censadas, más de la mitad pudieron evitar la expulsión o volver al poco tiempo, pero el evidente descenso demográfico se vio magnificado por una serie de calamidades que asolaron la región: riadas, sequías, plagas de langosta, terremotos y pestes. La siguiente centuria comienza con una guerra civil, la provocada por la disputa del vacante trono de España entre las Casas de Habsburgo y Borbón. Con todo el siglo XVIII es de una gran estabilidad y desarrollo económico para todo el país, especialmente para el reino de Murcia, que había defendido la causa borbónica. Dentro de esta prosperidad general es el Valle de Ricote y Archena la zona de mayor crecimiento demográfico. Si en 1700 el número de habitantes no alcanzaba los 200, a finales del siglo superaba los 1.100. Junto a es espectacular incremento se produjo también un importante aumento de la superficie cultivable y la conversión de zonas de secano en regadío. Los cereales y la morera continuaban siendo las producciones más importantes, pero comenzó con fuerza en estos años la expansión de los frutales.
El primer tercio del siglo XIX marca una importante inflexión en ese proceso. La Guerra de la Independencia supuso un profundo desgaste en la zona con el paso de tropas de uno y otro bando., incrementada en Archena con una gran afluencia de tropa al Balneario. Posteriormente se inicia una época de inestabilidad política y de enfrentamiento civil se suceden sequías y las epidemias (tifus y cólera) se ceban con una población mal alimentada. Con el triunfo definitivo del liberalismo se produce la supresión del Antiguo Régimen, que para Archena tuvo como consecuencia inmediata dejar de pertenecer a la Orden de San Juan, cuyas propiedades más importantes, incluidos los Baños, fueron adquiridas por el Marqués de Corvera. La desaparición de los propios municipales y el aumento de la presión fiscal fue una carga importante para las economías mas desfavorecidasbio de estructuras. En la segunda mitad del XIX comienza la vertebración de un mercado nacional favorecido por la llegada del ferrocarril y el comienzo de la explotación de los productos agrícolas archeneros, iniciándose también una producción industrial basada en la conserva. A finales del siglo se incrementó notablemente la emigración (en principio preferentemente a Orán y el Africa francesa, para tener luego como destino preferente Barcelona y América), aunque sin consecuencias para un saldo demográfico tremendamente expansivo.
Las tensiones sociales y políticas que la Restauración pretendió ocultar, estallaron de forma incontrolable en la segunda década del siglo XX y acabaron desembocando en una larga y cruenta guerra civil. Archena no llegó a sufrir ataques durante la misma, pese a ser sede de una base aérea rusa y escuela de tanques, pero padeció, como todo el país, la larga y dura posguerra. La contienda hizo retroceder varios años los índices de desarrollo y renta, volviendo a una producción básicamente de subsistencia; en Archena el paludismo adquirió la condición de endémico durante varios años. Hay que esperar a la década de los cincuenta y, en mayor medida sesenta, para volver a una prosperidad como siempre acompañada de incremento demográfico (pese a la emigración) y expansión del regadío. Este último se vio facilitado con la construcción de depuradoras y especialmente en los años setenta con la construcción del trasvase Tajo-Segura, que lamentablemente y pese a las esperanzas en él depositadas, no ha supuesto una solución a la endémica falta de agua de la huerta archenera. Las profundas transformaciones socioeconómicas de los últimos cincuenta años han posibilitado un cambio fundamental en las formas de vida y en las costumbres que tienen su principal exponente en el hecho de que por primera vez en la historia de Archena, la población no vive mayoritariamente de la agricultura; a partir de ahí es fácil deducir que la huerta a la que cantó Vicente Medina ya ha desaparecido.

La Base y Escuela de Tanques de la URSS en Archena

 El Ministerio de Defensa del Gobierno republicano eligió Archena como sede de la Base y Escuela de Tanques por su situación geográfica en la retaguardia (alejada del frente de batalla), rodeada de montañas dentro del Valle de Ricote; su cercanía al puerto de Cartagena (principal base de la Marina republicana) y a la carretera nacional con Madrid (principal frente de guerra).
  El Ejecutivo del Frente Popular nombró al comandante Rafael Sánchez-Paredes Pastor jefe de la Base y Escuela de Tanques de Archena el 22 de septiembre de 1936. El comandante Sánchez-Paredes fue el encargado de la creación de la Base y Escuela de Tanques en Archena, antes de la llegada de los mandos e instructores soviéticos y su material.
  El primer cargamento de tanques soviéticos (50 T-26 y 40 BA-6) llegó al puerto de Cartagena el 12 de octubre de 1936, a bordo del buque Komsomol. El coronel Seymon Moisevich Krivosheim comandaba la expedición soviética, que incluía a 51 instructores en tanques.
  Krivosheim llamó desde Cartagena a la sede del Partido Comunista de España (PCE) en Madrid pidiendo instrucciones. El PCE ordenó a Krivosheim el traslado de los tanques soviéticos hasta Archena. El traslado de la mercancía se realizó en ferrocarril desde Cartagena a Alguazas, y por carretera desde Alguazas a Archena. Los soviéticos escondieron los carros de combate bajo oliveras, para evitar que fueran descubiertos y bombardeados por las fuerzas nacionales.
  El comandante de la base de Archena, Rafael Sánchez-Paredes, reclutó a los tanquistas entre conductores de taxis, autobuses y camiones en las ciudades de Madrid y Barcelona. Los instructores eran oficiales expertos en tanques del Ejército Rojo de la URSS. A finales del mes de octubre, los tanques soviéticos entraron por primera vez en acción en la batalla de Seseña (Toledo) del 29 de octubre de 1936. Los carros de la URSS colaboraron decisivamente en detener el avance nacional hacia Madrid a finales de 1936.
  El general Dimitri Paulov creó la primera brigada de acorazados del Ejército Republicano con los tanques llegados a la base de Archena en 1937, procedentes de la Unión Soviética. La nueva remesa de tanques llegó al puerto de Cartagena a bordo de los buques Cabo de Palos y Cabo San Agustín. El último cargamento de ayuda militar de la URSS desembarcado en Cartagena fue un grupo de 25 tanques T-26 el 13 de marzo de 1938. La contribución soviética en la defensa del bando republicano concluiría a finales de 1938 ante la inminencia de la victoria nacional en la Guerra Civil.
Instalaciones Militares
La Base y Escuela de Tanques de Archena (Murcia) constaba de las siguientes instalaciones militares durante la Guerra Civil (1936-39): escuela de conducción y tiro; talleres de reparación y adiestramiento mecánico; almacén; escuela de contraespionaje; residencias militares; hospital militar y refugios antiaéreos.
  La escuela de conducción y tiro y los talleres de reparación y adiestramiento mecánico estaban situados en las Escuelas Graduadas Miguel Medina de la población. Las prácticas de conducción se realizaban en el Valle de Ricote y las de tiro en Pliego y Yéchar (Mula). La comandancia militar requisó el colegio Miguel Medina para albergar estas instalaciones militares. Los oficiales soviéticos impartían las clases teóricas en el Casino de Archena. El almacén poseía piezas de repuesto para los tanques y estaba ubicado en la nave de frutas y conservas Joaquín Gómez y Hermanos.
  La Base de Archena sirvió también como escuela de contraespionaje para los agentes de los servicios secretos (NKVD) de la URSS. Las residencias militares de los oficiales españoles y soviéticos estaban en el hotel Termas del Balneario de Archena. El hospital militar se encontraba junto al Balneario y los refugios antiaéreos se construyeron a los pies de la roca de dicho Balneario.
  La relevancia de la Base y Escuela de Tanques de Archena para el bando republicano se demuestra por las visitas de personajes ilustres como el ministro de Defensa Indalecio Prieto y los presidentes del Gobierno Francisco Largo Caballero y Juan Negrín. Durante la Guerra Civil, Archena era un pueblo de 8.000 habitantes bajo el gobierno de José Marín Alcolea, alcalde de Unión Republicana (UR).


El Balneario de Archena

El balneario de Archena está situado en el sureste deEspaña, a dos kilómetros del pueblo de Archena, en el interior de la Región de Murcia, la región más cálida de la Península. Enclavado junto al río Segura en un paraje tranquilo y un oasis con frondosa vegetación en el que abundan eucaliptos, palmeras y limoneros.
Archena es el balneario español que cuenta con los más antiguos vestigios históricos. Sus orígenes se remontan a la época romana, hace más de 2000 años cuando los romanos descubrieron las propiedades curativas de sus aguas y establecieron un balneario para sus soldados.
En la Edad Media estos baños fueron propiedad de los Caballeros de Santiago y más tarde, de la verdadera orden de San Juan, quienes aplicaron las aguas mineromedicinales a la curación de determinadas heridas.
En el siglo XIX, cuando la burguesía impuso la moda de ir a tomar las aguas, Balneario de Archena sufrió una transformación arquitectónica y de concepto, convirtiéndose en un lugar de cura, descanso y lujo preferido por las clases más acomodadas.
Años más tarde, con el desarrollo del turismo de playa, Archena, al igual que los demás balnearios, entra en decadencia hasta hace unas décadas en que recupera una clientela que aprecia las virtudes de sus aguas termales.

Índice

  [ocultar

[editar]
Instalaciones

Balneario de Archena cuenta con tres hoteles (Hotel Termas****, Hotel Levante**** y Hotel León***) que ofrecen un total de 470 plazas, junto con la Galería Termal y otras instalaciones complementarias que se gestionan con un complejo por un único equipo directivo.
El Espacio Termal del balneario lo componen 3.000 m² rodeados de jardines de limoneros y naranjos, en un paraje natural a la orilla del río Segura con piscinas, jacuzzis, cascadas e instalaciones para niños. Cuenta también con la Galería Termal, donde el cliente puede disfrutar de tratamientos personalizados y especializados en Reumatología, Traumatología, Aparato Respiratorio, Recuperación Funcional, Dermatología, Lodo y Baños de Hidromasaje entre otros. El centro de Estética Termal con tratamientos vanguardistas, y la Tienda con artículos propios de cosmética termal de Balneario de Archena, terminan de componer las instalaciones del centro termal.

[editar]
El agua de Balneario de Archena

Balneario, o Estación Termal, es aquella instalación que dispone de aguas minero-medicinales declaradas de utilidad pública, servicio médico e instalaciones adecuadas para llevar a cabo los tratamientos que se prescriban.
Los baños termales consiguen el paso de parte de los elementos mineralizantes del agua a través de la piel, para integrarse posteriormente en distintas estructuras orgánicas. Las aguas termales, no sólo son preventivas sino también curativas.
En el caso de Balneario de Archena, el agua emerge a una temperatura de 51,70C y está clasificada como sulfurada clorurada sódica cálcica.
Su composición es la siguiente:
- pH: 6,75 - Conductividad: 5995 microS/cm - Cloruros (Cl-): 1685 mg/l - Sulfatos (SO4=): 700 mg/l - Calcio (Ca2+): 319,8 mg/l - Magnesio: 56,8 mg/l - Dureza (0HF): 103,2 - Residuo Seco: 4025 mg/l - Bicarbonatos (HCO3-): 341,6 mg/l - Ac. Sulfhídrico (SH2/l):8,2 - Anh. Carbónico (CO2/l): 73,3

[editar]
Tratamientos

El agua de Balneario de Archena está especialmente indicada para el tratamiento de procesos reumáticos, para la recuperación de secuelas postraumáticas y de la cirugía del aparato locomotor. Otro grupo de enfermedades que igualmente se benefician del tratamiento termal son las afecciones del aparato respiratorio. Asimismo, se obtienen resultados satisfactorios en el caso de los procesos dermatológicos.
El Balneario cuenta con un equipo médico de cuatro especialistas en hidrología médica que trabajan en estrecha colaboración con un amplio grupo de fisioterapeutas y técnicos de baño.
Los tratamientos que se ofrecen en Balneario de Archena están especialmente indicados para:
- Enfermedades relacionadas con el aparato locomotor - Reumatismos degenerativos como la artrosis en cualquier localización - Reumatismos inflamatorios como la artritis reumatoide, espondilitis anquilosante - Dolores de origen vertebral, cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias, lumbociáticas… - Secuelas de traumatismos y recuperación de cirugía traumatológica - Dermatología - Enfermedades de las vías respiratorias - Descanso, relajación y recuperación del buen estado en general
Todos los tratamientos se basan en la utilización de técnicas hidrotermales que pueden reforzarse con técnicas asociadas.

El Balneario de Archena recupera su origen romano

Aparece el hotel más antiguo de los baños, del siglo I, que se convertirá en museo y zona de conciertos.



El Balneario de Archena, considerado Bien de Interés Cultural, revive ahora sus orígenes romanos. La zona, habitada desde el Bronce Final, unos 1.200 años a. C. y que cuenta con importantes restos íberos -«sobre el monte cercano se sitúa el poblado íbero del Cabecico del Tío Pío, uno de los más importantes de la península», aclara Gonzalo Matilla, director de la excavación-, ha estado siempre ligada al uso de sus aguas termales.



Esto y su importancia desde tiempos de los romanos, en torno al siglo I d. C., queda constatado ahora por los hallazgos de una excavación impulsada por el interés de los propietarios del balneario por desentrañar la historia y conservar el patrimonio histórico-artístico de la zona. «Es uno de los pocos casos en el que el interés general y el particular coinciden», incide Matilla, que asegura que fue el empeño de los dueños del balneario el que ha impulsado la conservación de restos romanos e islámicos encontrados en los últimos meses.

La construcción de un parking tras la zona de las piscinas actuales y la adecuación de los accesos a la zona de los baños termales para las personas con movilidad reducida han sido el origen de todos estos hallazgos que trascienden la historia del balneario, hablan de la historia de Archena, de la Cartagena romana más boyante y de la historia de Hispania, apunta el director de la excavación y profesor de la Universidad de Murcia.

El hotel más antiguo del balneario se remonta al siglo I. Así lo afirma Gonzalo Matilla, tras estudiar los restos de una mansio encontrada en la zona donde se iba a construir el parking. Un acceso cubierto para carruajes, con un patio central rodeado de columnas y habitaciones a los lados que daba alojamiento a los romanos que acudían hasta Archena, como hoy, para disfrutar de los poderes curativos y las bondades de sus aguas termales.

Este hotel, con dos plantas de habitaciones en algunas de sus zonas, estuvo compuesto en su planta superior por paredes estucadas. Unos estucos que, sudando sangre, los arqueólogos y restauradores están consiguiendo recuperar. «Es muy difícil, porque aunque los muros de la planta baja de la mansio eran de mampostería, los de la planta superior eran de adobe y estaban caídos en el suelo. Sólo se distinguen por la finísima capa de estuco», cuenta Gonzalo Matilla.

Estos estucados, que aparecen en milimétricas porciones, no dejan de dar sorpresas. Los motivos que lo decoran y que están siendo reconstruidos con minuciosidad son un gran barco con una vela cuadrada «y que probablemente tenía más de una vela», un buey y el palo de un arriero, un hombre desnudo, un ave «que debería ser un águila pero parece más un pollo» y motivos vegetales con frutos amarillos. Vestigios de decoración romana que una vez reconstruidos sumarán unos cinco metros de longitud, de los 32 que debía haber en origen en esta mansio.

Luchar contra las riadas

El hallazgo de este antiguo hotel también ha permitido conocer cómo los romanos se enfrentaban a la naturaleza en una zona problemática, encajada entre la montaña y un río muy irregular, el Segura. Así, todo el hotel aparece rodeado por un gran malecón, de unos 5 metros de anchura y quebrado «para restarle fuerza al agua de las avenidas», que protegía la edificación de las grandes riadas de las que hay constancia por las excavaciones. Los trabajos arqueológicos han logrado recuperar hasta 50 metros de longitud de este gran malecón, que en opinión de Gonzalo Matilla es «una de las obras hidráulicas más importantes del sureste español».

A esta obra defensiva se suma el hallazgo de un castellum -una especie de depósito para la distribución de aguas potables, probablemente provenientes de pluviales, de 4 metros de profundidad- y un canal de 1,5 metros de fondo por hasta 3 metros de ancho que repartía el agua por las instalaciones y que se recuperará en el futuro proyecto de museo del Balneario.

