13 de octubre de 2011

La reforma de la política agraria que planea Bruselas causa un gran rechazo


La Comisión pretende eliminar las ayudas a los «agricultores de sofá» y apuesta por nuevos criterios que perjudican a España 

13.10.11 - 00:34 - 
La Comisión Europea quiere darle la vuelta a la política agraria común (PAC) con nuevos criterios para el reparto de ayudas y una reducción, en general, del presupuesto que se destina al campo europeo. La reforma pretende cortar las subvenciones que terminan «en aeropuertos y campos de golf» en lugar de en los cultivos, advirtió ayer el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, durante la presentación del proyecto en Bruselas. Pero el borrador que maneja la Comisión difícilmente verá la luz en sus términos actuales, porque el rechazo ha sido unánime. En España, y en la Región de Murcia, los agricultores consideran los planes de Bruselas una amenaza. También se oponen Inglaterra, Alemania o Francia, y la mayoría del Parlamento Europeo.
Bruselas quiere que las ayudas directas a los agricultores se establezcan a través de una tasa media por hectárea, una especie de 'tarifa plana'. Eso acabaría con el sistema actual que funciona en España y en otros países, donde se tienen en cuenta unos 'derechos históricos' calculados sobre la base de la producción media entre los años 2000 y 2002. «No es posible que un agricultor siga cobrando en función de la producción que tuvo hace una década», defienden fuentes comunitarias citadas por la agencia Europa Press. Pero la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, advirtió ayer que esta tasa plana que pretende establecer Bruselas es «gravemente perjudicial», y la considera una «línea roja» que España no está dispuesta a traspasar. Por su parte, el Gobierno regional mostró su «preocupación» por los términos de la propuesta comunitaria.
Agricultores 'activos'
El comisario Dacian Ciolos quiere que las ayudas lleguen a los 'agricultores activos' y no a los «agricultores de sofá» que destinan el dinero público «a un aeropuerto o un campo de golf». Esto significa que solo podrán recibir ayudas superiores a los 5.000 euros quienes tengan la agricultura o ganadería como actividad principal.
Además, Bruselas pretende establecer un máximo en las ayudas directas: no podrán ser superiores a los 300.000 euros anuales. El objetivo es evitar que los grandes terratenientes sean los que más se beneficien de la política agraria común. Dacian Ciolos también defiende un recorte progresivo de las ayudas por tramos de entre 150.000 y 300.000 euros, para reducirlas entre un 20% y un 70%.
En definitiva, el Ejecutivo comunitario quiere adelgazar la PAC, que cada año se lleva 60.000 millones de euros (de ellos 7.500 millones van a parar a España). Si en estos momentos la agricultura se lleva el 40% de l presupuesto de la UE, en 2014 debería bajar al 39% y en 2020 al 33%. Bruselas justifica este descenso en que hay que «justificar mejor ante el contribuyente» el gasto en agricultura y ganadería.
Un campo más 'verde'
La nueva PAC que defiende la Comisión reservaría el 30% de las ayudas a premiar a la agricultura 'verde'. En concreto, se bonificarán tres tipos de prácticas: la rotación de los cultivos, el pastoreo permanente y el destino de al menos un 7 % de la superficie de la explotación a actividades de valor ecológico. Convertir los criterios medioambientales en el centro de la nueva PAC perjudicaría al campo español, admitió ayer la ministra Rosa Aguilar.
Por último, el borrador elaborado por Bruselas establece que los gobiernos podrán destinar hasta el 5% de las ayudas destinadas a su país a ofrecer un apoyo extra a las zonas menos favorecidas.
La reforma planteada ayer por el comisario Dacian Ciolos apenas acaba de comenzar a andar. La Comisión tendrá que negociar ahora con los países miembros y con la Eurocámara, de forma que el texto final vería la luz, si se cumplen las previsiones, a finales de 2013, y empezaría a aplicarse en 2014.
No rotundo desde Murcia
El rechazo es unánime entre los agricultores murcianos y españoles. Las organizaciones Asaja, UPA y COAG criticaron ayer la reforma de la PAC al considerar que dañará a los productores y aumentará las cargas burocráticas. Según UPA, España puede perder como mínimo el 12% de las ayudas actuales de aquí hasta el año 2020, «lo que teniendo en cuenta el panorama de crisis y de recortes actual significa un abandono de facto del mundo rural español».
El secretario general de COAG, Miguel López, dijo que la propuesta es una «tremenda barbaridad» en el contexto actual y alertó de que provocará grandes daños sobre el tejido productivo y el empleo. López se mostró, no obstante, de acuerdo con la idea de Bruselas de establecer un techo a las ayudas que reciben las grandes explotaciones ya que, opinó, el dinero público no debe servir «para seguir engordando fortunas», sino para mantener el sistema productivo y generar empleo.
Por su parte, Ricardo Serra Arias, vicepresidente de Asaja, dijo que la propuesta comunitaria es «absolutamente negativa en un contexto como el que vivimos» y calificó de «auténtica locura» llevar a cabo el «cambio radical» que plantea la UE.
La Comisión Europea dará a conocer hoy su propuesta en Madrid a los representantes de las comunidades autónomas. La Región de Murcia estará representada por el director general para la Política Agraria Común, Joaquín Maestre. El Gobierno regional ha mostrado su «preocupación» y confía en que las comunidades y el Ministerio consensúen una postura común frente a la reforma de la PAC.
El Ejecutivo regional pide que la nueva política agraria común establezca un marco legal que «garantice las rentas de los agricultores, así como mecanismos de gestión de crisis y de mercados más ágiles y eficaces». La Consejería de Agricultura y Agua ya remitió el pasado año al Ministerio y a la Comisión Europea el posicionamiento de la Región de Murcia y del sector agrario regional sobre la nueva PAC a partir de 2014.

LAS CLAVES DE LA REFORMA

Las ayudas directas a los agricultores se establecerán en base a la superficie. Es decir, habrá un pago básico por hectárea. Actualmente, España y el resto de miembros más antiguos de la UE tienen en cuenta, a la hora de repartir estas ayudas, criterios 'históricos' (la producción media entre los años 2000 y 2002).
La UE quiere dejar de dar ayudas a quienes realmente no tienen la agricultura como actividad principal. En cualquier caso, quienes reciban como máximo 5.000 euros al año en ayuda directa quedarán exentos de este criterio.
Se establecerá un techo máximo: La ayuda directa no podrá exceder los 300.000 euros anuales. Europa quiere evitar de esta manera que los grandes terratenientes sean los que más se beneficien de la PAC.
El 30% de las ayudas irán destinadas a premiar la agricultura 'verde': barbecho ecológico, pastos permanentes, rotación de cultivos y otras prácticas sostenibles.
Cada gobierno podrá derivar un 5% del total que le corresponda a una ayuda extra destinada a las zonas consideradas menos favorecidas.
Para fomentar el relevo generacional, los agricultores y ganaderos menores de 40 años podrán cobrar un 5% más de ayudas anuales durante un periodo máximo de cinco años.
Los plazos de la reforma: La Comisión Europea negociará ahora la propuesta con los estados miembros y con el Europarlamento. Deberá ser aprobada a finales de 2013, y entrará en vigor en 2014.

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