13 de enero de 2010

El terremoto llena Haití de escombros y cadáveres

EFE
El terremoto de siete grados en la escala de Richter que se produjo anoche en Haití ha causado numerosos muertos y heridos y ha dejado a cientos o miles de personas atrapadas entre los escombros de los numerosos edificios que se han derruido en la capital, Puerto Príncipe, según informaron testigos presenciales.
El epicentro se localizó a sólo diez kilómetros de profundidad y a 16 kilómetros al oeste de la capital. Un geofísico del Instituto Geológico estadounidense (USGS) de Golden, en el Estado de Colorado, indicó que Haití no había conocido un terremoto de tal intensidad desde hacía más de 200 años. "Hubo dos temblores de tierra importantes en 1750 y 1771, pero desde entonces no había habido ninguno de esta magnitud", declaró Dale Grant.
La magnitud de la sacudida, ocurrida a las 21.53 horas GMT, generó una alerta de tsunami emitida por el Centro de Advertencia de Tsunamis de EEUU y retirada dos horas después.
Todavía no se conocen datos sobre víctimas ni daños materiales, pero se estima que puede haber miles de personas bajo los escombros de los edificios derruidos.
El temblor causó daños en numerosos edificios de la capital haitiana, como el inmueble que alberga la sede de las Naciones Unidas, además de supermercados, hoteles y otros edificios, según testimonios recabados en Santo Domingo por familiares y amigos de residentes en Haití.

Daños en el palacio presidencial

De acuerdo con estas informaciones, incluso la catedral de la ciudad se derrumbó, el palacio presidencial sufrió daños y es prácticamente imposible circular en automóvil por las calles, invadidas por los escombros.
Las comunicaciones por vía telefónica quedaron cortadas tras el movimiento sísmico, que causó graves daños en las instalaciones de telecomunicaciones.
El cónsul dominicano en Haití, Carlos Castillo, dijo al Canal 11 de la televisión local que sólo los teléfonos de las operadoras Voilà y Haitel prestan servicio a sus abonados, mientras que los de la compañía Digicel han quedado inoperantes, al haberse desplomado sus torres de comunicaciones. Jesús, un comerciante que se encontraba en Haití en el momento del siniestro, relató a Efe escenas de desolación tras el suceso.
Dijo que cuando se produjo el sismo se encontraba en Fond Parisien, una zona rural próxima a Puerto Príncipe, lugar en el que se hundió una explotación minera y quedaron personas atrapadas.

"La gente corría y gritaba"

También se cayó un hospital y se derrumbó una escuela, según el testigo. "Todo el mundo temblaba, era como un baile, la gente salía de los vehículos, corría y gritaba", relató Jesús, quien describió que "la carretera se abrió por la mitad" ante sus ojos.
El fenómeno se dejó sentir prácticamente en toda la isla de La Española, cuyo territorio comparten Haití y la República Dominicana, aunque en este último país las primeras informaciones oficiales no revelan daños trágicos.
Fue, sin embargo, uno de los terremotos más graves registrados en la isla, donde en 1946 se produjo un temblor de 8,1 grados seguido de un tsunami que afectó a Nagua, en la costa atlántica del noreste dominicano.
El temblor también se percibió con fuerza en el oriente de Cuba. Varios países, entre ellos Estados Unidos, República Dominicana, España, Italia, Francia, Nicaragua y Venezuela, se comprometieron a ayudar a Haití ante este nuevo desastre natural, que puede tener proporciones "catastróficas", según dijo el embajador haitiano en EE.UU., Raymond Joseph.
Es un desastre de "proporciones catastróficas", declaró el diplomático, quien pidió la asistencia de Estados Unidos para hacer frente a los daños. "El país necesitará toda la ayuda que pueda recibir".
Apuntó que, previsiblemente, el número de víctimas mortales tras el terremoto "va a ser bastante alto" y destacó la poca solidez de las construcciones en Puerto Príncipe, una ciudad que ha crecido sin planificación. "Era una catástrofe que se esperaba", aseveró.

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