22 de julio de 2009

Menores de 14 años de la Región se vieron implicados el año pasado en 770 delitos

Forenses y psiquiatras consideran que la edad no es un parámetro adecuado para medir la madurez psicológica de un menor y proponen valorar cada caso de manera aislada
22.07.09 - A. NEGRE MURCIA / La Verdad
Muchos de ellos no han abandonado aún la infancia. No tienen edad para comprar alcohol, ni para entrar en discotecas y no deberían montar solos en un ascensor. No han cumplido aún los catorce y sin embargo ya delinquen. Según el informe de la Fiscalía Superior de la Región, el pasado año 770 jóvenes que aún no habían alcanzado la edad penal fueron derivados a los juzgados de menores al verse involucrados en hechos delictivos. Todos ellos recibieron una reprimenda por su conducta pero ésta no pasó, debido a su edad, por el ingreso en un centro. La reforma de la Ley del Menor, que el Partido Popular (PP) plantea, podría cambiar este hecho. El debate está servido.
La detención esta semana de siete menores en Huelva por la presunta violación de una niña de 13 años ha reabierto las heridas que ya dejaron casos como el de Sandra Palo. La pregunta se masca en las calles. ¿Deben endurecerse las penas contra los menores? ¿Es buena idea rebajar la edad penal? Los expertos tampoco tienen una postura clara al respecto.
«Resulta anacrónico y pajarero que un chaval sea bueno con 13 años y 364 días y malo con 14 años», explica el director del Instituto de Medicina Legal, Emilio Pérez Pujol. «Los límites de edad estaban bien para otros siglos, pero lo que importa ahora es la madurez del sujeto».
El director del instituto forense murciano considera que actualmente se disponen de los medios necesarios para no tener que echar mano de una división por edades para medir la imputabilidad de los jóvenes. «Hay chicos de doce años que son maduros y plenamente conscientes de lo que hacen y otros que no», recalca. Pérez Pujol hizo hincapié, además, en la negativa publicidad que este tipo de hechos pueden generar. «Los jóvenes pueden pensar que uno puede hacer lo que le dé la gana», reflexiona.
La propuesta de este forense de evaluar la imputabilidad de un joven de acuerdo a su madurez psicológica y no a su edad es compartida, asimismo, por el psiquiatra Francisco Toledo. «Si consideramos niños a los niños rebajar la edad penal no va a resolver en mi criterio nada, pero sí va a recortar una serie de derechos fundamentales».
«La edad cronológica no diferencia la madurez de uno u otro», sostiene. «Es práctico, pero no justo». Toledo apunta a la educación como la clave para evitar que sucesos como el de Huelva se vuelvan a producir. «A día de hoy no está suficientemente castigado el hecho de inflingir el respeto al otro en sus libertades», opina el psiquiatra «Existe cierta laxitud en este aspecto».
Según el informe de la Fiscalía estos menores cometen todo tipo de delitos, incluidos también los más graves. Las infracciones contra el patrimonio son, según el informe, las más perpetrados por estos chavales. Sólo el pasado año, los juzgados de la Región le hicieron frente a 400 de estos delitos en los que se vieron involucrados menores de 14 años. Los delitos contra la integridad física y psíquica (180) y los delitos contra la integridad moral (135) continúan la lista. Menos frecuentes, pero especialmente graves, son los delitos sexuales. En 2008 estos jóvenes llevaron a cabo veinte de estos delitos.

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