El mayor Malik Nadal Hasan, un psiquiatra que iba a ser enviado a Irak en contra de su voluntad, ha abierto fuego en uno de los edificios de la base
06.11.09 - 08:15 -
AGENCIAS/ La Verdad
06.11.09 - 08:15 -
AGENCIAS/ La Verdad
Era la una y media de la tarde (hora local) en la Base Militar de Fort Hood, situada en Texas, cuando un militar, médico psiquiatra de profesión, abría fuego matando a once de sus compañeros y dejando heridos a otros 31 militares que se encontraban en uno de los edificios de la base.
El atacante ha sido identificado como Malik Nadal Hasan, un mayor del Ejército de unos 40 años, experto en trastornos de estrés postraumático que iba a ser destinado en Irak, algo a lo que se oponía. Aunque al principio todas la fuentes apuntaban que había sido abatido en el incidente, Malik Nadal Hasan, estadounidense de origen jordano, se encuentra hospitalizado en un centro cercano a la base, donde su estado es estable y está siendo custodiado por las autoridades. El general de Brigada Robert W. Cone, comandante de la unidad militar, ha confirmado que "el atacante no ha muerto. Está hospitalizado" y que en estos momentos se está investigando el incidente.
Aunque en un primer momento también se apuntaba a que había otras dos personas detenidas presuntamente implicadas en el suceso, Cone ha dicho que "los informes preliminares indican que hubo un solo atacante". Mientras que los medios locales que citando fuentes militares también informan que los dos soldados fueron puestos en libertad tras confirmarse que no habían tenido participación en la masacre, la más grave ocurrida en una base militar en EEUU.
Cone ha explicado que Hasan usó dos pistolas para perpetrar el asalto. Según las primeras hipótesis de la investigación, en un primer momento el presunto autor ha abierto fuego en las instalaciones donde se encuentran los soldados que van a ser enviados al extranjero, según el sargento Jamie Posten. El ex coronel Greg Schannep, que estaba en las inmediaciones, ha dicho que oyó entre tres y cuatro ráfagas de disparos con hasta una docena de tiros en cada una. "Al principio pensé que se trataba de un ejercicio de entrenamiento", ha indicado, hasta que un soldado llegó corriendo y diciendo que había "alguien disparando". Tras estos disparos, se produjeron otros en el teatro de la base, donde estaba a punto de celebrarse una ceremonia de graduación.
Refuerzo de la seguridad
A consecuencia de esta matanza, la seguridad de las bases en EEUU ha sido incrementada, aunque el FBI, que ha desplazado agentes para realizar una investigación, descarta un móvil terrorista. La Base de Fort Hood, ubicada en Texas, distante unos 80 kilómetros de la capital, Austin, y de la localidad de Waco, ha estado completamente cerrada al exterior durante más de seis horas.
En la Base texana, la más grande de EEUU en el mundo, hay unas 70.000 personas, 42.000 de ellas soldados del Ejercito de Tierra. Este emplazamiento militar ya fue escenario de otros incidentes violentos en los últimos años. El último de ellos se produjo en septiembre del año pasado, cuando un soldado se suicidó tras asesinar a su teniente.
Nada más conocerse la noticia, el presidente Obama ha estado en contacto con los altos mandos militares quienes le han informado en todo momento. Además, altos funcionarios de la Casa Blanca se han reunido de inmediato en la Sala de Crisis para tratar de recabar información sobre el incidente. Mientras, el secretario de Defensa, Robert Gates, ha señalado que "mis primeros pensamientos y oraciones están con los heridos y con las familias de las víctimas, así como con aquellos que viven y trabajan en Fort Hood".
El atacante ha sido identificado como Malik Nadal Hasan, un mayor del Ejército de unos 40 años, experto en trastornos de estrés postraumático que iba a ser destinado en Irak, algo a lo que se oponía. Aunque al principio todas la fuentes apuntaban que había sido abatido en el incidente, Malik Nadal Hasan, estadounidense de origen jordano, se encuentra hospitalizado en un centro cercano a la base, donde su estado es estable y está siendo custodiado por las autoridades. El general de Brigada Robert W. Cone, comandante de la unidad militar, ha confirmado que "el atacante no ha muerto. Está hospitalizado" y que en estos momentos se está investigando el incidente.