También restos árabes, quienes redescubrieron las termas tras siglos de abandono, han salido a la luz en estos trabajos. Así, una aceña del siglo XII-XIII -la noria más antigua de todo el Valle de Ricote-, ubicada en la misma zona del castellum, debía de servir para extraer ese agua. Según el director de la excavación, «sería una noria de rosario y hemos encontrado hasta 150 cangilones, casi todos fragmentados porque eran de cerámica, que fueron utilizados en esta noria». Otra infraestructura de abastecimiento que se recuperará próximamente y se pondrá en uso.

Junto al hotel también se ha encontrado un horno para la elaboración de material constructivo, ya que en sus inmediaciones se han hallado tejas con el sello del alfarero, una de las cuales se exhibe de momento en la recepción de la galería termal, así como restos de columnas toscanas, cuyas basas estuvieron estucadas.

Hasta una tumba de una mujer de entre 20 y 25 años y probablemente de gran importancia, enterrada por algún rito cristiano, amortajada con vendas y datada alrededor del siglo IV ha aparecido en mitad del patio del hotel romano, una caja de sorpresas que no deja de desvelar retazos de historia escasamente documentados.

En toda esta zona, que será el nucleo central del futuro museo que los propietarios del Balneario de Archena tienen proyectado construir, también se recreará un jardín de la época. Un trabajo basado en el estudio científico de los restos vegetales encontrados. Así, el futuro jardín estará poblado por olivos -no en vano en las inmediaciones del hotel hay restos de lo que parece una antiquísima almazara-, además de vegetación de ribera y mediterránea como madroños, álamos, fresnos, pinos alepensis, granados o ciruelos.

El primitivo acceso

Quizá menos espectacular para los visitantes, que no podrán disfrutar en toda su intensidad los restos, pero igualmente espectacular ha sido el hallazgo de lo que parece el primitivo acceso al balneario y la zona de vestuarios. Unos muros de hasta 3 metros de alzado que configuran lo que en opinión del arqueólogo Gonzalo Matilla sería la entrada al balneario romano.

Unos restos en pleno corazón termal, junto al nacimiento de las aguas, y sobre el que en el siglo XIX se construyó un canal para enfriar el agua, que brota a 52 grados de la tierra, y que aún está en uso. «Esta debía ser la zona noble del balneario porque ha aparecido una enorme cantidad de material constructivo», ilustra Matilla, que cuenta entre los hallazgos columnas toscanas de hasta 5 metros de altura, una inscripción votiva pidiendo la curación de Mucia, restos de capiteles, losas de pavimento calizo de grandes dimensiones (1,5x2,5 m.) y hasta lo que parece una sauna del siglo XVIII.

Unos descubrimientos que permiten conocer la ubicación de la primera piscina, a los pies de la actual puerta de acceso al nacimiento de las aguas termales y que añaden belleza a un centro que ya era una joya arquitectónica en sí misma.

Un esfuerzo titánico

Propietarios del Balneario de Archena desde que en 1944 Nicasio Pérez Galdo se lo adquiriese a la marquesa de Perinat, Juan Lloret, nieto de Nicasio y uno de los dueños y conservador del museo, tiene claro que es importante «tener todo el hilo de la historia desde el principio hasta nuestros días y, además de la lápida y la columna, no había ningún resto arqueológico». Por eso han decidido tirar la casa por la ventana y han insistido en seguir excavando para encontrar toda la historia que la tierra ha ocultado y conservado hasta nuestros días.

Hasta dos millones de euros, de los que 500.000 euros ya se han consumido, invertirá Balneario de Archena SA en concluir las excavaciones, restaurar los restos y construir el museo y musealizar los restos encontrados para disfrute de los clientes del balneario y de los amantes de la historia.
ARCHENA/ La Cruz de Malta
Manuel Enrique Medina Tornero

Texto de Manuel Enrique Medina Tornero, Cronista Oficial de Archena
La Cruz de Malta (insignia de la Orden de San Juan de Jerusalén) cuyo nombre actual es el de Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta...
Esta cruz es la conocida cruz griega ensanchada por sus cuatro extremidades a manera de puntas de flecha.

Quizás esta insignia, esta imagen, sea una de las más presentes en la vida de los archeneros sin que muchos sepan realmente qué significado tiene o por qué.

Este pueblo sometido al señorío de la Orden durante más de 500 años, cuando se liberó de la misma corrió un velo de olvido... tapó y ocultó sus símbolos -como si la historia pudiese borrarse- durante años, incluso las cruces de la puerta de la iglesia fueron ocultadas con varias capas de pintura.

Ahora sólo quiero aproximarme un poco a esta imagen. Permitidme un breve apunte histórico sobre la Orden de San Juan para poder comprender su importancia.

Durante la Edad Media, peregrinos de toda Europa acudían a los Santos Lugares desafiando toda suerte de peligros y riesgos, expuestos en todo momento a perecer a manos de los sarracenos, llegando al término de su penoso viaje, los que no sucumbían a las fatigas de una larga y azarosa marcha, en lamentable desamparo. Movidos a compasión, unos mercaderes de Amalfi fundaron a mediados del siglo XI, en Jerusalén, un hospital para los peregrinos. En este hospital debe verse el origen de la Orden de San Juan.

La Orden hospitalaria fue aprobada por el Papa Pascual II en el año 1113. Tomaron el hábito negro con una cruz blanca de ocho puntas en memoria de las ocho bienaventuranzas, utilizada como emblema, realizando los tres votos monásticos de obediencia, pobreza y castidad. Su fundador Tune, erigido en cabeza de la naciente Orden, hizo edificar una suntuosa iglesia y un vasto hospital bajo la advocación de San Juan Bautista, de donde tomó su nombre la institución.

Sucedióle Raimundo Dupuy, que fue el responsable de dar a la Orden una nueva orientación, añadiendo a los tres votos establecidos, el de tomar las armas en defensa de la religión. De esta manera, la Orden hospitalaria, nacida en el hospital de San Juan tenía por fin servir a los pobres, convirtiéndose en una organización guerrera y religiosa, dispuesta siempre a tomar las armas contra los infieles.

La Orden creció de forma extraordinaria al ingresar en ella muchos jóvenes caballeros de todos los países europeos, y de ahí la expansión por Europa. La Orden de San Juan aparece en España y desde los primeros momentos de su fundación, a comienzos del siglo XII llega a Murcia en donde a pesar de la capacidad guerrera, únicamente se dedica a la explotación racional de los bienes rústicos que completan con una constante política de repoblación, encaminado todo ello a obtener el máximo rendimiento de los bienes, para atender a las necesidades de la hospitalidad.En definitiva, la Orden utilizaba la encomienda de Calasparra y Archena, sus principales posesiones en el reino, como despensa y hacienda recaudadora para poder pagar sus aventuras y guerras contra los infieles en el mediterráneo. ¿Pero qué pasaba entre la Orden y los vecinos de Archena? para que pasados más de 500 años se quisieran borrar los vínculos tras la desamortización del XIX.

En primer lugar que desde la concesión de la soberanía sobre Archena hacia mediados del siglo XIII hasta la concesión de la escritura de población el II de septiembre de 1462, cuando la Orden de San Juan se decide a efectuar la repoblación del lugar, que antaño había sido habitado por una floreciente aljama, casi desaparecida en estos días como consecuencia de los avalares históricos de la decimocuarta centuria, nada o muy poco se preocupó por el lugar.

En segundo lugar la Orden de San Juan utilizó, para llevar a cabo sus planes colonizadores, el sistema de incorporación de aljamas de moros a sus dominios, cuyo caso único en el reino lo constituyó Archena, imponiendo con sangre un régimen económico-agrícola por medio de la Escritura de Población bajo un sistema de total privilegio para la Orden y de máxima onerosidad para sus colonos mudéjares.Y en tercer lugar, Archena, como aljama de moros, soportó un régimen jurídico adinistrativo distinto y mucho más gravoso que el de la encomienda de Calasparra y este hecho constituye más que un privilegio un arancel de derechos de la Orden sobre sus pobladores.

En la ordenanza de Archena observamos que no se trata de una regulación pactada en la que intervengan de una parte la Orden y de otra los vecinos, según ocurrió parcialmente en Calasparra, sino de un régimen impuesto por la Orden.

Esta situación no se solucionaría hasta enero de 1600 en el que la aljama de Archena presentó una demanda en la Chancillería de Granada en 1590 por lo oneroso del sistema de vida impuesto por la Orden, así como por no poder disponer de concejo, ni organización municipal alguna... sino un sistema caciquil del Alcalde mayor y el prior que eran los que realmente ejercían el poder efectivo...

Este fallo de la Chancillería nunca sería asumido por la Orden que desde entonces no perdió ocasión para provocar el enfrentamiento con los vecinos, especialmente en aquello que más les dolía como los impuestos y las concesiones agrícolas, así como en los bienes de propios como la barca, el horno y la carnicería... y no digamos nada sobre el estado de abandono en el que fue dejando sus propias posesiones...La Orden está presente en muchos lugares de la geografía urbana y de la simbología del municipio: el nombre de la iglesia de San Juan Bautista, en los sellos municipales, el escudo municipal hasta los inicios del siglo XX, el escudo de armas grabado en las puertas de la iglesia, en las antiguas vidrieras de la iglesia, hoy desaparecidas, el nombre de una de las calles más importantes: San Juan, la casa grande que era el solar que ocupaba la casa de la Encomienda, en la enseña y escudo del heredamiento de la acequia principal mientras fue de ordenamiento concejil y en el escudo actual del Ayuntamiento entre otras muchas referencias.

Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.

Publicado en: "La Archena de ayer... en 7 postales". 2003



ARCHENA/ A la inauguración de la piscina olímpica en 1964 asistió el ministro Camilo Alonso Vega

La Gaceta de Archena, en su número reciente publica un artículo sobre la inauguración de la piscina de Archena en 1964, acto al que asisitió el ministro Camilo Alonso Vega que se puede ver en la foto junto al entonces alcalde Mario Tárraga
Para poder leer el artículo hacer click sobre él


El Rincon de Pachi: "La Virgen de la Salud y las Fiestas"

El Alboroque Digital
Texto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de ArchenaLas fiestas patronales de Archena se celebran en honor de la Santísima Virgen de la Salud y del Santísimo Sacramento del Altar, en una fecha lógicamente variable entre finales de mayo y mediados de junio.
El primer patrón conocido de Archena fue San Juan Bautista, como correspondía a una villa perteneciente a la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, también conocida como Orden de Malta. Con la gran peste que asoló la región en torno a 1760, el pueblo cambió a su patrón por san Roque, el abogado contra las epidemias. Pero en el Antiguo Régimen las fiestas eran muy frecuentes (no existía el concepto de ocio, sino el de fiesta) y tenían una enorme trascendencia: junto a la fiesta patronal se celebraban las de los santos Cosme, Damián, Candelaria, Virgen del Rosario y, por supuesto, el Corpus.
Esta festividad surgió en el siglo XIII y adquirió posteriormente una enorme importancia en todo el mundo católico, concretamente en Murcia, a partir del siglo XV. En el siglo XVIII pasó a celebrarse también en Archena el día de San Marcos, el 25 de abril.
A lo largo del siglo XIX comienza a percibirse una cierta diferenciación entre los festejos civiles y los religiosos. La fiesta del Corpus fue ganando protagonismo: aparece recogida en los presupuestos como la fiesta “popular”, mientras que la del patrón San Roque fue quedando reducida casi exclusivamente a una solemne misa. Buena prueba de ello fue la solicitud de un privilegio especial concedido por el Papa Pío X en 1910 para poder realizar la procesión de Corpus por la tarde pasando a ser uno de los pocos municipios que, junto con Toledo, Granada, Sevilla y algún que otro pueblo pueden realizar este desfile por la tarde.
La Ermita de los Baños de Archena fue edificada en torno a 1876 por los Vizcondes de Rías bajo la advocación de la Virgen de la Salud. Encargaron la talla a Salvador Páramo un reputado escultor madrileño especializado en imaginería religiosa. La antigua ermita, de madera, estaba bajo la advocación de la Virgen de los Remedios.
La entronización de la Virgen de la Salud como patrona de Archena se produjo nada mas concluir la guerra civil. La talla de la Virgen fue la única que sobrevivió a la quema de imágenes del principio de la Guerra Civil, al ser escondida por personal del propio Balneario en la cripta debajo de su ermita, donde están los restos de los Vizcondes de Rías
Terminada la guerra, el 31 de marzo de 1939, la imagen de la Virgen de la Salud entró en el pueblo en un camión adornado al efecto, entre grandes aclamaciones populares. Al día siguiente fue colocada en el balcón del ayuntamiento y el primer domingo de abril presidió la primera misa que se celebraba tras el inicio de la guerra. La misa de campaña tuvo lugar en la plaza principal del pueblo y durante la misma el sacerdote preguntó a los enfervorizados fieles si querían que la Santísima Virgen de la Salud pasara a ser patrona de Archena, contestando todos en un clamor popular que sí.
Desde entonces se celebra su fiesta el domingo siguiente del día del Corpus, trasladándose desde el día de la Ascensión en que se celebraba antes de la guerra, cuando acudían numerosos vecinos en romería al Balneario.
Durante muchos años la Virgen era trasladada desde el Balneario a Archena en dos ocasiones: para las fiestas patronales y para celebrarle un novenario en la segunda quincena de septiembre. En la romería que la conducía de vuelta al Santuario, el último domingo de septiembre, eran muchas las jóvenes que la acompañaban ataviadas con el típico traje de la huerta murciana.
La entronización de la Virgen de la Salud como Patrona de Archena no debe confundirse por tanto con su solemne coronación que tuvo lugar el 3 de octubre de 1954. En ese mismo año se hicieron obras de urbanización en la plaza de la Iglesia, según indica en las Actas Capitulares con motivo de la inauguración de la Casa parroquial que han de visitarla el Gobernador Civil y el señor obispo. Este acontecimiento debió servir de acicate en la constitución de una Junta pro Coronación de la Patrona, que había empezado a funcionar unos meses antes, presidida por el alcalde, don José Sánchez Banegas.
En sesión extraordinaria celebrada por el Pleno el 14 de agosto de ese año se recoge la aspiración general de que se proceda la Coronación de la Santísima Virgen de la Salud, llevando el ayuntamiento la iniciativa de tal coronación.
Fueron muchísimos los donantes que contribuyeron a costear los gastos del acontecimiento, aportando en ocasiones incluso joyas. La mayoría eran lógicamente vecinos de Archena, pero también eran numerosos los residentes en otros municipios: además de Murcia, Madrid y Barcelona, vinieron donaciones desde Albacete, Alicante, Altea, Blanca, Almería, Castellón , Palma de Mallorca,..., también participaron instituciones como la Diputación Provincial.
El total de lo recaudado fue 37.990 ptas. Pero los gastos ascendieron a 48.960 siendo los mas importantes la adquisición de la Corona (12.000 ptas) y el trono (18.000 ptas.), a los que habría que sumar la diadema del Niño y los gastos de tramitación, anuncios y especialmente una ayuda de 6.000ptas a los Padres Misioneros. Del déficit generado de 10.969 ptas. hubo de hacerse cargo el ayuntamiento.
Para la coronación se editó un folleto conmemorativo y se compuso un himno.
El Pleno del Ayuntamiento celebró sesión extraordinaria el 26 de diciembre de 1954 para levantar acta del juramento de toda la Corporación sobre la mediación de la Virgen María, que hubo que enviar a Roma.

 El Rincón de Pachi: "La Carta Puebla de Archena"

El Alboroque Digital
Texto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Archena.

