2 de abril de 2010

Los 'salzillos' convierten las calles de Murcia en un museo


02.04.10 - 01:14 -
A. BOTÍAS MURCIA. / La Verdad
Claves para no perderse detalle de la procesión más internacional de Murcia
El cortejo 'morao' de los 'salzillos' convierte esta mañana la calle en un espléndido museo

La mañana más esperada de la Semana Santa murciana convierte hoy la ciudad en un auténtico museo en plena calle, donde miles de personas se deleitan al paso de sus nueve tronos y las interminables filas de penitentes, carros bocina y tambores destemplados. El primer paso, la Santa Cena, fue realizado por Salzillo en el año 1763. El grupo escultórico está compuesto por trece imágenes talladas en madera policromada y de tamaño seminatural.
Cada una de las ellas muestra una expresión y actitud que manifiesta su carácter. Así, el rostro de admiración de San Andrés mirando a Cristo, la emoción de San Judas Tadeo, la reflexión de San Felipe o el asombro de San Simón se suman al desprecio irónico de Judas Iscariote. Los comensales surgen por las esquinas frente a una espléndida mesa ricamente adornada con vajilla de plata, fino mantel y excelentes manjares. El trono pesa 1.362 Kilos y es portado por 28 nazarenos estantes.
Desfila en segundo lugar la Oración en el Huerto (1754), otra de las obras maestras del imaginero. Una leyenda muy extendida en la ciudad asegura que el ángel que consuela a Jesús fue esculpido por inspiración divina. A continuación desfila El Prendimiento o El Beso (1763), en el que destaca la expresión de Jesús recibiendo el beso de Judas. Y la mano alzada de San Pedro, que supone el más perfecto estudio anatómico.
La última obra realizada para la cofradía, el paso de Los Azotes (1778), figura en cuarto lugar, seguido por la Santa Mujer Verónica (1755). A continuación, delante del titular, va el paso de La Caída (1752). El grupo está compuesto por Jesús, Simón de Cirene, dos sayones y un romano. Todas son tallas de madera policromada y estofada, la imagen del Cristo es de vestir. Contiene el paso uno de los anacronismos geniales de Salzillo: el soldado viste una armadura de finales del siglo XVI. Nuestro Padre Jesús Nazareno es la única talla del cortejo que no salió del taller de Salzillo. Es obra de Juan de Aguilera (1601). Cuando San Juan (1756) asoma por el dintel de la puerta de Jesús el asombro se dispara entre la multitud congregada. Cerrará el cortejo La Dolorosa (1755), con sus 'angelicos' al pie, lágrimas sobre su rostro desencajado, al borde de la muerte, alzado al cielo.
Túnica de doña Teresa Sánchez
Nuestro Padre Jesús lucirá la túnica que le donó Teresa Sánchez, la misma que vistió en el traslado del pasado miércoles, que congregó a decenas de fieles.
Paño de Pedro Cano
Será el que luzca la Verónica esta mañana, una impresionante pintura sobre paño que donó el pintor de Blanca. El artista trasladó con su pincel de maestro al lino uno de los momentos más trascendentes de su Pasión.
La más antigua
La cofradía obtuvo su reconocimiento canónico el día 2 de agosto del año 1.600, aunque ya existiera con anterioridad. El primer Cabildo que se celebró data del 3 de septiembre.
El pendón, a la puerta
Las Constituciones de la Cofradía establecen que la salida de la procesión sea a las seis en punto de la mañana según el horario solar. Entonces, se abren las puertas del templo y se coloca en el dintel de la puerta el Pendón Mayor de la Cofradía. Hoy será a las 8.00 horas.
Un comienzo solemne
Los pasos lucen mejor si tienen como fondo escenarios que existían en vida del escultor, en espacios recogidos, como la plaza de Las Flores, donde los juegos de luces y sombras de los árboles enriquecen los matices.
La gran mesa de la Santa Cena
La mesa del paso de La Cena surge llena de alimentos de la huerta. Ayer, la familia de la camarera del paso los colocó uno a uno. Lechugas, naranjas, limones en forma de conejos, racimos de uva, higos, miel y un cordero pascual. Todo es auténtico.
Lección de anatomía
El brazo de San Pedro en el paso de El Prendimiento es toda una lección de anatomía. Su musculatura es perfecta. También los rostros de las imágenes del conjunto muestran en sus rostros la tensión del momento. En la Oración del Huerto destaca la belleza del Ángel, que la leyenda señala como de inspiración divina.
Colas a la recogida
Una leyenda atribuye milagros a los dátiles del paso de La Oración. Hay quien asegura que favorecen la fertilidad de la mujer. Así, cuando acaba la procesión, muchas se dirigen a Jesús para pedirlos.
Peticiones por la seda
Nuestro Padre Jesús lleva colocado a sus pies un embojo con capullos. Es una tradición que perdura desde la época en que los huertanos cifraban sus esperanzas en la cosecha de la seda y pedían a Jesús que la protegiera.

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