La Guardia Civil dispone de media mandíbula y de las manos bien conservadas para identificar a la víctima a través de las huellas dactilares y de sus piezas dentales
Los restos humanos encontrados por un agricultor en la tarde del sábado enterrados en bolsas de plástico en un bancal de la pedanía ceutiense de Los Torraos corresponden a un varón, cuya identidad aún se desconoce, pero que ha permanecido un año a un metro de profundidad. Según los primeros indicios, la víctima fue trasladada hasta el paraje en donde fue hallado después de haber sido asesinado en otro lugar.
Los restos humanos encontrados por un agricultor en la tarde del sábado enterrados en bolsas de plástico en un bancal de la pedanía ceutiense de Los Torraos corresponden a un varón, cuya identidad aún se desconoce, pero que ha permanecido un año a un metro de profundidad. Según los primeros indicios, la víctima fue trasladada hasta el paraje en donde fue hallado después de haber sido asesinado en otro lugar.
A primeras horas de la mañana de ayer efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil procedieron a realizar una inspección ocular de la zona, conocida como El Lirón, en donde se encontraron restos humanos en la tarde del sábado. Tras la llegada de una excavadora, se hallaron más piezas del cadáver, algunas trituradas, en varias oquedades del terreno aunque algo distantes, desconociéndose si la fragmentación del cuerpo se debía al efecto del tractor que realizaba tareas agrícolas o fue realizado por el autor o los autores del presunto homicidio.
Tanto el forense como los investigadores de la Benemérita confían en identificar pronto los restos del cadáver, que estaba medio momificado, ya que las manos se encuentran en buen estado de conservación y se ha recuperado media mandíbula, además del cráneo fracturado. Los investigadores también estudiarán las ropas que envolvían los restos humanos, que podían llevar un año enterrados.
Con las piezas dentales y las huellas dactilares se podrá poner nombre al fallecido, ya que estos datos se cotejarán con las denuncias de desaparecidos.Según los vecinos, hace dos años la Guardia Civil buscó por la pedanía de Los Torraos a una persona desaparecida, sin que se obtuviera resultados.La zona en donde apareció enterrado el cuerpo y que salió a la luz tras unos trabajos agrícolas, suele ser frecuentada por parejas que acuden en sus vehículos.
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