Hay un 11 de septiembre, próximo en el tiempo, que ha dejado una huella indeleble en buena parte de la humanidad: el de la caída de las torres gemelas neoyorquinas. Pero para la Villa de Archena esta es una fecha fundamental en su historia desde el año 1462, puesto que fue el día en el que la Orden de San Juan otorgó al lugar su Carta de Población. Carta Puebla, Carta de Población o Privilegio de Población, es la denominación del documento por el cual los reyes cristianos y señores laicos y eclesiásticos de la Península Ibérica otorgaban una serie de privilegios a grupos poblacionales, con el fin primordial de facilitar la repoblación.
Constituyó la primera manifestación de derecho local, y adaptándolo a unos criterios actuales, vendría a ser un contrato mediante el cual el Señor de un territorio establecía las condiciones, esencialmente de tipo fiscal, a las que debían someterse los pobladores del mismo. Ese carácter fundamentalmente económico e impositivo es el que las diferencia de los Fueros, básicamente jurídicos, aunque algunos historiadores consideran de forma genérica como Fueros todos los documentos esenciales en la regulación de la vida local.
En Castilla hay Cartas Puebla ya en el siglo IX y la mayoría de ellas están datadas en el siglo XII, con el avance de la reconquista, pero en el Reino de Murcia no se otorgaron hasta la segunda mitad del siglo XV, cuando la frontera con el vecino reino de Granada está prácticamente pacificada y se dan por tanto las condiciones para acometer la repoblación. La Orden de San Juan ya llevaba mas de dos siglos como dueña del castillo y la villa de Archena (el Infante don Alfonso la había donado a la Orden Hospitalaria el 15 de julio de 1244), cuando el Comendador frey Luis de Paz hace entrega de la Carta o escritura a la aljama e viejos e omes buenos, como representantes de los vecinos.
Es por tanto un contrato no consensuado entre las partes sino redactado unilateralmente por una de ellas. La Orden, en la otra villa que poseía en el reino, Calasparra, sí aceptó cierta intervención del Concejo redactando una ordenanza bastante liberal y generosa para hombres plenamente libres, los castellanos cristianos, que la habitaban. La aljama de moros de Archena, por el contrario, hubo de soportar un régimen mucho mas duro para sus colonos mudéjares. Solo se podía vender la casa o suerte, tras acreditar cinco años de vecindad, a un vecino o hijo de vecino o trayendo nuevo vecino en el plazo de veinte días. Estaban obligados al pago del diezmo de todos los productos y a una extensa serie de tributos y servicios personales, con lo que podemos considerarlos adscritos a un régimen personal de semilibertad. Prácticamente los únicos privilegios con los que contaban eran los de ser juzgados por su alcalde moro y no ser llevados presos fuera del lugar, salvo acusación de asesinato.
Pese al régimen impuesto, la Carta triunfó en sus objetivos puesto que la población de Archena aumentó considerablemente, constatándose hacia el año 1500 un flujo de colonos musulmanes procedentes de Granada hacia Archena, que permiten recuperar la explotación agrícola en los regadíos abandonados. De los trece mudéjares que firmaron la Carta de Población en 1642, probablemente todos los vecinos de entonces, se pasó a los cerca de cien (mas de 400 habitantes), con los que contaba Archena cuando inició un pleito contra la Orden de San Juan en 1512, alegando que tras la conversión masiva de sus habitantes al cristianismo, debían suavizarse las condiciones de la Carta Puebla aproximándolas a las de los habitantes de Calasparra.

El Rincón de Pachi: "La escuela de nuestros bisabulelos"

El Alboroque Digital
Texto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Archena, para el Alboroque Digital.

Estos días de vuelta a las aulas, de reinicio del curso escolar para millones de estudiantes, parece el momento adecuado para echar una mirada sobre la situación de la escuela en el pasado siglo, en unos momentos en los que la asistencia no era, por desgracia, tan masiva como ahora, ni se necesitaba un material escolar tan abundante.

En el siglo XIX, no obstante, la preocupación por la extensión y obligatoriedad de la enseñanza fue una constante. Ya la Constitución de Cádiz de 1812 había dispuesto la universalidad de la primera enseñanza, estableciendo la creación de escuelas de Primeras Letras en todos los pueblos. Pero los encargados de llevar a cabo esta tarea eran exclusivamente los Ayuntamientos, y sobre sus exiguos presupuestos recaía en exclusiva la paga del maestro y la dotación de las escuelas; en efecto, durante todo el siglo permanece la idea de que al estado no le compete la enseñanza elemental, responsabilizándose sólo de la enseñanza media y superior, a la que en realidad accedía una proporción ínfima de la población. Para vigilar el cumplimiento de los objetivos educativos se crearon, con carácter obligatorio, las Juntas Locales de Instrucción Pública que estudiaban las órdenes relacionadas con la enseñanza, controlaban el nombramiento de profesores y examinaban a los alumnos.
En Archena podemos constatar la existencia de un maestro desde finales del siglo XVIII. Impartía las clases en su propia casa, careciendo casi completamente de material didáctico. La preocupación por la falta de asistencia de los niños a la escuela fue casi simultanea, contando con un acta de 1818 en la que se recoge el mandato de los miembros del Ayuntamiento "que se fije edicto en el sitio público ya acostumbrado para que los padres envíen a sus hijos a la escuela bajo apercibimiento que en su defecto se procederá contra ellos...". Pese a estas buenas intenciones el analfabetismo estaba tremendamente extendido, alcanzando unas cotas regionales que aún en 1880 se elevaban hasta el 87% de la población. Esta cifra no se explica sólo por la falta de medios oficiales sino más bien por la falta de demanda cultural y de interés por la instrucción.
El campesino no veía la ventaja de aprender a leer y a escribir porque ello suponía recibir un tipo de socialización y unos valores que no eran los suyos y no compartía. Para el habitante del campo o la huerta su mundo terminaba en la linea del horizonte, en sus tierras y en su casa y el mundo exterior le resultaba hostil o al menos difícil de comprender.
Los conocimientos que debían ser transmitidos se limitaban a la lectura, escritura, cálculo (como mucho las cuatro operaciones básicas:sumar, restar, multiplicar y dividir) y catecismo: también rudimentos de Historia Sagrada, geografía y de técnicas agrícolas estaban integrados en los planes de estudio de Archena. En el caso de las niñas tenía gran importancia el aprendizaje de "labores de primor".
En cuanto a las instalaciones, Archena, pese a los esfuerzos de las sucesivas corporaciones, careció de locales de escuelas propios hasta bien entrado el siglo XX, situándose hasta entonces las escuelas en locales alquilados por el Ayuntamiento que según los mismos contemporáneos no reunían "ninguno de los requisitos que el Ministerio del ramo exige". Como equipamiento y material escolar, digamos que en 1859 la escuela estaba equipada con bancos con cuerpos de carpintería y tinteros para los niños que escribían y otros sueltos para los niños que no lo hacían, pizarras individuales para la aritmética, cien muestras para la escritura, colocadas en cartón, unas impresas y otras hechas por el maestro, además carteles de multiplicación, de pesas y medidas y del sistema métrico decimal.
La implantación de ésto último se generalizó en 1852, a partir de una orden ministerial. En realidad, el Gobierno de la nación aunque no controlaba ni financiaba las escuelas sí se ocupaba de aspectos básicos de las mismas, remitiendo instrucciones sobre el método de lectura más apropiado, o prohibiendo, como en 1837, la corrección mediante azotes.
El horario de clase excedía en una hora al actual: Invierno, de 8 a 11 de la mañana y de 2 a 5 de la tarde, y Verano de 7 a 10 de la mañana y de 3 a 6 de la tarde.
Mucho más llamativa para nuestra mentalidad resulta la intensidad del calendario escolar: "Todos los días serán de escuela excepto los domingos y demás días de fiesta entera, desde el 24 de diciembre hasta el 1 de enero, ambas inclusive; desde el miércoles de semana santa hasta el martes de pascua de Resurrección, ambos inclusive; los días de Su Majestad; los días de fiesta nacional". No debe extrañar con este calendario que la edad habitual de abandono de la escuela fueran los 10 años.
En cuanto a las retribuciones de los maestros, digamos solo que quedaba plenamente justificado el aforismo de "pasar más hambre que un maestro de escuela". El Ayuntamiento les pagaba tarde y mal un salario realmente muy escaso, que debía ser complementado con las aportaciones de los niños que gozasen de holgada situación económica, muy pocos en Archena y el resto del Valle.
Pachi AmorósArchivera Municipal Ayuntamiento de

ARCHENA/ El Rincón de Pachi: "Tierras de la antigua Algaida"

El Alboroque Digital
Texto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Archena.Artículo escrito para el programa de Fiestas de La Algaida 2008El grueso de las series documentales que se conservan en el Archivo Municipal de Archena arrancan a mediados del siglo XVIII y los documentos relacionados con La Algaida no son una excepción.El primero del que tenemos noticia está datado en 1754 y se trata de una demanda interpuesta por doña Antonia Molina, viuda de don Juan de LLamas y vecina de Ricote, contra el vecino de Archena José Tornero Carrillo. La razón de la demanda nos acerca a un problema reflejado con mucho éxito en las películas del oeste, y que sin duda se ha repetido en todas las culturas: los conflictos que se generan entre agricultores y ganaderos cuando el ganado invade tierras de cultivo.

Doña Antonia era propietaria de una hacienda de regadío en La Algaida, una de las zonas con mejores tierras del término municipal y por tanto tradicionalmente vinculadas a ricos propietarios foráneos como los propios Llamas, los Fontes o, posteriormente, los De la Cierva.

La propia Encomienda de la Orden de San Juan, la dueña jurisdiccional de Archena era propietaria directa de terrenos en lo que entonces se conocía como la huerta de esta villa, el partido que llaman de La Algaida. Volviendo a nuestro documento doña Antonia denuncia que José Tornero, con poco temor de Dios y menos aprecio de la Real Justicia, introdujo algunas de sus vacas en el bancal de trigo, que se comieron muchas simientes y causaron daños de consideración. Solicita lógicamente la satisfacción del daño que se le ha ocasionado. Lamentablemente no tenemos el expediente completo, tan solo esta instancia inicial y un Auto posterior que nos indica que la demanda fue admitida a trámite y pasó a información pública para facilitar la declaración de los testigos. No debemos olvidar que hasta mediados del siglo XIX los alcaldes tenían competencias judiciales.
Otro documento de interés sobre La Algaida, redactado casi setenta años después, en 1818, es una denominada Libreta de los aprecios y deslindes de los secanos de la Algaida y demás campos. La primera información importante que nos proporciona es el nombre de los propietarios, la dimensión de sus tierras y los linderos de las mismas, teniendo en cuenta que todos los propietarios que se mencionan lindan entre sí.
En algún caso también se señalan algunos de los cultivos:
-D. Pedro de Llamas: 8 fanegas, 52 tahúllas y 4 brazas, en la Acequia Caravija y Río Segura. Cultivos de moreras, higueras y frutales.
- D. Sancho de Llamas: 79 tahúllas en el Río Segura y acequia de Molina
- Vda. De San Mamés (Murcia): 93 tahúllas en la Acequia que va a Molina y norte acequia Caravija. Cultivos de moreras, higueras y oliveras.
- Francisco Joaquín: 6 tahúllas en Mediodía Río Segura.
- Antonio Guillén:4 tahúllas y media en Mediodía Río Segura.
- Viuda de don Joaquín Fontes: 77 tahúllas en Río Segura poniente y mediodía. N. acequia Molina.
- La Encomienda: 4 tahúllas una cuarta N. acequia Molina Arboleja.
- D. José Rúiz(Villanueva): 4 tahúllas en Río Segura mediodía. Cultivos de arboles frutales.
- José Martínez Aroca: 8 tahúllas en Acequia de Molina.
- Tomás Martínez Aroca: 2 tahúllas en Acequia de Molina.
- D. Félix de Bustos(Ricote):1 tahúlla en Acequia de Molina.
- Parroquia de S. Bartolomé de Murcia: 6 tahúllas en N. Acequia de Molina.
- Agustín López Rodríguez: 6 tahúllas en Levante acequia Caravija.
- Herederos de Antón Rojo: 3 tahúllas en Poniente Río Segura.
- José Rojo Marín: 1 tahúlla en Poniente Río Segura.
- D. José de Arte?(Villanueva):24 tahúllas
La libreta incluye otros hacendados con extensiones mas reducidas y algunas en la Arboleja.

"Personajes Ilustres de Archena": El Maestro Pepe

El Alboroque Digital
Se llamaba José García García y nació el 19 de septiembre del año 1871. Para este perfil biográfico se ha recogido la información publicada en el Programa de Fiestas de 1994 por otro gran docente: don Joaquín Campuzano López.
Trabajador infatigable, desde los cinco años ayudaba a su madre en las faenas agrícolas en una finca de su propiedad situada en la Rambla del Arco. Pese a ello nunca faltaba a las clases de su maestro don Miguel Medina. Por su aplicación el maestro le puso una mesa una junto a la suya y le nombró su sustituto, en las escasas ocasiones en que don Miguel no podía atender sus clases.
Cuando, en 1885, se instaló en Archena el primer teléfono público Pepe García fue designado por el maestro Miguel, encargado del mismo. Gracias al salario de diez reales diarios que percibía por esta actividad, relativamente elevado en esa época, pudo iniciar sus estudios de magisterio, obteniendo el título en 1888. Pronto comenzó a ejercer en unas escuelas nuevas en el barrio de San Roque, percibiendo un sueldo de seiscientas veinticinco pesetas anuales. En 1896 se casó con Aurora Alcolea, con la que tuvo catorce hijos. Para poder sacar adelante a su familia, completaba el horario de las escuela con clases para adultos en dos turnos de seis a nueve de la noche. Todavía conseguía tiempo para trabajos extra como la redacción de documentos privados, mediciones de tierra, particiones de herencias, etc. Por si esto fuera poco editó varios manuales de matemáticas, lengua y geografía, así como cuentos didácticos. También realizó diversos mapas provinciales de la zona mediterránea que incluían carreteras, ferrocarriles y conducciones de correos.
Terminada la Guerra Civil se le abrió un expediente por sus ideas políticas y se le separó del Magisterio, aunque el siempre mantuvo sus independencia política. Además de tener que renunciar a la que había sido la vocación de su vida, se sintió especialmente molesto por la declaración de antiguos alumnos en su contra.

ARCHENA/ El Rincón de Pachi: "Breve acercamiento a las comunicaciones archeneras"

El Alboroque DigitalTexto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Archena.Archena siempre fue una villa abierta, receptora de turismo de salud mucho antes de que se inventara el término. Al menos desde el siglo XVI sabemos que eran muy frecuentes las visitas de forasteros, especialmente en primavera, que accedían a Archena por medio del barco que cruzaba el río, a falta de puentes (el primero se inauguró el 1 de septiembre de 1865) como los actuales. Por ahí transitaba la humanidad doliente, en expresión muy usada en el siglo XIX, buscando aliviar sus males con las aguas termales de los Baños.

Archena no contaba con ningún cartero profesional y los Libros del gasto menudo, donde el Mayordomo apuntaba pormenorizadamente la contabilidad municipal, recogen con frecuencia pagos a propios, es decir vecinos de la villa, por desplazamientos fundamentalmente a Calasparra (villa que formaba, junto a la propia Archena, una Encomienda de la Orden de San Juan) y Murcia.

Centrándonos ya en las telecomunicaciones, por una Real Orden de 4 de febrero de 1885 se concedió a la villa la instalación de una línea telefónica que la enlace con estación telegráfica del estado en Murcia. La premura que corría para la implantación del servicio era tan grande, que se solicitó una declaración de excepción que permitiera obviar formalidades en la subasta para las obras de instalación.

Efectivamente, todos los trámites se completaron rápidamente, y el domingo 26 de abril de ese mismo año fue inaugurada, con toda solemnidad, la Estación Telefónica en un cuarto en la planta baja de la Casa Consistorial arrendado... Se trata, sin duda de una de las casetas que, situadas en la Plaza de España, junto a la Casa Grande, albergaron luego puestos del mercado y mas tarde diversas tiendas y actividades (zapatero, reparaciones de radios...) hasta su desaparición en los primeros años setenta. Encargado de ese primer teléfono fue José García García, por entonces un alumno del maestro Miguel Medina, designado por este para el puesto y que gracias a él pudo costear sus estudios de Magisterio, siendo conocido por todos como el Maestro Pepe.

Para esas fechas el Balneario ya contaba con su propia línea telefónica, en un tiempo casi record, si tenemos en cuenta que el primer teléfono fue presentado oficialmente al mundo en 1876. Los Baños mantuvieron su adelanto en telecomunicaciones con respecto a la Villa como lo prueba la solicitud, planteada en 1909 para que la estación telegráfica fuera trasladada desde los Baños a Archena durante los meses que no eran temporada oficial.

Momento fundamental para las comunicaciones archeneras fue el año 1912, cuando se creó una estafeta de correos y quedó abierta al público, ya durante todo el año, la estación telegráfica.

