Gana al Sabadell en los penaltis tras 9 lanzamientos. Aquino marcó el gol y se fue entre lágrimas
EVA FRANCO efranco@laverdad.es.-
Entre los ochenta equipos que esta temporada han jugado en Segunda B el Real Murcia ha brillado con luz propia. Fue primero de su grupo, ascendió a lo campeón, no perdió ni un partido en Nueva Condomina y para ponerle la guinda a tanto mérito logró contra el Sabadell igualar la eliminatoria primero, y ganarle después. Fue necesario llegar a la tanda de penaltis y marcar nueve tantos. Al final el título se quedó en casa. La dolorosa travesía por una categoría infernal y tortuosa para Murcia y su afición ya es historia. A Segunda División en menos de un año y con todos los honores, los galones y los títulos
.Pero además de los buenos resultados y las victorias, el partido de ayer dejó en el terreno de juego a Dani Aquino como uno de sus principales protagonistas. A punto de quitarse la camiseta grana y con un futuro incierto, el que fue canterano de oro en el Real Murcia puso el último gol a una gran campaña.
Así fue su particular despedida de la que ha sido su casa desde que era un niño y comenzaba a jugar al fútbol.
Fue el tanto que igualaba la eliminatoria tras la derrota en el estadio Nova Creu Alta y que colocaba al equipo directamente en la prórroga y en la lucha por el título de campeón de Segunda B.
Aquino fue suplente y como el resto del equipo lució poco y estuvo gris, pero la última creación del murciano lleva su auténtica firma de autor: del todo a la nada en un suspiro. De terminar otra campaña casi en blanco, a lanzar el balón directamente a la red tras una falta directa. Jugador de extremos dentro y fuera del campo, entró en el terreno de juego entre pitos, terminó recibiendo aplausos y se marchó al vestuario bañado en lágrimas.
Aquino no fue el único protagonista. Cámara, en el centro de la defensa, jugó con seguridad y también se despidió ofreciendo su mejor cara. A lo largo de la temporada ha sido un fichaje discutido. En el centro del campo no aportaba casi nada, pero ha sido empujarlo unos metros hacia atrás y situarlo en la defensa para ver el mérito de este futbolista. Lo ha demostrado en los dos últimos partidos. Un poco tarde, pero nada nuevo ya que en el Granada de Pina que también ascendió a Segunda ocupaba esta posición.
Con mucho empeño, menos suerte y escasa puntería pasó Cañadas el partido y la eliminatoria, pero cada vez que tocaba la pelota pedía a gritos su renovación. Como Aquino, Cañadas también es murciano y aunque a su carrera le quedan menos temporadas, no quiere marcharse del que es su equipo de toda la vida. Sus opciones estuvieron en las faltas, pero en esta ocasión la pelota no quiso entrar.
Porque tuvieron que pasar muchos minutos del partido para que el juego se animara y el Real Murcia ofreciera su talento en los metros finales. En la segunda parte y en las primeras jugadas de la prórroga aparecieron Isaac, Chando y Kike para, al menos, poner a prueba su puntería ante la meta de De Navas. Chando le pasó la pelota por encima al meta del Sabadell, pero el bote la sacó sobre el larguero y Kike remató unos minutos después fuera. El Murcia dio dos avisos. Y llegó el tercero. Una clara ocasión, otra vez para Chando, que De Navas sacó a contrapie. Los grana consumieron sus opciones de los primeros quince minutos de la prórroga y se quedaron sin ninguna en los quince restantes.
Mientras, el Sabadell, el equipo del ex grana Luis Carreras, había desaparecido en ataque. Ordenado atrás, no podía llegar al área grana porque el Real Murcia le robaba la pelota cada vez que lo intentaba y si con mucho esfuerzo llegaba en posición de remate, el balón siempre se iba tímidamente fuera.
Con un equipo que no tiraba y el otro que no aprovechaba sus ocasiones la eliminatoria estaba predestinada a los penaltis y tras 120 minutos de juego el título se resolvió a la desesperada. Es en esta parte del juego donde la fortuna toma mayor protagonismo.
Comenzó el Sabadell a probar suerte y puntería. A cada acierto le correspondía el Real Murcia con otro gol. Se tiraron cinco penaltis, seis, siete y ocho, pero en el lanzamiento número nueve la suerte estaba echada. Raúl estrelló el balón en el larguero y el delantero Chando le respondió metiéndolo dentro.
Fin a la temporada. Fin a la alegría. Fin a las muchas celebraciones que ayer culminaron con la cena del club y la fiesta posterior. Con el título en casa el Real Murcia piensa ya en su nueva etapa en Segunda División. A partir de esta mañana la campaña 2010/11 es historia. Ya sólo cuenta lo que traerá el futuro.
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