Aunque en un primer momento también se apuntaba a que había otras dos personas detenidas presuntamente implicadas en el suceso, Cone ha dicho que "los informes preliminares indican que hubo un solo atacante". Mientras que los medios locales que citando fuentes militares también informan que los dos soldados fueron puestos en libertad tras confirmarse que no habían tenido participación en la masacre, la más grave ocurrida en una base militar en EEUU.
Cone ha explicado que Hasan usó dos pistolas para perpetrar el asalto. Según las primeras hipótesis de la investigación, en un primer momento el presunto autor ha abierto fuego en las instalaciones donde se encuentran los soldados que van a ser enviados al extranjero, según el sargento Jamie Posten. El ex coronel Greg Schannep, que estaba en las inmediaciones, ha dicho que oyó entre tres y cuatro ráfagas de disparos con hasta una docena de tiros en cada una. "Al principio pensé que se trataba de un ejercicio de entrenamiento", ha indicado, hasta que un soldado llegó corriendo y diciendo que había "alguien disparando". Tras estos disparos, se produjeron otros en el teatro de la base, donde estaba a punto de celebrarse una ceremonia de graduación.
Refuerzo de la seguridad
A consecuencia de esta matanza, la seguridad de las bases en EEUU ha sido incrementada, aunque el FBI, que ha desplazado agentes para realizar una investigación, descarta un móvil terrorista. La Base de Fort Hood, ubicada en Texas, distante unos 80 kilómetros de la capital, Austin, y de la localidad de Waco, ha estado completamente cerrada al exterior durante más de seis horas.
En la Base texana, la más grande de EEUU en el mundo, hay unas 70.000 personas, 42.000 de ellas soldados del Ejercito de Tierra. Este emplazamiento militar ya fue escenario de otros incidentes violentos en los últimos años. El último de ellos se produjo en septiembre del año pasado, cuando un soldado se suicidó tras asesinar a su teniente.
Nada más conocerse la noticia, el presidente Obama ha estado en contacto con los altos mandos militares quienes le han informado en todo momento. Además, altos funcionarios de la Casa Blanca se han reunido de inmediato en la Sala de Crisis para tratar de recabar información sobre el incidente. Mientras, el secretario de Defensa, Robert Gates, ha señalado que "mis primeros pensamientos y oraciones están con los heridos y con las familias de las víctimas, así como con aquellos que viven y trabajan en Fort Hood".
Obama: «Es horrible cuando nuestros soldados pierden la vida en sus bases»
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha calificado el tiroteo en la base militar de Fort Hood de "horrible incidente de violencia".
"Ya es duro cuando nuestros soldados pierden la vida en misiones en el exterior. Es horripilante cuando lo hacen en incidentes en como éste sus propias bases en suelo estadounidense", ha afirmado el presidente.
"Lo que sabemos es que un cierto número de soldados estadounidenses ha muerto y aún más han quedado heridos en un episodio horrible de violencia", ha declarado Obama, quien ha señalado que ha estado en contacto con el jefe de Estado Mayor, el almirante Mike Mullen, y el secretario de Defensa, Robert Gates.
Según iha indicado, "mis primeros pensamientos y oraciones están con los heridos y con las familias de las víctimas, así como con aquellos que viven y trabajan en Fort Hood". "Son hombres y mujeres que han tomado la decisión valiente y altruista de arriesgar, y en ocasiones dar, la vida por nosotros cada día", ha dicho Obama
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha calificado el tiroteo en la base militar de Fort Hood de "horrible incidente de violencia".
"Ya es duro cuando nuestros soldados pierden la vida en misiones en el exterior. Es horripilante cuando lo hacen en incidentes en como éste sus propias bases en suelo estadounidense", ha afirmado el presidente.
"Lo que sabemos es que un cierto número de soldados estadounidenses ha muerto y aún más han quedado heridos en un episodio horrible de violencia", ha declarado Obama, quien ha señalado que ha estado en contacto con el jefe de Estado Mayor, el almirante Mike Mullen, y el secretario de Defensa, Robert Gates.
Según iha indicado, "mis primeros pensamientos y oraciones están con los heridos y con las familias de las víctimas, así como con aquellos que viven y trabajan en Fort Hood". "Son hombres y mujeres que han tomado la decisión valiente y altruista de arriesgar, y en ocasiones dar, la vida por nosotros cada día", ha dicho Obama
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