El Rincón de Pachi: "El puente de Archena"

El Alboroque Digital 
Texto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de ArchenaLa construcción de un puente que permitiera cruzar el Segura con una mayor comodidad y sin depender de una barca y un muelle que con frecuencia quedaban fuera de servicio con las crecidas del río, fue una vieja aspiración de los archeneros.
En realidad el puente venía a sustituir al bien de propios mas preciado, probablemente por ser el mas necesario: la barca, cuyo disfrute era gratuito para los vecinos de la Villa.
Pese a las solicitudes de financiación que se hicieron a la Orden de San Juan, la obra sólo se acometió a mediados del siglo XIX. En 1845 tuvo lugar una reunión en los Baños de Archena a la que acudieron los alcaldes y procuradores síndicos de Archena, Villanueva, Ojós y Ricote, citados por el Jefe Superior Político de la provincia, para proponer los medios para llevar a cabo el proyecto de construir un puente sobre el Segura.
Se argumentaba que la seguridad en la comunicación que aportaría el puente favorecería el comercio y el tránsito de personas, señalando que la nueva línea debe ser carrera entre Andalucía y Valencia, al seguir una línea mas recta.
Con posterioridad se fueron reuniendo los Plenos de cada una de las villas mencionadas, que manifestaron unánimemente su adhesión al proyecto. No existiendo en Archena ingeniero o arquitecto que pudiera levantar el plano de la obra ni formar el presupuesto, se comisionó al Médico director de los Baños, don Nicolás Sánchez de las Matas para que lo buscase.

El problema, entonces como ahora, era el de la financiación; los municipios implicados carecían de partida presupuestaria para acometer el proyecto por lo que proponían su explotación mediante subastas anuales como se venía haciendo con la barca desde tiempo inmemorial, calculando que el puente cuadruplicaría los beneficios de la misma. Pero ya estábamos en otra época, en otro sistema económico en el que no se cobraba por el uso de esas infraestructuras. En sesión extraordinaria de 22 de febrero de 1859, el Pleno del Ayuntamiento de Archena solicitó directamente a Su Majestad la reina, la ejecución del proyecto.
A principios de 1862 ya se estaba trabajando en la construcción del nuevo puente, "de yerro" como aparece descrito en los documentos de la época, aunque su material predominante era la madera, incorporaba ya el hierro en alguno de sus elementos. En agosto de 1863, cuando estaba casi acabado, tuvo lugar una "catástrofe" en la montura y colocación del puente, que, por fin, fue solemnemente inaugurado el 1 de septiembre de 1865.
La iniciativa para llevar a cabo el puente actual, es de 1933, ante la falta de resistencia a las pesadas cargas del piso de madera del antiguo. Un año mas tarde se solicitó al Estado su construcción, pero, con la Guerra Civil trabajos se interrumpieron, entrando en funcionamiento el 19 de noviembre de 1943. Las máquinas excavadoras de obras públicas hicieron la prueba de carga en el acto inaugural, en presencia del Gobernador Civil, soportando un peso total de ochenta mil kilos. El autor del proyecto y director de las obras fue el archenero, ingeniero de caminos José Gil Martínez.

ARCHENA/Caminos y carreteras en el siglo XIX

El Alboroque Digital
Texto extraído del libro "Historia de Archena" de Manuel Enrique Medina Tornero, Cronista Oficial de Archena. Foto de la Web del Ayuntamiento de Archena.En el transcurso del siglo XIX se realizaron todas las carreteras que hoy conducen a Archena. En 1860 se aprobó la construcción de la carretera de tercer orden que partiendo de la de Albacete-Cartagena termina en los Baños de esta villa.
Al año siguiente, en 1861, se le interrogó al Ayuntamiento por los peores caminos de la jurisdicción con necesidad de ser arreglados. Contestó la corporación que los más necesitados eran sin duda el que conducía a Murcia-Crevillente, y el de herradura con dirección a Ceutí. En 1864 se volvió a formular la misma pregunta, pero en esta ocasión el Ayuntamiento respondió con un proyecto en el que demandaba y urgía la construcción de la carretera de Ceutí, ya que el camino actual atravesaba la huerta, precisando modificar su trayectoria además de hacerse intransitable cuando llovía. La propuesta del Ayuntamiento consistió en unir la carretera de la estación de Archena a los baños con la de Ceutí, abandonando el camino de herradura que iba por el Río Muerto, Pago del Barranco y Ramel.
Una vez inaugurado el puente, la Administración decidió dotar a Archena de buenas comunicaciones, y en noviembre de 1865 se subastó la construcción de dos nuevas carreteras: la que saliendo de la estación llegaba a Pinoso por Fortuna y Abanilla; y la de Archena a Mula.
Antes de acabar el siglo, en 1899, se arregló a fondo la carretera de Ulea o camino viejo de Cieza, a la altura de la Rambla del Arco, muy dañada por los constantes desbordamientos cada vez que llovía. También en este año se remozó considerablemente el camino de Lorquí que estaba en pésimas condiciones.
El mantenimiento y conservación de los caminos era obligación del Ayuntamiento que periódicamente debía proceder a su composición, a veces con carácter de urgencia, si las lluvias habían sido fuertes. Las obras de reparación se realizaban en domingos o días festivos. Como ocurría en los siglos pasados, los vecinos colaboraban con sus peonadas, caballerías o carruajes según la posibidad de cada uno. En 1830, se dispuso suministrar gratis una sopa económica a los jornaleros que trabajaban en los caminos.
En algunos años se preveía un determinado gasto para pagar los alimentos de los que trabajasen en los caminos. Acabado el dinero, se dejaba el arreglo del camino, tal y como estuviese.
Por fin en 1853 se estableció un presupuesto ajustado al gasto correspondiente para la composición de caminos. Se estructuraba de la forma siguiente: se realizarían las obras entre los meses de septiembre y noviembre, estableciendo turnos diarios de 30 peones, 6 carros de mulas y 6 caballerías. El valor económico de las prestaciones de los vecinos, quedó establecida en 4 reales para los peones, 7 para las caballerías y 11 para los carros.
Para 1862, se burocratizó todavia más el arreglo de los caminos, y según instrucción recibida de la Diputación Provincial, los turnos se organizarían por calles, en épocas que no hubiera trabajo agricola. Los precios de los jornales (no más de dos al año) convertidos en dinero serían: los hombres de 4 a 6 reales, según fuese invierno o verano; las mulas de 6 a 8 reales, y los carros de mulas o bueyes de 16 a 22 reales.

ARCHENA/ El Rincón de Pachi: "A Dios rogando"

El alboroque Digital
Texto gentileza de Pachi Amorós, archivera municipal del Ayuntamiento de Archena, extraído de la sección "Un rincón para la historia" de la Revista "La Vega" del año 1996, para el Alboroque Digital.
A finales de la edad moderna la intensa religiosidad unida a la escasa información científica hace que se crea ciegamente en el milagro, viendo prodigios y manifestaciones sobrenaturales en fenómenos atmosféricos, curaciones, etc. En el siglo XVIII Murcia vive la edad de oro de los conjuros y las supersticiones. A ello no es ajena la dureza de la naturaleza que hace alterar periódicas inundaciones con prolongadas sequías, tormentas con terremotos. Y por si fuera poco, las plagas, las terribles plagas de gorriones, de tordos, de langosta.
La raya divisoria entre lo natural y lo sobrenatural en el dominio de la agricultura aparece trazada en 1730 por un jesuita que indica que "del hombre depende labrar cuidadosamente las tierras, sembrarlas bien, regarlas, limpiarlas, cuidarlas contra los ladrones o los animales, pero en caso de granizo, hielos, o falta de lluvias se debe utilizar el remedio espiritual y sagrado de acudir a la rogativa". Hay oraciones indicadas para cada una de las distintas eventualidades, así como distintos toques de campana. El pensador y político Jovellanos se lamenta de esta situación afirmando :"Hizo frío anoche, tocaron a hielo. Aquí se creen que las campanas mandan sobre los accidentes naturales del clima y la estación". Los eclipses producen también tremendo espanto escondiéndose en sus casas la mayoría de la población ante ellos, que además son considerados como anuncios de nuevas calamidades.
La plaga es signo de que algo se descarría en la vida cotidiana. El Cardenal Belluga la considera un castigo que viene por la deshonestidad, la falta de compostura y la inmodestia. Por las mismas fechas un fraile aragonés escribió un libro muy leído en Murcia con el título "Motivos por los cuales Dios nos aflige con la langosta". El bíblico castigo de la langosta se ceba especialmente durante este siglo; según testimonios de la época, las nubes de langostas llegaban a ser tan densas que la gente no podía transitar sino cubierta entera con capas, pues la langosta caía con la fuerza del granizo. Ante semejante calamidad y en ausencia de remedios científicos, los campesinos cifran sus esperanzas en remedios teólogicos y en conjuros, suplicando a sus curas que organicen procesiones y rogativas.
A este ambiente supersticioso no son ajenos ni siquiera los poderes públicos. Recordemos que estamos en pleno siglo XVIII, también llamado "de las luces", es el siglo de las sociedades de amigos del país, de la ilustración, de los trabajos sobre economía y naturaleza. Pero, demostrando la prevalencia del conjuro sobre el espíritu científico, en el Archivo Municipal de Archena se conserva un despacho-vereda firmado por el propio Rey Fernando VI y datado en 1.756, en el que se informa de la conducción de la cabeza de San Gregorio, por cuya intersección se ha producido en otras ocasiones la milagrosa liberación de los pueblos de las plagas de langosta, oruga, pulgón y otras. Desde Pamplona las reliquias deben recorrer más de media España, debiendo asistir y alojar a la comitiva en todos los pueblos por los que pasen y contribuir a su mantenimiento. Se bendecirán los campos y se dejarán por cada uno de los lugares por donde pasare una porción suficiente de agua bendita del santo, y los formularios para que cada párroco pueda bendecir en la misma forma los campos con posterioridad.
Fruto de la misma creencia en lo maravilloso y sobrenatural son dos milagros de los que queda constancia en el Archivo Parroquial y que han sido recogidos por Manolo Medina en su libro "Historia de Archena": la aparición de un cuerpo incorrupto de los enterrados en la Iglesia, acontecimiento que causó un gran revuelo, y "el mantenimiento del peso de la cera" tras haber estado ardiendo durante la procesión, Misa, y sermón en honor de san Cosme y san Damián.

4 DE JULIO DE 2008


ARCHENA/ El Rincón de Pachi: "Ordenanzas del Heredamiento de Regantes"

Texto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Archena.
La historia de Murcia está estrechamente ligada al agua. Al estar ubicada en una zona semi árida, con escasas lluvias, el aprovechamiento del agua del Segura ha resultado vital para el desarrollo de la región. Desde la Edad Media hasta el mismo día de hoy los murcianos se han preocupado por obtener, conservar, repartir y utilizar racionalmente un bien tan preciado. La infraestructura hídrica se remonta a la época musulmana, pero en los siglos posteriores se ha ampliado y mejorado el sistema de riego, permitiendo el desarrollo de la huerta. Heredamiento es el nombre que adoptan numerosas Comunidades de Regantes de la Región de Murcia. Dos son las acequias que recorren el término municipal de Archena: la acequia mayor de Alguazas, en funcionamiento al menos desde 1377 y la acequia mayor o principal de Archena, que nace en Villanueva, con la que se regaban las tierras situadas a la derecha del río; ya en 1415 tenemos noticias de una restauración.

La existencia de los denominados Jueces y Tribunales de Aguas, o de Jurados de Riego, como también más tarde a partir del siglo XIX se les conocerá, con competencia en materia de policía de aguas y, de modo particular, para dirimir las cuestiones de hecho entre los interesados en el riego, es muy antigua. El carácter extrajudicial de estos Tribunales permitía resolver los litigios mediante actuaciones baratas, rápidas y especializadas, lo cual hacía posible una eficaz y pronta reparación del orden del regadío quebrantado.Dos son sus notas características: por una parte, el carácter limitado de sus competencias, habida cuenta que sólo conocen de unos pocos asuntos, cabalmente los determinados por las “cuestiones de hecho entre interesados en el riego”, por otra, la imposibilidad de impugnar sus decisiones en la vía judicial, siempre que se dicten dentro del círculo de sus competencias.

Afortunadamente han llegado hasta nosotros unas Ordenanzas de 1916, jurídicamente muy valiosas, muy claras y muy bien redactadas, que en buena parte vamos a reproducir.

La comunidad de regantes estaba constituida por los propietarios de terrenos comprendidos en la zona regable y los dueños de los Molinos que tienen derecho al aprovechamiento de las aguas. Posteriormente se detallan los bienes que pertenecen a la Comunidad y relacionan las artes de riego que tienen derecho al uso de las aguas; por su interés vamos a enumerarlas: - la noria de D. Carlos en la Morra.- La bomba para el Cuartel Militar- La turbina del Excmo. Sr. Marqués de Corvera en la Cerca- La noria de Dª Josefa López –Mesas y Serrano, en el Matar- La rueda del Ecmo. Sr. Marqués de Corvera en el Matar- La de Don Manuel Carretero en el Ramel- La de Don José Mª López en el Ramel- La de la Resurrección en el Ramel- La de Don Pedro Arregui en el pago del Molino- La de los Mayorazgos en el pago del Molino- La del partidor en el Barranco- El Motor león en Las Arboledas- El Motor Santiago de la Sociedad El Progreso en idem- La noria para las tierras de los Alemanes en idem- La de D. Juan P.Luna y otros en idem- La de los princesos en idem- El Motor de D. Andrés Martínez en el HurtadoPara el aprovechamiento como fuerza motriz:- El Molino harinero de Villanueva, propiedad del Exmo Sr. Marqués de Corevera- El de la Morra de dicho Sr.- El del Hurtado de don Pedro Laborda Fenoll.

Siguiendo las Ordenanzas el principal objeto de la Comunidad era el de evitar las cuestiones y litigios entre los diversos usuarios del agua. A la Comunidad pertenecían los dueños de terrenos comprendidos en zonas regables o de artefactos autorizados que reciban la fuerza motriz de las aguas. La Comunidad tenía un presidente, un vicepresidente, (cargos honoríficos y gratuitos) un secretario (retribuido) y un vicesecretario elegidos por la junta general. Las obligaciones de los regantes se computaban en función a la extensión de terreno que tengan derecho a regar. Los guardas del heredamiento (cuatro en principio) tenían el carácter de guardas jurados.

Cada uno de los partícipes de la Comunidad tenía opción a la cantidad de agua que proporcionalmente le correspondía del caudal disponible. Las aguas concedidas para determinado aprovechamiento no podían aplicarse a otro diverso sin la formación de expediente en el que constarán el proyecto de las obras con la memoria, plano y presupuesto, que detallarán el agua que se necesite.

En caso de tener que realizar obras urgentes por rotura de la presa o acequia o por cualquier otro accidente, el Sindicato convocaba con urgencia al juntamento para votar una transferencia o un crédito extraordinario. Una vez formados los repartos de aguas ordinarios o extraordinarios se exponían al público por quince días con fijación de edictos. Durante un plazo de dos meses se podían presentar reclamaciones

El apartado dedicado en las Ordenanzas al régimen sancionador es bastante exhaustivo, detallando todas las causas. También se establece el régimen de sesiones y las competencias de cada órgano: del pleno o juntamento, y mas genéricamente del sindicato u órgano de gobierno (para ser síndico o vocal del sindicato había que poseer al menos 50 tahullas), y del jurado de riego, órgano encargado de imponer las sanciones. Los reglamentos específicos del Sindicato y del Jurado recogen de forma pormenorizada las competencias de estos órganos.

La Pluma de Manuel Enrique Medina Tornero:"El Balneario"

El Alboroque Digital
Texto de Manuel Enrique Medina Tornero,
Cronista Oficial de Archena.
Fotos extraidas de la Web del Ayuntamiento de Archena.
Si hay un icono hoy que identifique Archena está claro que es el Balneario, por eso he querido dejarlo para el ultimo lugar. Los archeneros se sienten o deben sentirse orgullosos de que esté el balneario aquí, no sólo por su importancia económica y social, sino porque es la razón de ser de este pueblo.

Sin "Los Baños" como le gusta decir a la gente mayor, no existiría Archena. Su historia esta unida a este pueblo, a su nombre: Balneario de Archena, dicho así, pronunciado con la fuerza de quien se sabe querido.

Queridos paisanos todos lo sabéis... cuando viajamos y nos preguntan de dónde somos... de Archena, respondemos... ¡ah, el Balneario! Efectivamente: el Balneario, por eso quiero dedicarle un pequeño apunte, apenas un dibujo a pluma de su enorme historia.

Ya hemos hablado de los íberos, de los romanos... y ahora quisiera centrarme aunque muy brevemente en la historia moderna...Los baños medicinales de Archena adquieren a partir del siglo XVIII la consolidación social y sanitaria necesaria para afianzarse como muy convenientes y efectivos para la salud, en comparación con los existentes en España en ese momento.

