21 de julio de 2010

Obama proclama el fin de los rescates a la banca al firmar la mayor reforma financiera en 80 años

ce que los consumidores tendrán la mayor protección de la historia
En la firma ha estado acompañado con 400 personalidades implicadas en la ley
Los demócratas esperan ganar apoyos con su lenguaje duro contra Wall Street
RTVE.ES / AGENCIAS - WASHINGTON 21.07.2010 - 18:12h
"Ya no habrá más rescates con dinero público". Con esta frase dirigida directamente al bolsillo del contribuyente americano, Barack Obama ha firmado la ley que recoge la mayor reforma financiera en Estados Unidos desde la Gran Depresión, uno de los grandes triunfos políticos de su Administración.
En una breve alocución en el edificio Ronald Reagan en Washington D.C, Obama ha recordado que en los últimos dos años la nación ha tenido que hacer frente a la peor recesión en décadas, con millones de americanos en el desempleo y viendo cómo el valor de sus planes de pensiones decaían "por la ruptura de nuestro sistema financiero".
"Gracias a esta ley, nunca más se le volverá a pedir al pueblo americano que pague la factura por los errores de Wall Street", ha proclamado el presidente de Estados Unidos, en referencia a que la reforma aprobada tiene como objetivo reducir los riesgos de las firmas que provocaron la crisis financiera global, así como la protección de los consumidores.
Y es que Obama, que ha sido criticado por los estadounidenses por aprobar multimillonarios rescates que ya comenzaron en la época de su antecesor, George W. Bush, ha querido dejar claro que a partir de ahora ninguna empresa estará protegida porque se considere "demasiado grande para caer", como ocurrió con la empresa de seguros AIG durante la crisis.
"Si una gran institución financiera debe caer, estar reforma nos da la capacidad para sobrellevarlo sin que dañe a toda la economía", ha defendido.
Más protección al consumidor
El presidente de Estados Unidos ha recordado que, durante años, el sistema financiero estadounidense ha estado gobernado por reglas "anticuadas" que han permitido abusos y "han dejado en la picota a los contribuyentes si una institución financiera entraba en bancarrota".
En cambio,"esta ley", según ha declarado en el acto de promulgación, dará "las protecciones más fuertes para los consumidores en la historia" del país.
Obama ha firmado la ley en una ceremonia ante cerca de 400 líderes de los sectores público y privado y activistas cívicos, que tuvieron destacados papeles en la elaboración y aprobación de la reforma.
"Estas protecciones serán reforzadas por un nuevo organismo de vigilancia en favor de los consumidores con un solo trabajo: mirar por la gente -no los bancos ni los prestamistas ni las agencias de inversión- en el sistema financiero. Eso no es solo bueno para los consumidores, también para la economía", ha añadido.
Con vistas a las legislativas
El Senado daba la pasada semana la aprobación final de esta reforma, una de las más avanzadas de los países desarrollados, en un esfuerzo de la Administración Obama por endurecer las reglas de Wall Street y en la industria financiera para evitar que se produzcan crisis como la que azotó al mundo entre 2007 y 2009 tras la caída de Lehman Brothers.
Con los republicanos bien situados para las elecciones legislativas de noviembre, los demócratas -que tienen mayoría en el Congreso y en el Senado- quieren mostrar a los votantes que han puesto en orden a la industria financiera, culpable de la mayor recesión que sufre el país en 70 años.
Sin embargo, no está claro que Obama pueda ganar mucho terreno con esta reforma, teniendo en cuenta la ansiedad que tienen los ciudadanos por el alto desempleo y el déficit galopoante de la Administración.
Además, los demócratas han visto cómo sus donantes ricos con lazos con Wall Street se inclinan ahora por los republicanos, que han votado mayoritariamente contra el paquete de reformas.
Rechazo de la banca
Pero no solo los republicanos se oponen a la reforma, también el grueso de los dirigentes financieros han arremetido contra ella.
El consejero delegado de Wells Fardo, John Strumpf ha estamido este miércoles que aunque es pronto para estimar con precisión cuál será el coste de la reforma "estimamos que ciertos aspectos tendrán efectos secundarios imprevistos sobre el sistema financiero, los consumidores y las empresas".
La Asociación de los Banqueros Americanos (ABA) han mostrado su decepción por la reforma en un comunicado en el que se dice que la ley contiene "un tsunami de nuevas reglas y restricciones para la banca tradicional que no tiene nada que ver con las causas de la crisis financiera".
El mejor ejemplo del rechazo mayoritario en el sector son las ausencias destacadas en la firma de Obama: ni Brian Moynihan, director ejecutivo de Bank of America, ni James Gorman, el de Morgan Stanley, ni James Dimon, el de Morgan Chase, acudieron a la cita, aunque el último no estaba invitado.

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