14 de noviembre de 2011

Ha llegado la hora de Izquierda Unida

Carlos CarniceroCarlos Carnicero - Bitácora para náufragos de la izquierda

El PSOE ha perdido voluntariamente su posición de referente de la izquierda. Y ya ni siquiera tiene legitimidad para erigirse en muro de contención del PP. El PSOE necesita una catársis que le devuelva a ser la referencia socialdemócrata. Por eso es fundamental un fuerte grupo de Izquierda Unida en el próximo parlamento. El voto útil de la Izquierda el 20-N es Izquierda Unida.
Frente a la ofensiva de muchos socialistas que tratan de culpabilizar a quienes no les voten del triunfo del PP se impone una nueva lógica electoral. Hace falta fuerzas parlamentarias que aquilaten la mayoría absoluta conservadora del Partido Popular. Y el PSOE ya no tiene ni siquiera la pretensión hegemónica en ese papel. 

En ese sentido, después del debate entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha establecido la imposibilidad cuasi metafísica de una victoria socialista. De esa forma, el PSOE ya no puede reclamarse como un muro de contención de la victoria de Mariano Rajoy. Ahora la prioridad del PSOE es su regeneración como partido socialdemócrata para recuperar la confianza de su electorado natural. Y para eso le hace falta un batacazo electoral que impulse aire fresco y refundación del partido al margen de los dirigentes que le han llevado a la ruina.

En estas circunstancias, cobra relieve la apuesta por Izquierda Unida como referente parlamentario progresista que además pueda hilvanar con la respuesta en la calle a la previsible política de ajustes del PP y la respuesta con entidad suficiente desde el Parlamento. 

Los partidos pequeños tienen que tener la oportunidad de hacerse grandes: si siempre se invoca su debilidad como elemento de desclasificación nunca podrán crecer. Las elecciones del 20-N son una oportunidad para que Izquierda Unida vuelva a tener una sustantiva posición parlamentaria que juegue con eficacia un contrapeso de la hegemonía del Partido Popular que en esta ocasión no está amenazada por el PSOE. 

Es hora de que un castigo al PP le debilite y un castigo al PSOE le rebaje de la soberbia de pretender que sus electores pueden aceptar que juegue a ser el brazo ejecutor de las políticas neoliberales del FMI y de la Unión Europea. 

Me decanto con toda responsabilidad por pensar que el voto a Izquierda Unida es el más responsable y más útil en estas elecciones.

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