La importancia medicinal y curativa de las aguas fueron objeto de estudio por el Dr. Andrés Prim en el siglo XVIII para la famosa edición de «Espejo cristalino de Aguas», aunque sólo se trataba de un pequeño estudio. En esta centuria se imprimirá una obra de gran trascendencia: Disertación physico-médica de las virtudes medicino/es, ufo, y atufo de /os Aguas thermales de la villa de Archena, escrita por el Doctor D. Francisco Cerdán, médico titular de la ciudad de Villena.La celebridad de las aguas de Archena sirvieron de inspiración a don Ignacio López de Ayala para escribir el Poema Phisico de los Bonos calientes de la villa de Archena en el reino de Murcia, publicado en Murcia en 1777, del que copiamos algunos versos, escritos originalmente en latín y castellano:Venid, enfermos, de remotas partes, Emprended confiados estos baños, Que el cielo aquí con inauditas artes, Compadecido de la suerte i daños De los mortales, ó sus males cura, O dulce alivio al padecer procura.

»A pesar de la fama de sus aguas termales tanto en España como en Europa, el balneario no reunía las mínimas condiciones higiénico sanitarias para ser considerado como tal, la Orden de San Juan no invertía apenas dinero... y así fue durante todo el tiempo en que fueron de su propiedad. La situación llegó a tal extremo de deterioro que fue necesario realizar una reforma, no sólo de los edificios civiles sino del entorno urbanístico en 1785, y esto gracias a las innumerables quejas que los militares que venían a curarse de las heridas le hicieron llegar al rey Carlos III quien ordenó a la Encomienda que efectuase alguna reforma.

Se decidió poner en marcha un proyecto ambicioso y de gran envergadura, encargado al Arquitecto Gregorio de la Rosa y se recibió el apoyo político a las obras y el interés del Conde de Floridablanca en el proyecto:La dejadez de los sucesivos administradores de la Orden y el desinterés de la Administración Civil por este tipo de establecimientos, permitieron que las obras realizadas sirvieran para muy poco, y que la decadencia urbanística y sociosanitaria de Los Baños caminasen parejas a la fama que sus virtudes curativas iban alcanzando.

VIDA SOCIAL EN LOS BAÑOS
Los Baños en esta centuria del XVIII están perfectamente consolidados como negocio, proporcionando un fuerte impulso económico al pueblo, sobre todo en el comercio y la mano de obra necesaria para su mantenimiento. A pesar de esto, el interés de los comendadores por esta empresa es puesto en entredicho constantemente.

Con cierta amargura describía Jaime Breix, capellán y administrador de Los Baños, las estancias de las Termas a finales de este siglo.A pesar de las obras realizadas, el número de habitaciones no era suficiente y muchos enfermos se hospedaban en casas del pueblo, especialmente en el mes de mayo que era el de mayor concurrencia. Esta circunstancia implicaba la gran incomodidad de acudir diariamente al baño desde el pueblo, y según el criterio de Jaime Breix: «esto es nado favorable por mas precauciones que se tomen, pues falta aquella quietud, que este remedio exige, y muy arriesgado por la agitación, y la inclemencia».Otros enfermos se albergaban bajo toldos que instalaban a las afueras de el balneario o en la orilla del río Segura, y otros más pudientes, lo hacían en sus propios carros, acomodados al efecto.

El considerable incremento de visitantes que el balneario alcanzó durante el siglo XVIII, las obras de mejora realizadas por la encomienda a final de siglo y el uso que como hospital militar desempeñó en la guerra de la independencia, colaboraron a que el establecimiento termal cobrase gran relevancia en el territorio nacional.

Un hecho notable son las sucesivas publicaciones aparecidas en esta centuria, como la del capellán y administrador de los Baños, Jaime Breix en 1801; las memorias de los médicos directores, Juan Alix en 1818, Sánchez de las Matas en 1846 y 1867, Justo María Zavala en 1875; y el interesante y ameno libro de autor anónimo: Guía del Bañista, editado en 1881. A estas publicaciones se añadirían los oportunos datos del Diccionario Geográfico de Madoz; así como los proporcionados en la guía: España en la mano, publicada en 1877.


OBRAS DE MEJORA HASTA LA MITAD DE SIGLO
Después de la Guerra de la Independencia las instalaciones termales quedaron en pésimas condiciones, dado el gran número de soldados enfermos y heridos que habían acudido a curarse, y todavía continuaban llegando en 1815, cuando el Teniente General D. Carlos Guillermo Doyle, que ya conocía el establecimiento, tras haber recuperado su salud con el uso de estas aguas, quedó tan convencido de las posibilidades curativas de las mismas que llamó la atención del Rey Fernando VII.

Todas estas obras fueron realizadas con bajo costo ya que se emplearon como peones a presos del penal de Cartagena; aunque, donde más trabajaron los soldados fue en la construcción de la actual carretera.

Las obras mencionadas, si bien fueron muy beneficiosas para el desarrollo del establecimiento termal, a los vecinos de Archena no le proporcionaron sino grandes perjuicios, ya que durante cierto tiempo tuvieron que vivir con escasez y penuria económica. La razón es bien sencilla: los gastos que ocasionaban los presidiarios, así como los de la tropa de guardia eran adelantados por el Ayuntamiento que a su vez conseguía los fondos del vecindario.

DESAMORTIZACIÓN DEL BALNEARIO

Los Baños, como todas las propiedades de la Orden de San Juan fueron desamortizados según Real Orden publicada el 28 de enero de 1850, pero, previamente habían estado administrados por la Caja de Amortización de Murcia, que muy poco hizo en favor de los mismos, todo lo contrario, al lograr con su mala administración un descenso en el valor del establecimiento termal de cara a la subasta.

Los Baños, sus dependencias y terrenos, fueron adquiridos por el Marqués de Corvera en 23.000 duros, que posteriormente los cedería a su hermano el Vizconde de Rías.

OBRAS DE MEJORA EFECTUADAS DESDE 1851
Las mejoras efectuadas desde que el Marqués de Corvera adquirió la propiedad hasta final de siglo fueron numerosas e importantes:

1.- El Pabellón de las Termas, estaba donde hoy está el actual, con el mismo nombre. Construido encima de los baños y con comunicaciones interiores, abrió sus puertas en 1862. Constaba de planta baja y principal.

2.-Pabellón Madrid, situado a la izquierda de la iglesia, formando ángulo con ella, aunque separado por un pasadizo. Con planta baja y principal. Se inauguró en 1868, hoy ya no existe.

3.-Sucursal del Pabellón Madrid, separada por otro pasadizo de este Pabellón y de la iglesia, constaba de dos pisos y se estrenó en 1873.

4.-Pabellón Levante, situado a la derecha de la iglesia y frente al Pabellón Madrid, tenía planta baja y principal. Se inauguró en 1878. La llegada del ferrocarril y la apertura de nuevas carreteras mejoraron considerablemente las comunicaciones con el balneario, sin embargo, nada tan importante como la inauguración del puente, fue celebrado por los bañistas que acudían a este pueblo y sufrían el paso de la barca, cuando funcionaba. Las obras de mejora se intensificaron en los últimos años del siglo siempre con la perspectiva de progresar en la calidad de los servicios.

Después de 1880 se decidió terminar el edificio de Las Termas, añadiéndole el ala derecha, para lo cual se derribaron las "casitas" que ocupaban los médicos-libres; se hizo en la planta baja de dicha ala una piscina para duchas de 19 m. de largo por 7 m. de ancho; se construyeron cinco gabinetes de baños con tinas y diferentes grifos instalados para servirse en ellas aguas minerales, comunes, de infusiones calmantes o cualquier otra composición.

Los dos pisos superiores se destinarían a habitaciones de hospedaje. Además a la sucursal del Pabellón Madrid se adicionaron nuevas habitaciones.El Parque, se trataba de un viñedo que se descepó en 1869 para plantarlo de árboles y arbustos. Se construyó un gran jardín lográndose un impresionante vergel, tal como es hoy. Se abrió al público en 1876, y ofrecía una cuidada selección de árboles y frutales, de las especies autóctonas más comunes en la región así como gran número de plantas tropicales.

Estaba a la otra orilla del río y para visitarlo era preciso cruzar en barca, lo que añadía un atractivo mayor al paseo. En el Parque se instalaron diversos juegos: tiro de pistola y carabina, billar romano, juego de la rana y otra serie de distracciones al aire libre. El acceso a esta diversión se hacía mediante un abono de 30 reales para todos los días, que incluía así mismo la entrada al Casino. Si sólo se quería entrar al Parque el abono era de 10 reales por temporada. Lo normal era efectuar las visitas por la tarde, después de reposar la comida.
EL BALNEARIO EN EL SIGLO XX

Al inicio del siglo se observa un periodo de gran brillantez del balneario pero de estancamiento en obras y equipamiento, y el establecimiento sufre un importante deterioro.Durante la guerra civil el balneario es ocupado por un destacamento del ejército ruso que utiliza las instalaciones con cierto cuidado pero que no puede impedir un aumento del deterioro.

Tras la guerra civil la familia de los actuales propietarios... inicia un periodo de relanzamiento, con importantes obras en los años 80, 90 y sucesivos como en la actualidad. Se construye y se reconstruye con el rigor necesario para mantener con pulcritud el sabor añejo de sus instalaciones, pero con aire renovador y respetuoso con la finalidad de un establecimiento termal.

Hoy, el Balneario es la primera empresa del pueblo, téngase en cuenta que en el año 2001 se han superado las 150.000 pernoctaciones, con más de 15.000 clientes estables y mas de 10.000 que utilizan las instalaciones termales y recreativas... con un importante expansión de futuro

Se que la sociedad propietaria del Balneario es consciente de la joya histórica que posee, por eso, conocedor de su responsabilidad les pido y ruego que sean capaces de combinar adecuadamente lo antiguo con el progreso, de esa exacta combinación todos ganaremos, y la historia nos juzgará.

Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.

Publicado en: "La Archena de ayer... en 7 postales". 2003

20 DE JUNIO DE 2008


LA IGLESIA DE ARCHENA

El Alboroque Digital
Texto de Manuel Enrique Medina Tornero, Cronista Oficial de Archena
La iglesia de Archena está situada en un lugar estratégico, antes ocupado por una mezquita, mirando a la vega más fértil del término municipal, a los sotos del comendador, al ramel y al pago del barranco, presidiendo el camino real, las parecicas, el único acceso al pueblo desde Ceutí. En una esquina del pueblo sin construcciones adosadas que le molesten, con su vieja campana -la dona- bendecida en 1734, la que indica el comienzo de la jornada, la que avisa de los riegos, marcando la vida laboral y el reloj de los sin reloj... la que recuerda al hombre sus obligaciones.

Es una iglesia pobre en su fábrica, en su construcción... sencilla en su planta y sin alardes en su interior, que ha soportado todo tipo de avatares y agresiones pero que ha presidido muchos acontecimientos felices... De esta iglesia quiero hablaros.

La conversión de los mudéjares de Archena implicó, si no la destrucción, sí al menos la habilitación de la mezquita árabe, en iglesia parroquial. En 1505 mediante una bula, la Santa Sede autorizó que las antiguas mezquitas pudieran convertirse o transformarse en iglesias.Archena, convertida en parroquia, con pila bautismal, dependía de la vicaría de Calasparra. Al frente de la iglesia había un prior bajo la dependencia orgánica del comendador de la Encomienda.

La iglesia se edificó hacia la primera mitad de este siglo, en 1547 ya existía, lo conocemos por una de las visitas de apeos realizada por la Orden, en la que se menciona la posesión de: «una iglesia de la advocación del señor san Juan».Sólo sabemos que se trataba de una pequeña "nave" rectangular acabada en un cono, con los techos muy bajos y sustentados en "colañas" que se rompían con frecuencia dejando el tejado al descubierto.

La iglesia sólo disponía de siete bancos para asiento de los feligreses y tres escaños para ser ocupados por el comendador o su representante, el alcalde mayor, cuando acudían a las ceremonias.

Así debió seguir la iglesia, pequeña y en mal estado puesto que durante el siglo XVII las condiciones arquitectónicas empeoraron ya que en las visitas de los comendadores, al referirse a la iglesia únicamente encontramos quejas del prior, del concejo y de los vecinos, así como recibos de continuas reparaciones.
CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA 
En el siglo XVIII debido al crecimiento demográfico, la expansión económica, la importancia dada por la Iglesia a las parroquias, y todo esto, unido al estado lamentable y ruinoso que presentaba el templo de Archena, sirve para afianzar la idea de construir una iglesia. Debía ser preocupante el estado de la iglesia cuando la orden hospitalaria decidió acometer la reconstrucción en el mismo solar, incluso aprovechando parte de la estructura ya edificada. Podíamos denominar a la obra proyectada como de expansión de la iglesia primitiva.

La dirección de la obra se le encargó al maestro alarife Gregorio de la Rosa, que a partir de este momento también realizaría los trabajos de construcción del Ayuntamiento, el horno y la nueva planta de Los Baños. Las obras dieron comienzo en la primavera de 1770, aunque no disponemos de planos, ni de planteamientos técnicos, sólo conocemos la cantidad de materiales empleados.

Los edificios de las dos iglesias, la primitiva y la nueva, se unieron en 1785. Aunque la iglesia se quedó sin acabar dejando pendientes importantes obras de envergadura. Hasta 1819 y tras intensas gestiones del ayuntamiento, no se reanudaron las obras, previa autorización, mediante real orden del rey Fernando Vil a la junta económica de la Orden de San Juan.Efectivamente, las obras se subastaron y la mitad de las mismas se iniciarían en la primavera de 1819, pero apenas transcurrido un año se paralizaron, dejando las capillas cortadas hasta el arranque de los arcos. En 1835 no se habían reanudado las obras pendientes y los oficios religiosos se celebraban en la mitad del crucero, espacio insuficiente y poco capaz, en opinión del clero y Ayuntamiento, para albergar a los feligreses que concurrían.

Las obras inacabadas se fueron realizando muy lentamente a lo largo de este siglo y parte del XX, gracias a los generosa aportación de los vecinos, y de manera especial de algunos hacendados ricos del pueblo, como los Vizcondes de Rías, en cuyo agradecimiento se les otorgó el título de "Bienhechores del Templo" así lo testimonia la lápida colocada en una de las paredes de la iglesia. Es de interés leer la descripción que hace de la iglesia J. A. Melgares, quizá el único que hasta ahora haya abordado un estudio pormenorizado.Por fin en 1889 se terminaron dos capillas y en 1890 fue preciso renovar casi todo el tejado. En 1897 se reconstruyó la sacristía y se edificó un cuarto trastero.

En la actualidad podemos comprobar cómo la torre gemela de la derecha nunca se terminó, dando a la iglesia un aspecto inacabado.

