Otro detenido relacionado con el crimen de la joven de Pilar de la Horadada

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La familia de Laura indica que no conocían de nada al ex novio, que fue arrestado el viernes en Torre Pacheco
El principal sospechoso del asesinato de la joven Laura, que fue encontrada muerta en el interior de una balsa de riego en Pilar de la Horadada, ha comenzado a prestar declaración ante los agentes de la Guardia Civil de la localidad alicantina. Tal y como informó ayer LA OPINIÓN, Danilo, de nacionalidad ecuatoriana de 30 años, fue localizado en el interior de una vivienda en Torre Pacheco en la tarde del viernes.

Durante la intervención de los agentes en la vivienda pachequera también detuvieron al dueño de la casa y a una persona que se encontraba junto con ellos. Por el momento, se desconoce la relación en el crimen de los dos detenidos que se encontraban junto con el ex novio de Laura en la casa de Torre Pacheco, pero en el caso en el que el que se confirme que Danilo es el autor de la muerte se abrirán nuevas líneas de investigación.

Los dos arrestados puede que, además de ser encubridores del asesinato, ayudaran al ecuatoriano a tirar el cuerpo de Laura por encima de la valla de la balsa.

Por su parte, la familia de la joven ha felicitado a los agentes que han llevado a cabo la detención del presunto asesino. "Esperamos que se haga Justicia y que el culpable acabe en la cárcel. Nosotros no teníamos relación con el joven; ni lo conocíamos", comentó el portavoz de la familia a este periódico.

Todo ocurrió el pasado 15 de abril, cuando la tía de la fallecida denunció la desaparición de Laura y especuló con la posibilidad de que se hubiese fugado con su ex pareja, a quien su sobrina había llegado a denunciar en diciembre por malos tratos. El hallazgo el pasado 21 de abril del cadáver de la chica, con signos de muerte violenta, motivó a las Fuerzas de Seguridad a buscar al ex novio como sospechoso, ya que además trabajaba en una empresa cercana al lugar en que se localizó el cuerpo.

Fue el propietario de una finca agrícola de Pilar de la Horadada quien localizó el cadáver de Laura en un embalse de riego de la localidad que casualmente esos días se encontraba en uno de sus niveles más bajos. El cuerpo de la joven tenía los pies y las manos atados y una rueda metálica alrededor de la cintura, al parecer para que el peso la hundiese sin remedio en el fondo de la balsa.

En el lugar del hallazgo se personaron las Fuerzas de Seguridad, quienes comenzaron a sospechar de que pudiese tratarse de un caso de violencia machista en vista de los primeros indicios. A la denuncia por malos tratos contra el sospechoso, pese a que la supuesta víctima la retiró posteriormente, se añadieron posteriormente declaraciones de vecinos y allegados y la imposibilidad de que la muerte se tratase de un accidente. Las características de la finca y el propio embalse, que se encuentra rodeado por una valla de aproximadamente 1,80 metros de altura, apuntan a que el cuerpo de la mujer pudo ser arrojado por otra persona por encima de este límite.