19 de noviembre de 2009

Todos brillan con España (1-5)

La selección se despistó al principio, pero reaccionó con grandeza ante una Austria ramplona y más de una hora en inferioridad
19.11.09 - 00:41 -
I. TYLKO VIENA/ La Verdad
AUSTRIA 1 - ESPAÑA 5
Austria: Greatzel, Garics, Dragovic, Scharner, Fuchs, Pehlivan, Holzl (Patocka, min. 46), Leitgeb (Baumgartlinger, min. 37), Jantscher (Latvak, min. 59), Wallner (Alaba, min. 67) y Janko (Hoffer, min. 62).
España: Casillas (Reina, min. 46) Ramos, Albiol, Marchena, Arbeloa, Busquets (Iraola, min. 59), Silva (Pablo Hernández, min.46) Xavi (Güiza, min. 46) Cesc, Iniesta (Navas, min. 46) y Villa (Negredo, min. 46).
Goles: 1-0, min. 7: Jantscher, de disparo que golpea en Ramos. 1-1, min. 9: Cesc, tras gran pase de Silva. 1-2, min. 19: Villa la cruza con la izquierda, a pase de Iniesta. 1-3, min. 45: Villa controla y toca con suavidad después de otro servicio de Silva.1-4, min. 55: Güiza se aprovecha de la parsimonia de Fuchs. 1-5, min. 56: Pablo Hernández, tras jugada de Navas.
Árbitro: Florian Meyer (Alemania): Expulsó a Pehlivan (min. 27). Mostró amarilla a Wallner, Busquets y Cesc
Incidencias: Partido internacional amistoso celebrado en el Ernst Happel de Viena, donde se tributó un homenaje a los campeones de Europa y se guardó un minuto de silencio en memoria de Robert Enke.

Del Bosque tendrá que pensar mucho para elegir a los 23 mundialistas, acertar y ser justo, ya que todos los que salen desde el banquillo responden, los nuevos se afianzan y los diferentes sistemas que se ensayan funcionan.
La puesta a punto para el Mundial es tan extraordinaria que asusta. Da miedo pensar que algo pueda torcerse en siete meses, que algún rodamiento de esta máquina perfecta se estropee. Austria es un rival menor y encima se quedó en inferioridad antes de la media hora por una expulsión de Pehlivan quizá exagerada, ya que Busquets teatralizó y la protesta aireada de Marchena también influyó al árbitro alemán, pero el potencial de España es enorme incluso en choques con pinta de trámites.
Nada que ver con el día de Argentina. Desde los prolegómenos se comprobó que España sí se tomó este partido como un entrenamiento para buscar alternativas. Lo que ocurre es que sus jugadores son tan buenos, disfrutan tanto juntos y poseen un estilo tan definido que incluso en fase de pruebas son capaces de golear a cualquiera.
Exuberancia española
Con mosaico incluido en los prolegómenos, homenajeó a los campeones. Cumplió la promesa lanzada cuando se coronaron reyes de Europa. Diez de los titulares elegidos por Del Bosque estuvieron en la Eurocopa y siete de ellos en el equipo inicial dispuesto por Luis Aragonés en la final ante Alemania. Villa no participó entonces por lesión pero quiso resarcirse con un partido espléndido en el que marcó dos goles con la zurda y se benefició de la media de seda española, de un Iniesta y un Silva que no tienen parangón en el fútbol mundial a la hora de trazar diagonales y enviar unos pases entre líneas que son medio gol.
Del Bosque quería contentar a todos y por eso rotó. Introdujo de inicio cuatro cambios, tres de ellos en defensa, y apostó en la zona ancha por Cesc. El damnificado fue Xabi Alonso, ya que Busquets se mantiene como medio de cierre fijo en ausencia de Senna.
Los jugadores locales tenían menos ganas de fiesta y relajo que sus adversarios, y que su hinchada. Para ellos, medirse a España era como una final. Temían ser humillados. Por eso se emplearon con cierta dureza. Pero no se encontraron con un árbitro tan permisivo como el irlandés que pitó ante la albiceleste.
Salieron con fuerza los centroeuropeos y se aprovecharon de otro despiste de España en defensa, esta vez tras un saque de banda. Una indecisión y un remate que entró con suerte, ya que golpeó en Ramos. Un mal arranque que venía bien para medir la capacidad de reacción. Y la conclusión resultó sobresaliente.
Media de seda
Herida en su orgullo, España dio la vuelta al partido en un periquete. Y con goles magníficos, pases que hubiera firmado el mejor Laudrup, y definiciones insuperables. Cesc sorprende llegando desde atrás, Villa remata de primeras con la zurda y luego se luce con un control y remate en un palmo de terreno.
La zaga local dio facilidades, eso es indudable, pero los volantes de la 'Roja' son capaces de buscar huecos impensables, de encontrar una aguja en un pajar.
Hasta cinco cambios realizó Del Bosque en el descanso. Una revolución que le permitió cambiar de sistema y jugar con dos puntas clásicos como Güiza y Negredo. Y alinear a la vez a Navas y Pablo Hernández, en teoría incompatibles, rivales por un puesto como revulsivo en la banda derecha para el Mundial.
Pero en este equipo tan brillante todos saben asociarse, tal y como demostraron el sevillano y el castellonense al combinar en la jugada del quinto gol. Y todos salen dispuestos a ganarse el puesto. Nada de minutos de la basura. Güiza entra y marca, quizá temeroso de que Negredo le quite el puesto si el técnico sólo apuesta por tres arietes en Suráfrica. Pensando en soluciones para momentos de apuro, Del Bosque acabó con Marchena de pivote defensivo, Iraola de lateral derecho y Ramos de central. Sobró la acción final en la que Albiol forzó y se lastimó la rodilla. Un ejemplo de que en esta selección nadie regala nada.
Albiol y Marchena
La victoria frente Austria ha proporcionado lustre a las trayectorias de dos integrantes de la selección española: el zaguero del Real Madrid Raúl Albiol, que alcanzó veintiún triunfos seguidos con la Roja, y del central del Valencia Carlos Marchena, que lleva 49 sin perder.
Albiol y Marchena compartieron titularidad en el centro de la zaga del cuadro de Vicente del Bosque. Marchena, que llegó a la cifra de 56 partidos como internacional, igualó ante Austria los 49 choques sin perder que alcanzó Garrincha, el mítico zaguero brasileño.
Albiol se convirtió en el primer jugador que ha ganado veintiún partidos seguidos con la selección española y supera a Xabi Alonso, que ostentaba el récord con veinte triunfos.

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