Durante los primeros años del siglo XX no se realizaron más obras, salvo para estropearla. Se hicieron revoques de las paredes exteriores, que hoy se pueden contemplar tras las obras de restauración recientemente realizadas.La inadecuada utilización durante la guerra civil supuso daños materiales en el interior así como la desaparición y/o destrucción de imágenes y el retablo del altar mayor, aunque otros posteriormente también eliminarían elementos ornamentales de gran valor para la adaptación de la iglesia a las nuevas formas de culto emanadas del Concilio Vaticano II. Una-de las más significativas fue la del púlpito. Los revoques interiores han vuelto a taparse con otra capa de pintura... Y la pintura que presidía el altar mayor, con la escena del bautismo de San Juan Bautista pintado por Enrique Salas también ha desaparecido.
Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.
Publicado en: "La Archena de ayer... en 7 postales". 2003

12 DE JUNIO DE 2008


ARCHENA/ La Pluma de Manuel Enrique Medina Tornero:"El Río Segura"

El Alboroque Digital
Texto de Manuel Enrique Medina Tornero, Cronista Oficial de Archena.
La vida del hombre de Archena se confunde con la historia del agua sobre una tierra sedienta. Tanto desde la utilización de técnicas de regadío como de instrumentos para el mismo, así como la generación de estructuras sociales y organizativas, el hombre de Archena ha vivido todo lo relacionado con el agua de forma intensa, dramática y fatalista.
En bastantes ocasiones hemos escrito que si hay alguna característica que pueda definir la razón de ser de Archena, ésta es, sin duda, la del agua. Creado este pueblo a orillas del río Segura, en cuyas fértiles tierras y montañas los íberos primero y, más tarde romanos y árabes, dejaron constancia de su presencia. Sin embargo, ha sido la mano del hombre la que ha conseguido que el agua sea una fuente de riqueza para este laborioso pueblo de artesanos del riego. La mayor muestra de la capacidad de administración y uso del agua en estas sedientas tierras fue la construcción de acequias y la utilización de artefactos para el riego.
El huertano archenero (romano, árabe o cristiano, medieval o moderno) fue saneando, con el tiempo, un valle otrora malsano, pantanoso y encharcado; construyó azudes, estacadas, presas y acequias; se impuso unos derechos y unos deberes y luchó siempre, y sigue luchando, contra factores adversos que, frecuentemente lo sumen en la rutina y otras veces goza de los frutos de unas tierras que podemos calificar como "paraíso en la tierra".
Durante siglos, la principal ocupación de los vecinos de Archena fue la agricultura; en sus tareas se empleaban casi la totalidad de los habitantes. Sabemos por la carta de población que las labores agrícolas eran también la principal misión encargada por la Orden a los mudéjares de Archena, dedicándole numerosos apartados. Estos mudéjares mantenían y conservaban con esmero, y no sin arduos esfuerzos, el aprovechamiento del agua del río a través de la construcción de acequias para el riego de las zonas más altas. De ahí que una de las características importantes de estos pueblos vecinos tanto del Valle de Ricote como de la vega del Segura, sea el uso compartido -a pesar de los problemas- del agua para riego. Archena dependía del azud de Villanueva, Molina del azud de Archena, así como Alguazas, Ceutí, Lorquí y las Torres de Cotillas del azud de Archena.
En Archena las acequias son las arterias por donde circula el agua que va a permitir que la vida llegue a donde el río por sí mismo no puede. La cultura del agua en Archena es algo digno de un estudio más pormenorizado, pero es importante decir que forma parte de la vida de los archeneros como tantos otros pueblos de nuestra geografía regional, de la acequia las hileras, los brazales, los portillos casi con nombres propios, las tandas de riego, hasta un largo etcétera.La acequia más importante de Archena es la Acequio principal o acequia mayor que nace en el azud de Villanueva y de la que ya encontramos referencias en el siglo XIII.Esta acequia atraviesa el pueblo y ha sido durante muchos años referente económico (según llevase agua o no), social (en la acequia se lavaba, de la acequia se tomaba el agua para el uso doméstico), lúdico (en la acequia se bañaban en verano) y para otros usos como abrevadero de los animales y celebraciones.
La acequia principal también ha dado lugar a una de las construcciones hidráulicas de más importancia en el pueblo, la realizada entre los años 1628-1634, para el cambio de lugar, y del curso de la acequia, construyendo lo que se conoce como "las minas" que conduce el agua desde el paraje de La Morra hasta La Cerca en la misma ribera del río, aproximadamente 1.800 metros bajo tierra.Otra de las acequias que construyen la historia de Archena es Lo Caravija que tenía como misión regar las tierras altas de la margen izquierda del río Segura y las incipientes tierras de La Algaida. En esta acequia también se hizo una importante obra de ingeniería hidráulica para sortear la hoy conocida como Rambla del Arco, que en realidad debe su nombre, precisamente, a los arcos de piedra que se construyeron para salvar el desnivel y las avenidas de la rambla y poder regar las tierras de trigo que la Orden tenía en esta zona.La Acequia de Alguazas que nace en el azud de Archena servía para regar las tierras de Alguazas, Ceutí y Las Torres de Cotillas, Su origen documentado se aproxima como mínimo al siglo XIII.Importante fueron también las excavaciones de las "minas" de La Algaida para dotar de agua a la acequia mayor de Molina (La Subirana), obra de gran ingenio y espectacularidad que lleva la impronta del arquitecto Melchor de Luzón en 1651.
NORIAS Y ACEÑASA mediados del siglo XIX existían en Archena 7 norias, 3 aceñas y varios artefactos de jarros y cajones para elevar el agua. En la actualidad apenas las norias son vestigios históricos que deben conservarse como así se está haciendo. Son un patrimonio que nos legaron nuestros padres y se debe hacer un gran esfuerzo por recuperar la memoria.
Quisiera traeros los versos de nuestro poeta Vicente Medina "los oasis de Murcia":
Ya sé que mi tierra
tiene pobre la traza...
Mi tierra morisca es pobre
donde no hay agua
Mi tierra es tierra de moros,
mi tierra es tierra africana...
mi tierra tiene el oasis
donde hay agua...
Hay que tener de mi tierra
el alma
"pa" apreciar en lo que vale
el agua
... Porque es la ilusión, la vida
y la esperanza,
para el hombre de mi tierra,
el agua
Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.Publicado en: "La Archena de ayer... en 7 postales". 2003

6 DE JUNIO DE 2008


El Rincón de Pachi: Lo que aún no sabemos "Historia de Archena"

El Alboroque Digital
Texto gentileza de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Archena.

A partir de que, en 1990, Manolo Medina publicara su "Historia de Archena", se ha avanzado de forma notable en el conocimiento de la misma. Son numerosas las aproximaciones, algunas realizadas desde el mismo Archivo, junto a estudios mas serios como los recogidos en los cuatro Congresos del Valle de Ricote; también monografías y artículos ajenos a nuestra zona geográfica, han aportado valiosas informaciones.

Vamos a mencionar algunas de ellas. La presencia romana en los Baños estaba plenamente documentada por restos como la célebre lápida de los Duumviros, pero recientes excavaciones nos han confirmado su gran importancia, y la calidad de los materiales empleados en las instalaciones del complejo termal. El edificio principal era un templo-balneario, algo lógico en una cultura que concebía la curación como un regalo de la divinidad.[1]. Ahora conocemos la fecha (15 de junio de 1244) en que el Infante don Alfonso donó la Villa a la Orden Hospitalaria.[2] Sabemos que el auténtico castillo, las ruinas situadas mas arriba del hospital militar, no se encuentran en su lamentable estado tan solo por la desidia de los archeneros, sino porque fue expresamente mandado destruir por el príncipe don Enrique a mediados del siglo XV, en el marco de la guerra civil castellana.

Por las Visitas de la Orden de San Juan conocemos mas sobre la población de la Villa, en lenta progresión desde los escasos setenta habitantes de la aljama cuando se firmó la Carta de Población (1462), hasta alcanzar los 120 vecinos o cabezas de familia de 1761, que representan unos quinientos habitantes. No es extraño que fuera ese el momento en que se construyó la actual Parroquia y la Casa Grande paso a ser Casa-Habitación. En medio del período hay que mencionar la expulsión de los moriscos en 1614, que implicó la pérdida de algo menos de la mitad la población. También hemos conocido que, en la época dorada del termalismo, finales del siglo XIX y principios del XX, cuando ya los Baños habían pasado a manos privadas (Vizconde de Rías) y se habían acometido obras emblemáticas como el hotel Termas, el Casino o la ermita, el de Archena era, con mucho el establecimiento termal mas visitado de España[3].



Aunque pueda sorprender las preocupaciones de nuestra sociedad, los temas que ocupan espacios en prensa, también se reflejan a veces, en las consultas de los investigadores que se acercan al Archivo. En los dos últimos meses hemos tenido que revisar los documentos sobre los sistemas de riego y problemas en la gestión y uso del agua del río en dos ocasiones: una para un investigador que ya ha editado un estudio financiado por la Unión Europea sobre la regulación de los regadíos en la huerta de Murcia[4] y que ahora quiere hacer lo mismo con otras zonas de la cuenca. La otra, para reproducir documentos de nuestro archivo que se presentarán en el Pabellón de Murcia y Valencia en la Expo de Zaragoza, que tiene por objeto enseñar los usos jurídicos que tradicionalmente han regido en estas zonas, de excelentes producciones agrícolas, pero siempre deficitarias en recursos hídricos.


El problema del agua nos está poniendo de moda, y, aunque no es un tema municipal puesto que el Heredamiento siempre ha sido una asociación privada de regantes, en el Archivo queda constancia de solicitudes de talas de árboles para construcción de ceñas y de pleitos por conflictos derivados de su gestión.

Estamos también a la espera de la publicación de dos estudios para los que en mayor o menor medida se ha acudido a las fuentes documentales del Archivo uno sobre la historia del hospital militar y el otro sobre la Archena del período de la República y Guerra Civil

Pero es evidente que nos queda mucho por saber, que tenemos enormes lagunas como la historia de la Archena islámica. Por señalar algunas: las diferentes producciones que ha habido en la agricultura archenera y su evolución; por ejemplo, sabemos que los cítricos se introdujeron en la Región por el Valle de Ricote, ¿cómo fue su llegada?.

En el Archivo hay algunos expedientes judiciales que aluden a los daños causados en los cultivos por el ganado (vacas), un conflicto que básicamente nos resulta conocido por las películas del oeste, ¿de verdad tuvo tan poca importancia la ganadería en Archena?. Cuando se produjeron las desamortizaciones en el siglo XIX y se vendieron los bienes comunales de los pueblos, ¿quiénes compraron los montes o cerros (que en Archena y las Villas del Valle pertenecían por mitad a la Orden Militar y al común de los vecinos) como propiedad privada?.

Queda por investigar la evolución del sistema señorial, las elecciones locales como reflejo de las luchas por el poder local,... siempre cabe aproximarse a la historia familiar por los padrones, a las costumbres y vida cotidiana que se cuela con frecuencia en los expedientes judiciales...En definitiva, falta mucho por descubrir sobre la historia de Archena y el Archivo Municipal estará siempre dispuesto a colaborar, poniendo sus documentos al servicio de todos.


[1] MATILLA SÉIQUER, Gonzalo: "El balneario romano de Archena". 4º Congreso Internacional del Valle de Ricote. Ricote, 2007 Págs. 211-229


[2] AYALA MARTÍNEZ, Carlos de (1995). Libro de Privilegios de la Orden de San Juan de Jerusalén en Castilla y León (s.s. XI-XV), Madrid. Págs. 500-501.


[3] LISÓN HERNÁNDEZ, Luis y LILLO CARPIO, Martín : "Los aprovechamientos termales en Archena". Murcia, 2003. Pág. 385


[4] RODRÍGUEZ GONZÁLVEZ, Francisco Jorge: "Las reglas del Agua". Instituto Euromediterráneo del Agua. Murcia, 2007

30 DE MAYO DE 2008


ARCHENA/ Manuel Enrique Medina Tornero:"La Cruz de Malta"

Texto de Manuel Enrique Medina Tornero, Cronista Oficial de Archena
La Cruz de Malta (insignia de la Orden de San Juan de Jerusalén) cuyo nombre actual es el de Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta...
Esta cruz es la conocida cruz griega ensanchada por sus cuatro extremidades a manera de puntas de flecha.

Quizás esta insignia, esta imagen, sea una de las más presentes en la vida de los archeneros sin que muchos sepan realmente qué significado tiene o por qué.

Este pueblo sometido al señorío de la Orden durante más de 500 años, cuando se liberó de la misma corrió un velo de olvido... tapó y ocultó sus símbolos -como si la historia pudiese borrarse- durante años, incluso las cruces de la puerta de la iglesia fueron ocultadas con varias capas de pintura.

Ahora sólo quiero aproximarme un poco a esta imagen. Permitidme un breve apunte histórico sobre la Orden de San Juan para poder comprender su importancia.

Durante la Edad Media, peregrinos de toda Europa acudían a los Santos Lugares desafiando toda suerte de peligros y riesgos, expuestos en todo momento a perecer a manos de los sarracenos, llegando al término de su penoso viaje, los que no sucumbían a las fatigas de una larga y azarosa marcha, en lamentable desamparo. Movidos a compasión, unos mercaderes de Amalfi fundaron a mediados del siglo XI, en Jerusalén, un hospital para los peregrinos. En este hospital debe verse el origen de la Orden de San Juan.

La Orden hospitalaria fue aprobada por el Papa Pascual II en el año 1113. Tomaron el hábito negro con una cruz blanca de ocho puntas en memoria de las ocho bienaventuranzas, utilizada como emblema, realizando los tres votos monásticos de obediencia, pobreza y castidad. Su fundador Tune, erigido en cabeza de la naciente Orden, hizo edificar una suntuosa iglesia y un vasto hospital bajo la advocación de San Juan Bautista, de donde tomó su nombre la institución.

Sucedióle Raimundo Dupuy, que fue el responsable de dar a la Orden una nueva orientación, añadiendo a los tres votos establecidos, el de tomar las armas en defensa de la religión. De esta manera, la Orden hospitalaria, nacida en el hospital de San Juan tenía por fin servir a los pobres, convirtiéndose en una organización guerrera y religiosa, dispuesta siempre a tomar las armas contra los infieles.

La Orden creció de forma extraordinaria al ingresar en ella muchos jóvenes caballeros de todos los países europeos, y de ahí la expansión por Europa. La Orden de San Juan aparece en España y desde los primeros momentos de su fundación, a comienzos del siglo XII llega a Murcia en donde a pesar de la capacidad guerrera, únicamente se dedica a la explotación racional de los bienes rústicos que completan con una constante política de repoblación, encaminado todo ello a obtener el máximo rendimiento de los bienes, para atender a las necesidades de la hospitalidad.En definitiva, la Orden utilizaba la encomienda de Calasparra y Archena, sus principales posesiones en el reino, como despensa y hacienda recaudadora para poder pagar sus aventuras y guerras contra los infieles en el mediterráneo. ¿Pero qué pasaba entre la Orden y los vecinos de Archena? para que pasados más de 500 años se quisieran borrar los vínculos tras la desamortización del XIX.

En primer lugar que desde la concesión de la soberanía sobre Archena hacia mediados del siglo XIII hasta la concesión de la escritura de población el II de septiembre de 1462, cuando la Orden de San Juan se decide a efectuar la repoblación del lugar, que antaño había sido habitado por una floreciente aljama, casi desaparecida en estos días como consecuencia de los avalares históricos de la decimocuarta centuria, nada o muy poco se preocupó por el lugar.

En segundo lugar la Orden de San Juan utilizó, para llevar a cabo sus planes colonizadores, el sistema de incorporación de aljamas de moros a sus dominios, cuyo caso único en el reino lo constituyó Archena, imponiendo con sangre un régimen económico-agrícola por medio de la Escritura de Población bajo un sistema de total privilegio para la Orden y de máxima onerosidad para sus colonos mudéjares.Y en tercer lugar, Archena, como aljama de moros, soportó un régimen jurídico adinistrativo distinto y mucho más gravoso que el de la encomienda de Calasparra y este hecho constituye más que un privilegio un arancel de derechos de la Orden sobre sus pobladores.

En la ordenanza de Archena observamos que no se trata de una regulación pactada en la que intervengan de una parte la Orden y de otra los vecinos, según ocurrió parcialmente en Calasparra, sino de un régimen impuesto por la Orden.

Esta situación no se solucionaría hasta enero de 1600 en el que la aljama de Archena presentó una demanda en la Chancillería de Granada en 1590 por lo oneroso del sistema de vida impuesto por la Orden, así como por no poder disponer de concejo, ni organización municipal alguna... sino un sistema caciquil del Alcalde mayor y el prior que eran los que realmente ejercían el poder efectivo...

Este fallo de la Chancillería nunca sería asumido por la Orden que desde entonces no perdió ocasión para provocar el enfrentamiento con los vecinos, especialmente en aquello que más les dolía como los impuestos y las concesiones agrícolas, así como en los bienes de propios como la barca, el horno y la carnicería... y no digamos nada sobre el estado de abandono en el que fue dejando sus propias posesiones...La Orden está presente en muchos lugares de la geografía urbana y de la simbología del municipio: el nombre de la iglesia de San Juan Bautista, en los sellos municipales, el escudo municipal hasta los inicios del siglo XX, el escudo de armas grabado en las puertas de la iglesia, en las antiguas vidrieras de la iglesia, hoy desaparecidas, el nombre de una de las calles más importantes: San Juan, la casa grande que era el solar que ocupaba la casa de la Encomienda, en la enseña y escudo del heredamiento de la acequia principal mientras fue de ordenamiento concejil y en el escudo actual del Ayuntamiento entre otras muchas referencias.

Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.

Publicado en: "La Archena de ayer... en 7 postales". 2003

23 DE MAYO DE 2008


ARCHENA/ La leyenda de la cruz del OPE

Texto de Pachi Amorós, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Archena.El Ope, situado al norte del término municipal, es el mas alto (276 metros) y el mas representativo y emblemático de los cerros que rodean a Archena. Su airoso pico, coronado por la Cruz es perfectamente identificable desde cualquier punto del término
Las piedras calizas blancas de que está formado no facilitan precisamente la vegetación, aunque los mayores recuerdan perfectamente tiempos más húmedos en los que sus faldas albergaban un escaso arbolado de eucaliptos y pinos. Entonces la caza de conejos era muy abundante y se veían también numerosas zorras.


