23 de septiembre de 2010

Casi 200 maestros dicen haber sido agredidos por sus alumnos


Los docentes confían en ser considerados como 'autoridad' para poder recuperar el respeto en las aulas
23.09.10 - 01:18 - ALEJANDRA JIMÉNEZ MURCIA. LaVerdad
Hace cincuenta años los vándalos de la clase se dedicaban a vaciar un bolígrafo, introducirle un grano de arroz, apuntar, soplar y lanzárselo al profesor. Ahora la figura de esos niños ha sido suplantada por otros alumnos que dejan atrás las gamberradas para convertirlas en agresiones. Levantar la mano al profesor, pinchar las ruedas de su coche o lanzarle una silla a la cabeza son algunas de las prácticas más agresivas que se han llegado a dar en algunos institutos de la Región.
Desde el Sindicato Independiente de Enseñanza Pública (Anpe) confirman que 192 docentes se acercaron, a lo largo del curso 2009-2010, al servicio del Defensor del Profesor, que desde hace cinco años está a disposición de los educadores en cada comunidad, para denunciar la agresión física o psicológica causada por uno de sus alumnos. No se trata aún de una cifra definitiva, puesto que el informe debe ser terminado en el mes de noviembre, pero el presidente de Anpe, Clemente Hernández, asegura que ya se puede hablar de un repunte en los casos de agresión con respecto a otros años.
A nivel nacional, las cifras presentadas hasta el momento elevan a 3.849 el número de docentes que han sufrido algún tipo de violencia por parte de los alumnos. «Esto es sólo una muestra pequeña de lo que sucede en realidad, ya que muchos profesores prefieren callar, ya sea por miedo, vergüenza o algún otro factor y los casos pasan prácticamente desapercibidos», explica Hernández. En total, miles de amenazas, intimidaciones, insultos que en algunos casos se penan a través de sanciones y amonestaciones por parte del centro escolar donde el alumno cursa sus estudios. Muestra de ello es la cifra en la que se refleja que un 0,26% de los alumnos murcianos recibieron un expediente disciplinario, según el último informe del Observatorio de Convivencia Escolar.
Por todo esto, desde Anpe reclaman al Gobierno regional la puesta en marcha de la Ley de Autoridad Pública, con la que se dotaría al profesor de la presunción de veracidad porque pasaría a ser considerado una autoridad pública con respaldo de la Administración. De esta forma, la parte denunciante sería la que tendría que demostrar que el profesor falta a la verdad. Mientras esperan esta norma, las labores de información para que estas situaciones de agresión disminuyan siguen su curso y es por ello por lo que Anpe, junto con la Federación Regional de Estudiantes (Feremur), ponían en marcha ayer la campaña 'La Educación Merece Respeto', en pro del respeto y la convivencia en las aulas y dirigida fundamentalmente a los alumnos de los centros de la Región.
Dentro de la iniciativa están previstas mesas redondas en municipios como Murcia, Puerto Lumbreras y Cartagena, aunque no se descarta que puedan llegar a otras localidades. Asimismo, se desarrollará un concurso de redacción para los alumnos de Primaria, y de fotografía y cortos para los alumnos de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. Los premios se entregarán el próximo diciembre.
Colegio de El Carmen
El consejero de Educación, Constantino Sotoca, condenó ayer las supuestas agresiones que padres de los alumnos del colegio público Nuestra Señora del Carmen, en Murcia, llevaron a cabo sobre los profesores del centro. Tras lo que anunció que será la propia Consejería «quien lleve la asistencia jurídica de esos docentes».
Las agresiones se habrían producido a raíz de la decisión del centro de prohibir este año a los padres acceder al patio para dejar a sus hijos, como medida para proteger la seguridad de los jóvenes y tenerlos más controlados, según explican desde Anpe. Su presidente confirma que el sindicato se personará como acusación particular en los procedimientos judiciales que se sigan por estos sucesos, para «solicitar su consideración de atentado contra funcionario público en el ejercicio de sus funciones».
Ante casos como el ocurrido en el colegio del barrio de El Carmen, alumnos de varios institutos de la capital aseguran que la medida para parar las agresiones a profesores es el respeto por todas las partes. Muchos reconocen haber presenciado una situación violenta por parte de algún compañero. «Recuerdo una vez que un joven chino le hizo una llave a un profesor y lo expulsaron del centro», comenta Zaira Sánchez.
Otra conclusión patente entre los jóvenes es la posibilidad de aumentar la severidad de los castigos. Casi todos coinciden en que un suspenso en una asignatura o una amonestación no sirve de mucho si se trata de chicos que no 'tocan un libro' y prácticamente aluden a la expulsión, temporal o permanente, como única sanción para que esas acciones no vuelvan a suceder. Los padres también son parte importante en este proceso y los estudiantes lo saben. «Depende de lo que te enseñen en casa», admite Sánchez.

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