La palabra OPE no aparece actualmente ni en enciclopedias ni en diccionarios tan prestigiosos como el de Mª Moliner, pero al parecer designa una piedra semipreciosa. La voz Ope aparece transcrita en dos papiros egipcios conservados en el Museo Británico; uno de ellos es un libro de horas en el que junto a la invocación constante de los nombres del dios Osiris se mencionan estrellas, montañas y otros elementos topográficos, ganado y todo aquello que podía ejercer una influencia favorable sobre Egipto y sus habitantes.


En la mitología griega la diosa preolímpica Rea, hija de Urano y de Gea, es decir del cielo y la tierra y por tanto una de las Titánides, tiene como segundo y poco conocido nombre el de Ope. Convertida en la esposa de Crono, supo que este devoraba a sus hijos y consiguió salvar al más pequeño, Zeus, entregando a Crono una piedra envuelta en pañales en lugar del niño. Es pues la abuela de los mas conocidos dioses del Olimpo. En Grecia el culto a Rea implicaba un tributo a las madres. Es frecuente la asimilación de Rea con la diosa frigia Cibeles por lo que tanto REA/OPE (Ops, en algunos casos)/CIBELES serían la misma divinidad, la diosa de la abundancia que conduce un carro tirado por dos leones y comparte con su hija Démeter/Ceres el cuerno de la abundancia


Pascual Madoz en su célebre diccionario publicado a mediados del siglo XIX, habla de: "la montaña o cabezo que se denomina el Ope, voz degenerada sin duda y que aludiera acaso a riqueza". En ocasiones aparece escrito como Lope o L/Ope, pero esta forma es sin duda un apócope utilizado con mucha menos frecuencia.


La Cruz del Ope existe, al menos, desde finales del siglo XVII, ya que desde esa fecha tenemos documentada su presencia gracias a los primeros documentos que se conservan en el Archivo Municipal: unos libros de contabilidad que se llamaban del gasto menudo. En estos libros se reflejaba el gasto que, según nos indica en su "Historia de Archena" Manuel Medina Tornero, se realizaba para festejar la Pascua Florida de Resurrección y colocar una cruz de madera envuelta en un lienzo. En el libro de 1725, por ejemplo, hay un asiento del mayordomo de propios: "mas ocho reales que pagué a el Sr. Cura de esta villa por la misa y prozesión de la Cruz del Lope". Este gasto se repite con carácter anual.


La Orden de San Juan se repartía con el Concejo el producto de la subasta anual de las yerbas del término municipal. El del Ope y los otros cuatro cerros que rodean Archena eran propiedad de la Orden y de los bienes de propios del pueblo a partes iguales. Con las desamortizaciones del siglo XIX estos cerros pasaron a ser propiedad privada.


Las cruces a la entrada de las ciudades fueron construidas con el fin de proteger a la población de los males exteriores: epidemia, enfermedades o incluso de la presencia demoníaca. Son un símbolo cristiano protector de tremenda austeridad. Sin aspecto decorativo alguno, responden a un viejo canon de arte popular.


La leyenda del Ope puede ayudar a explicar la necesidad de protección.


Cuentan que una lluviosa tarde de invierno un pastor fue al monte Ope a recoger caracoles y se encontró un corderillo pequeño. Se lo echó a los hombros, pero su peso iba aumentando paulatinamente y, en consecuencia fatigándolo cada vez más. El cordero se había transformado en borrego y de pronto emitió una voz grave, cono de ultratumba que le dijo al pastor:"cuanto mas lejos me lleves mas te pesaré"


El pastor soltó horrorizado al enorme borrego de pelo negro que resultó ser la figura del demonio en forma de fauno. Galopó ladera arriba, dejando tras de sí una estela maloliente y azufrosa a la vez que emitía unas espeluznantes carcajadas.


Según otra versión de la leyenda


El monstruoso ser extendió unas cartilaginosas alas y lanzando una terrible risotada, echó a volar.


Siguiendo la leyenda, tras este suceso el cerro fue purificado con exorcismos y coronado con una cruz en su punto mas alto, para librarse de la presencia demoníaca.


El primer cementerio con el que contó Archena, construido de forma provisional, tras la epidemia de fiebre amarilla de 1811, se situó en la falda del Ope .


La cruz del Ope continúa permaneciendo en lo alto del cerro, aunque ahora ya no es de madera, sino de hierro. La reposición de la Cruz y su cambio de material tuvo lugar después de la guerra, entre 1940 y 1941 y fue iniciativa de don Pedro Martínez López, conocido como Rojico Foña que había hecho la promesa de reponer la Cruz si conseguía volver a su pueblo después de haber sido encarcelado durante la guerra; La Cruz actual lleva grabadas en los dos extremos de la viga las iniciales del nombre de su patrocinador. En el taller de su garaje, situado en la carretera de Villanueva, construyó la cruz a partir de una larga viga de hierro, con la ayuda de Manuel el Polero y Joaquín (hijo de Jesús Prosa). En la colocación participaron los José Pones, constructores, que ayudaron en los anclajes. Estando también presentes María Luna y Antonio, marido de Antonia, la tuerta. Desde entonces y gracias a la perdurabilidad del hierro, no hace falta la reposición de la cruz.

22 DE MAYO DE 2008


LA PLUMA DE MANUEL ENRIQUE MEDINA TORNERO: EL CASTILLO DE ARCHENA

El Alboroque Digital
Texto de Manuel Enrique Medina Tornero, Cronista Oficial de Archena.
En la carretera que conduce al Balneario nos encontramos con un monte (conocido desde siempre como Cabezo del Castillo o Cabezo del ciervo) que le sirve de defensa. En su parte mas alta apenas se adivina un pequeño lienzo de muralla de argamasa que es lo poco que queda de una fortaleza levantada por los romanos sobre habitáculos ibéricos, para ser utilizada como atalaya y acuartelamiento que posteriormente sería ampliada y utilizada por los árabes que ocuparon el valle.
Hoy apenas se conserva entre sus muros el trazado de un aljibe, algunas pilas para abrevaderos de los caballos y también se puede apreciar -al mismo tiempo que la vista más bonita de todo el Valle del Segura- como las murallas han sido desmontadas para utilizar su piedra en otras construcciones.


Los cimientos de sus torres nos permiten ver su orientación hacia los castillos de los pueblos del Valle de Ricote. Desde la cima casi se divisan todos los pueblos, también se puede controlar el mas importante de los caminos hacia Castilla o en dirección a Murcia, puesto que con un sistema de señales era fácil conectar con el puerto de La Losilla que se ve perfectamente. ¿Pero que fue de este Castillo? es lo que mas nos intriga.


Desconocemos, por el momento, los sucesos acontecidos desde que los romanos abandonaron Archena, o, al menos el lugar de las termas. No sabemos si los visigodos ocuparon el espacio preparado por los romanos, si hubo lucha, y/o destrucción; si aprovecharon el Balneario y la huerta de alrededor. El mas grave de los silencios se cierne sobre la historia de los siglos de ocupación visigodo bizantino. Igual ocurre con la dominación árabe, no tenemos hasta hoy, ninguna referencia escrita que nos permita conocer cual fue el destino de estas tierras hasta bien entrado el siglo XIII.


Podemos imaginar que a través de las calzadas romanas que comunicaban Archena pudieron llegar los árabes tras el pacto, en el año 713, de Abdeladiz con Teodomiro (jefe de este reino). Quizás los árabes, amantes de la huerta, pudieron utilizar el sistema de regadío -si pervivía- creado por los romanos para mantener una privilegiada huerta a orillas del Segura. Aunque, lo único cierto que tenemos es la existencia de un castillo fortaleza, actualmente en ruinas, que formaba parte de un sistema defensiva para proteger el emplazamiento del Balneario.


Ricote era por los siglos XII y XIII cabeza del valle que lleva su nombre y un lugar culto en donde se daban cita sabios del Islam.


El acceso a este enclave árabe, según García Antón, formaría parte del itinerario: Murcia-Molina y Ricote-Cieza. Esto convertía a la fortaleza de Archena en un lugar privilegiado para el control. Desde el castillo se podían seguir perfectamente las evoluciones y movimientos que se producían en los caminos del valle.


El primero de mayo de 1243 efectuaba el infante don Alfonso su entrada en la ciudad de Murcia, y unos meses después, en un privilegio otorgado el 5 de julio, vemos escrito el nombre de Archena por primera vez, en el reparto que el Infante hace de los castillos y villas conquistadas entre los caballeros de su hueste: "da en tenencia lo de Archena y otros tres castillos, a D. Rodrigo López de Mendoza".


Pero la posesión del castillo duraría poco en manos del Almirante López de Mendoza, ya que el 15 de junio de 1244, encontrándose en Lorca, el Infante don Alfonso concedió la propiedad a la orden de San Juan, en la persona de su comendador en Consuegra frey Guillen de Mondragón, en los siguientes términos:"... otorgo a el e a la Horden del Hospital de Ultramar, donde es freire, el castillo de Archena con su villa por heredat, con montes e con fuentes e con pastos, con entradas e con salidad, con todos sus terminos e con todas sus pertenencias, así como las avie Archena en tiempo de moros, E dogela desta guisa, que por lo aya libre e quito por siempre jamas para vender e cambiar e empeñar, e para fazer dello como de lo suyo"Otra referencia a la existencia del castillo la encontramos en la concesión de Ceutí a la Orden de Santiago en 1295 al citar que la posesión lindaba con el castillo de Archena que ya era de la Orden de San Juan por entonces.


Por lo que ya sabemos que la Orden de San Juan es dueña del solar de Archena, pero apenas ejerce su señorío ya que las condiciones políticas y de permanente invasión de los moros no lo permite.
Otra de las noticias que tenemos sobre el castillo -sobre su existencia- se refiere a su conquista por Fajardo el Bravo quien tras su victoria contra los moros en la famosa batalla de Los Alporchones decidió apoderarse de determinadas villas, territorios y fortalezas del reino. Una de las elegidas fue Archena que fue asaltada y tomada por Pedro de Arróniz, fiel seguidor del aventurero Fajardo, en los primeros días de 1452.
Enterado Don Enrique, Príncipe de Asturias, escribió desde Jumilla al Concejo de Murcia el 8 de junio:"Yo he sabido que Pedro de Arróniz tiene tomado y ocupado el castillo y fortaleza de Archena que es de la orden de San Juan. Y exhorta al Cabildo para que tome por las armas dicha fortaleza y le ordena derribarla, con el consentimiento de frey Gonzalo de Quiroga, prior, y frey Gonzalo de Saavedra, comendador de Calasparra y Archena...".
El Concejo no atacó y prefirió la vía diplomática que evidentemente no le dio resultado ya que no lo devolvería a la Orden, al menos hasta 1461. El Castillo también fue utilizado como prisión para algunos enemigos que resultaban incómodos a Fajardo.
Sabemos que la Orden dio permiso a los vecinos de Archena para utilizar las piedras tanto del castillo como de las ruinas del balneario para edificar las casas de Archena, por lo que paulatinamente el castillo fue desmontado... y el tiempo hizo su parte del trabajo... pero además, una serie de avatares posteriores han contribuido a la situación actual:A finales del siglo pasado se construyó el actual hospital militar ocupando parte de la zona del castillo
Durante la guerra civil fue utilizado para el emplazamiento de una batería de cañones antiaéreos.
Sus laderas se han abancalado para jardines e incluso por un error las máquinas excavadoras destruyeron una necrópolis argárica existente en sus faldas, y ya antes para hacer la carretera de la residencia se habían destrozado otros asentamientos argáricos a finales del XIX.Quisiera señalar como argumento para el futuro y en lo que pueda suponer de reconstrucción del castillo que este monte propiedad del Balneario tiene en su cima el lugar más privilegiado para disponer de una vista sobre el Segura, el Parque y el mejor bosque de ribera de todo el cauce del río.
Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.


Estación de Archena-Fortuna

La estación de Archena-Fortuna es una estación ferroviaria situada en el municipio español de Archena al sur de Fortuna en la Región de Murcia. Cuenta con servicios de larga distancia operados por Renfe.

Situación ferroviaria

La estación se encuentra en el punto kilométrico 433 de la línea férrea 320 de la red ferroviaria española que une Chinchilla con Cartagena,1 a 147,47 metros de altitud. El elevado kilometraje se debe a que es Madrid la que se toma como kilómetro cero de la línea y no Chinchilla. El tramo es de vía única y está sin electrificar.

Historia

La estación fue abierta al servicio el 8 de octubre de 1864 con la puesta en funcionamiento del tramo Murcia-Cieza de la línea que pretendía prolongar la línea Madrid-Alicante hasta Murcia y Cartagena.2 MZA propietaria del trazado del cual nacía la derivación en Albacete se encargó de las obras.3 En 1941, con la nacionalización de la totalidad de la red ferroviaria española la estación pasó a ser gestionada por RENFE. Desde el 31 de diciembre de 2004 Renfe Operadora explota la línea mientras que Adif es la titular de las instalaciones ferroviarias.

Servicios ferroviarios

[editar]Larga distancia

En esta estación efectúan parada los Altaria que unen Madrid con Murcia y Cartagena.

SEMANA SANTA DE LAS PRIMERAS DÉCADAS DEL SOGLO XX
Archena News/ autor: Joaquín Palazón Ferrer
El contenido de este número de la revista, está dedicado a la Semana Santa de las primeras décadas del siglo pasado y más en concreto a la centuria romana conocida como "Los Armaos", en él se pueden observar fotografías muy antiguas de los pasos en aquella época y de las vestimentas de los cofrades.
Contiene además unas fotografías de Antonio Ibañez Palazón, con una cuadriga de caballos en un desfile con "Los Armaos".
Finalmente hace mención a personas que no viven en la actualidad y que colaboraron muchísimo para que las procesiones siempre pudiesen salir a la calle un gran recuerdo para ellos y ellas.
Hacer click sobre las páginas para ampliarlas, y poderlas leer
















Editado el nº 42 de la revista cultural "mi pueblecico"

Este número está editado con motivo del 90 aniversario de la muerte del pintor Inocencio Medina Vera, evento para el cual se publicará un libro que recogerá una muestra de su extensa obra artística.
Contiene esta publicación fotografías de pinturas de Inocencio y un comentario del pintor Francisco Sancha Lengo, amigo de Inocencio Medina.
Hacer click, para ver ampliadas las páginas y poderlas leer.







La Fábrica de Conservas Morte
Archena News
Este número, está dedicado a la segunda parte de la empresa Conservas Morte, que tantos años de trabajo supuso para muchos archeneros y archenaras.
En él podemos ver las etiquetas de su marca, a su esposa Angelina Yelo Gómez; también a ella junto a su hijo Antonio.
En referencia a los obreros, está la fotografía de Juán Tomás Ayala, padre de Mariano Tomás  y de los obreros y obreras, en las calderas, en el almacén y algunos de los chóferes junto a las antiguas camionetas.
Finalmente hay unas imágenes de una obrera ejemplar Matea Montoro Ríos que pasó casi toda su vida en esa empresa.
Hacer click sobre las páginas para verlas ampliadas y poderlas leer







Historia de la Parroquia

Inicio

La torre de la parroquia - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
La torre de la parroquia - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
Durante el siglo XVIII se desarrolló una amplia labor constructora o, en muchos casos reconstructora de iglesias. Tras la crisis de la guerra de Sucesión vino una época de prosperidad económica y esplendor religioso con claras repercusiones en el paisaje urbano de algunos pueblos de Murcia. El crecimiento demográfico, la expansión económica, la importancia dada por la Iglesia a las parroquias, y todo esto, unido al estado lamentable y ruinoso que presentaba el templo de Archena, sirvieron para afianzar la idea de construir una iglesia. En 1.752 el comendador a la Iglesia visitó el templo y al comprobar su aspecto, encargó al maestro alarife Ginés Martínez la elaboración de un informe sobre el estado de la misma, en el que se aprecien las deficiencias del edificio.
El reloj de la torre de la parroquia - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
El reloj de la torre de la parroquia - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
Ante tan lamentable estado, la Orden hospitalaria de San Juan decidió acometer la reconstrucción de la iglesia en el mismo solar, incluso aprovechando parte de la estructura ya edificada. Podíamos denominar a la obra proyectada como de expansión de templo primitivo. La dirección de la obra se le encargó al maestro alarife Gregorio de la Rosa que a partir de este momento también realizaría los trabajos de construcción del Ayuntamiento, el horno, y la nueva planta de Los Baños. Las obras dieron comienzo en la primavera de 1.770, aunque no disponemos de planos ni de planteamientos técnicos, sólo conocemos la cantidad de materiales empleados.
Las obras de construcción de la iglesia duraron más de lo previsto. En la visita realizada por el comendador en 1.779, se reconocía que el crucero estaba prácticamente terminado. Los edificios de las dos iglesias, la primitiva y la nueva, se unieron antes de 1.785. Lo hemos descubierto gracias a un recibo en el que Gregorio de la Rosa cobraba 350 reales por la "composición del tabique que une la iglesia nueba con la vieja". En el transcurso de los años, 1.772, en el que finalizaron las obras de más envergadura en la iglesia, hasta la entrega de las cuentas en 1.789 se producen los arreglos de embellecimiento interior del templo, ya que el exterior, nunca se terminaría de finalizar; prueba de ello es la fachada todavía hoy incompleta, a falta de una torre gemela. 
Subiendo por el campanario - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
Subiendo por el campanario - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
La Iglesia y su plaza quedaron elevadas sobre las casas circundantes, lo que resalta la importancia de su construcción. La composición espacial de la iglesia es de un barroco tardío, aunque la sencillez y sobriedad de su fachada exterior preconiza un cierto academicismo, que se irá extendiendo en el siglo XIX. 
El interior es de planta basilical con presbiterio plano y cúpula semiesférica; en la cabecera se encuentra el ábside principal donde se ubica el altar mayor y las dos capillas, una a cada lado. En el crucero se encuentra una cúpula sobre pechinas en las que se ubican unos lienzos adheridos a los muros de las pechinas. El templo está dividido en tres naves: una central y dos laterales. La primera está cubierta por una bóveda de cañón con lunetos, más elevada que las laterales, de menor altura que lo hacen con bóvedas de arista y que se comunican con la central por arcos de medio punto. Está sustentada por grandes pilares de planta rectangular, con medias columnas adosadas a éstos y rematadas cada una por un capitel de orden jónico, realizado por Miguel Clavado. La parte inferior de la cornisa está decorada por una alternancia entre rosetas y pequeñas ménsulas.
Si importante se considera la construcción de la iglesia, no menos importante fue la generosidad con que los vecinos colaboraron, de forma gratuita en su edificación, aspecto resaltado por el propio maestro de la obra en sus memorias. Esto nos da una idea del comportamiento, de la mentalidad religiosa y solidaridad de los vecinos de Archena durante este siglo. El comendador D. José de Oxea y Guzmán decidió no sólo edificar una nueva iglesia, sino que además, era preciso cambiar el aspecto de los priores en las ceremonias para estar más acorde con su función, ordenando la renovación de todo el vestuario litúrgico. Hasta 1.819 y tras intensas gestiones del Ayuntamiento, no se reanudaron las obras, previa autorización, mediante R. Orden del rey Fernando VII, a la Junta Económica de la Orden de San Juan. Las obras pendientes se realizaron muy lentamente, a lo largo de este siglo y parte de XX, gracias a los generosa aportación de los vecinos, y de manera especial de algunos hacendados ricos del pueblo, como los Vizcondes de Rías, en cuyo agradecimiento de les otorgó el título de "Bienhechores del Templo", como así lo testimonia la lápida colocada en una de las paredes de la iglesia. En 1889 se terminaron dos capillas y en 1.890 fue preciso renovar casi todo el tejado. En 1877 se reconstruyó la sacristía y se edificó un cuarto trastero. Entre los años 1.875 y 1.877 se instaló un nuevo púlpito, "con una buena baranda", que primero fue de madera y posteriormente de hierro, forjada artísticamente por el cerrajero Juan Diego Duarte, cobrando 300 reales.
Las vidrieras se construyeron enlazadas y cogidas con alambres, cuya ejecución se encargó a Lucas Palomares, cobrando 308 reales; el maestro alarife Gregorio de la Rosa cobró 175 reales por colocarlas. Las actuales son obra de los alumnos del Instituto Vicente Medina de Archena, por encargo del entonces párroco, Don Cristóbal Guerrero Ros, y fueron instaladas en el año 1.992 ó 1.993. También se realizaron cuantiosos trabajos de carpintería: ventanas de media naranja (situadas en el campanario y en el coro), las puertas del osario, sacristía, coro, y de la torre, etc.; todos los trabajos le fueron encomendados a los maestros Luís Rosillo o Matías Martínez. Cabe destacar el púlpito, realizado todo en madera, incluidas baranda y escalera. 
La campana menor - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
La campana menor - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
La campana, era sin duda, la medida del tiempo en el Antiguo Régimen. La que indica el comienzo de la formada, la señal de oración, el descanso del Ángelus… La que recuerda, pues, al hombre sus obligaciones espirituales. En definitiva era, y es, todo un símbolo. La iglesia de Archena siempre dispuso de campanas pequeñas, que estaban colgadas de la fachada principal. Sin embargo, la primera campana importante, la más grande, adquirida por 103 reales, se colocó en la iglesia en 1.734. Las actuales campanas datan de 1927, la más grande (llamada Emilia), y de 1948 la más pequeña. La primera está construida en bronce y en su cuerpo se puede apreciar distintos relieves, correspondientes a representaciones de querubines y serafines, inscripciones referentes a Jesucristo (JHS) y María (M), el escudo de la fundición responsable de la construcción de la campana, una cruz, cuatro palomas que representan a Dios Espíritu Santo, cuatro castillos protegidos por dos leones y distintos motivos vegetales a modo de decoración. La segunda campana de nuestra parroquia, y más pequeña, es de hierro colado (el material escogido para su fundición denota la falta de presupuestos después de la Guerra Civil). Los relieves que decoran esta campana son más escuetos y se reducen a una inscripción en donde no se puede apreciar con claridad la fundición que la realizó, el año de construcción y distintos elementos vegetales.
La campana mayor - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
La campana mayor - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
A la misma vez, que la nueva iglesia iba adquiriendo una apariencia más apropiada a las necesidades de los feligreses, éstos realizaban un esfuerzo más, en este caso, ocupándose de mejorar la calidad de las imágenes del templo. A la Virgen del Rosario, la Encarnación, Jesucristo Crucificado, San Roque y Jesús Nazareno restauraron y embellecieron; así mismo el retablo del altar mayor, en donde se ubicaba el patrón. 

Antiguo retablo de la Parroquia de San Juan Bautista de Archena

Retablo antiguo - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
Retablo antiguo - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
Se compró una imagen de San Antonio de Padua en una talla de cuerpo entero, que costó 600 reales; se adquirieron cuadros que representaban el Santísimo Aparecimiento, San Miguel (éste para la sacristía) y Nuestra Señora con el niño en brazos. En un ambiente de fervor mariano que recorría España, el pueblo solicitó que se adquiriera y colocase en la iglesia una imagen de la Virgen de los Dolores. Todas las imágenes se adornaron y aderezaron con nuevas ropas y alhajas, adquiridas con el apoyo de las cofradías que pujaban por ver cual de ellas adornaba mejor a su imagen. El retablo original, junto con todas las imágenes, fue destruido durante la Guerra Civil. Tras el Concilio Vaticano II, el presbiterio se adaptó a las necesidades del culto y se sustituyó el fresco del pintor local Enrique Salas, obra de la posguerra que representaba el bautismo de Cristo por San Juan en las aguas del río Jordán. El fresco sustituyó al antiguo retablo barroco, destruido en la guerra civil de 1.936.

Retablo actual de la parroquia de San Juan Bautista de Archena

Retablo actual - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
Retablo actual - AUTOR: PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA
El retablo actual fue encargo de Don Cristóbal Guerrero Ros (párroco desde 1.979 hasta 2.003) y del entonces coadjutor Don Francisco Sánchez Abellán al retablista Don Juan Lorente y terminado en 1.988. Es un conjunto cuyo estilo sería propio de un barroco tardío, muy simple, donde se entremezclan elementos clásicos, como las columnas o el friso que posee, y en donde domina la línea recta sobre la curva. Eso sí, recuerda mucho al destruido durante la guerra. 
Está dividido en tres calles: la central más ancha y las laterales más pequeñas. En la central se encuentra una hornacina donde se ubica el San Juan Bautista, patrón de la parroquia. Las columnas son de orden compuesto, utiliza las volutas del estilo jónico junto con los elementos vegetales del corintio en su capitel; el fuste estriado y basa formada por dos anillo. Ambas columnas sustentan un friso en el cual descansa un arco entrecortado. El altar está rematado por una peineta en cuyo interior se halla un alto relieve que representa la anunciación de ángel a la Virgen María, que en el pueblo se conoce como "El Medallón" (1.989), por la forma ovalada de su marco. Ya en la parte inferior del mismo, sobre las ménsulas que sustentan las columnas, aparecen algunas representaciones de las letanías del rosario, como "Fuerte como la Torre de David", "Hermosa como la Torre de Marfil" o " Estrella de la mañana", así como otros aspectos catequéticos. De la misma manera todo el conjunto utiliza elementos vegetales que ayudan a realzar su belleza. El material empleado en su construcción es madera estucada, pintada en diferentes tonalidades de dorado.

Entre las esculturas de los diferentes altares hay que destacar La Dolorosa de Juan González Moreno, el Cristo Crucificado del archenero Enrique Salas y Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra de Carrillo, junto con la imagen de la Virgen del Rosario, tallada en madera, la Virgen del Carmen y La Piedad, de cuyo retablo es también autor Juan Lorente.
El interior de la iglesia se restauró en el verano de 1.996; a finales del mismo año se consiguió poner un nuevo reloj en el hueco que dejó el antiguo, perdido hace ya mucho tiempo. El 17 de octubre de 1.997 comenzaron las obras de restauración del exterior del templo que duraron hasta el 1 de junio de 1.998. En estas obras se sacó a la luz la piedra original de la fachada principal (construida con ladrillo visto y zócalo de sillares), y que nos enseña el único motivo que articula la fachada (que son las bandas y la distribución de los ladrillos en distintos sentidos), así como el color azulado de las tejas de la bóveda central.
El 21 de febrero de 2.000 dio comienzo la segunda fase de la restauración del exterior del templo, en donde se derribó el segundo piso de la sacristía (la escuelita), que no pertenecía al conjunto original, y un cuarto de reuniones (la leonera) contiguo a la sacristía. Las obras del tejado de la sacristía acabaron el 14 de abril de 2.000, y en el año 2.001 se decoró con plantas naturales el espacio dejado por "la leonera". 
A finales de ese mismo año se procedió a iluminar el conjunto arquitectónico del templo, cuyo encendido tuvo lugar el día 2 de diciembre de 2001.
Durante 2.003 se llevaron a cabo distintas obras en el recinto parroquial, como la transformación de la cochera en dos salones parroquiales (que proporcionan más espacios para las distintas actividades de la parroquia), así como la reforma de la casa parroquial y restauración del interior del campanario, estas últimas realizadas en el mes de octubre de 2.003 y la sustitución del viejo pino de la plaza de la iglesia, que ya había muerto, por un olivo. En el XXXXXXXX un parroquiano anónimo dona un sistema de aire acondicionado, instalado en el coro, para la climatización del interior del templo.
En el verano de 2.005 se acometió otra obra por medio de la cual se cambia el suelo del interior del templo, hecho con losetas de barro, por otro de mármol blanco, con algunos detalles en rojo, verde y negro. Durante el transcurso de las excavaciones para la colocación del pavimento se descubrieron restos óseos correspondientes a niños y que se han recogido para su posterior traslado al campo santo de Archena. De la misma manera, se acometen mejoras en el sistema de megafonía con la instalación de nuevos altavoces. Por otro lado, se aprovecha la obra para retocar con pintura las partes que lo necesitaban.
En el verano de 2.006, las campanas de nuestra parroquia pasan por un proceso de lavado de imagen y restauración, al mismo tiempo que se instalan en nuevos soportes de madera que permiten repicarlas mediante un mecanismo automático, siendo colgadas éstas el viernes 22 de septiembre de 2.006. Por otro lado se aprovecha para arreglar y sincronizar los relojes de la torre del campanario.

Fuentes y Fuentes Bibliográficas:

  • MEDINA TORNERO, Manuel Enrique, (1990): Historia de Archena, Archena.
  • "Iconografía eclesiástica de Archena", Pablo Antonio Alcolea Sánchez, Mª Luisa López García, Carmen Mª Martínez López y Pedro Moreno Abellán; Archena, 1998.
  • Conchita de la Peña, profesora de Historia del Arte. Universidad de Murcia.
  • Pedro Miguel Solana Pérez, Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Murcia.
  • Pablo A. Alcolea Sánchez.

PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE ARCHENA

Parroquia San Juan Bautista de Archena (00-00-2010)

HISTORIA DE  LA AGRUPACIÓN MUSICAL SANTA CECILIA DE ARCHENA


La primera referencia relativa a la banda es de marzo de 1868, cuando el ayuntamiento le paga diez escudos por su asistencia a las procesiones de la Semana Santa. Años después, en enero de 1875 el concejo acordaba festejar la proclamación de Alfonso XII, con tres días de fiesta y música. En diciembre de 1879, el director de la banda, Pedro Martínez Véliz, cobraba cincuenta pesetas por varias funciones. Pero hasta ese momento la banda no era municipal.

     Será en enero de 1880 cuando el ayuntamiento decida municipalizar la banda existente, firmándose un contrato y redactando un reglamento. De esta forma se evitaría la aparición y desaparición continuas que sufría, teniendo en ocasiones que contratar bandas de otras localidades
     Se acordó pagarles doscientas cincuenta pesetas anuales. Con ellas tenían que comprar los instrumentos y comprometerse a tocar en cuatro ocasiones, de dos horas de duración. Además debían participar en las procesiones, fiestas de agosto y 8 y 24 de diciembre, así como acompañar al alcalde y concejales a la iglesia. La fiesta del Corpus la cobrarían aparte. Este convenio, de condiciones leoninas, prohibía a la banda tocar fuera de Archena en los días concertados.
     También se creaba una Academia para que el director de la banda diese clase tres noches por semana, con multas de tipo económico para los músicos que faltaran a las mismas. Ese año era director de la banda el mencionado Pedro Martínez Veliz. En 1886 y 1887 vemos al frente a Miguel Lora López, que cobrará 45 pesetas por su intervención en el novenario de la Inmaculada.
     Para 1901 dirigía la banda Joaquín Tormo. Desde 1896 lo encontramos como organista y pianista en las Baños. En enero de 1901 dirigiendo la banda celebra la llegada del nuevo siglo con pasodobles. En 1910, al ser nombrado su director José Rubio, por discrepancias internas, se escindía la banda, ya que algunos miembros no compartían la elección realizada por el alcalde. En fechas sin precisar dirigieron la banda Antonio García Mengual y Ángel Valdegrama Martín.
     En 1946 estaba al frente Miguel Fernández Grasso, sustituido dos años después por Francisco Dólera. En febrero de 1948 era nombrado director interino. Estaba casado con Rosa Izquierdo Bautista. En 1950 participaba en la procesión del Corpus, al tiempo hacia las veces de organista en la parroquia y dirigía el coro. Para noviembre de 1950 será Ángel López Plaza el responsable de la misma, bajo la denominación de “Agrupación Musical de Archena”. En 1950 animaba las fiestas de La Algaida, daba un concierto el día de Santa Cecilia y animaba las fiestas locales. En 1953 y 1954 participaba en las fiestas de Hurtado y Arboledas. En octubre de 1955 volvía a la banda a las fiestas de La Algaida, ofreciendo un concierto. En 1962 acudía a las fiestas de Villanueva y Ojos. En 1972 acudía a tocar en la Semana Santa cartagenera. Este director permanecerá al frente casi un cuarto de siglo, hasta 1974. Le sucedió en el cargo José Abellán Alcaraz, que tomó posesión en junio de 1975, dirigiendo la banda hasta 1993, contando con sesenta músicos.

1 comentario:

  1. Como archenero nacido en 1950, felicito a los protagonistas de la historia de mi pueblo me ha impresionado lo bien realizada, que esta he aprendido mucho de todo lo espuesto ,saludos.

    ResponderEliminar