BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El número dos del PP en el Ayuntamiento de Mataró, Juan Carlos Ferrando, abandonó este viernes su cargo después de que su partido le pidiera la dimisión por haber mediado, a través de su empresa de asesoría, entre un empresario y el consistorio con el objetivo de conseguir el permiso para abrir un burdel.
En rueda de prensa tras hacer oficial su dimisión, Ferrando admitió que en noviembre se puso en contacto con la concejal responsable de licencias, Alicia Romero, después de que un cliente de su gestoría le pidiera que recabara información sobre si era posible abrir un burdel, aunque aseguró que sus gestiones no fueron más allá.
En los últimos días el PP se había opuesto a la construcción de dos macroprostíbulos en Mataró, por lo que, aunque finalmente el proyecto no ha prosperado porque los usos urbanísticos del solar del promotor no son compatibles con el prostíbulo, la mediación de Ferrando contradice el discurso de los populares.
El ex edil popular afirmó que su marcha "es lo mejor para el partido para evitar que se entre en un debate improcedente", y acusó al Ayuntamiento de Mataró de aprovecharse de la situación.
Consideró "inaceptable que hagan chantaje al PP cuando hay dos miembros del consistorio que están imputados en un presunto delito urbanístico y no dimiten", en referencia a la imputación del alcalde del municipio, Joan Antoni Baron (PSC), y el concejal de Urbanismo, Ramon Bassas (PSC), por el caso Can Fàbregas.
El número dos del PP en el Ayuntamiento de Mataró, Juan Carlos Ferrando, abandonó este viernes su cargo después de que su partido le pidiera la dimisión por haber mediado, a través de su empresa de asesoría, entre un empresario y el consistorio con el objetivo de conseguir el permiso para abrir un burdel.
En rueda de prensa tras hacer oficial su dimisión, Ferrando admitió que en noviembre se puso en contacto con la concejal responsable de licencias, Alicia Romero, después de que un cliente de su gestoría le pidiera que recabara información sobre si era posible abrir un burdel, aunque aseguró que sus gestiones no fueron más allá.
En los últimos días el PP se había opuesto a la construcción de dos macroprostíbulos en Mataró, por lo que, aunque finalmente el proyecto no ha prosperado porque los usos urbanísticos del solar del promotor no son compatibles con el prostíbulo, la mediación de Ferrando contradice el discurso de los populares.
El ex edil popular afirmó que su marcha "es lo mejor para el partido para evitar que se entre en un debate improcedente", y acusó al Ayuntamiento de Mataró de aprovecharse de la situación.
Consideró "inaceptable que hagan chantaje al PP cuando hay dos miembros del consistorio que están imputados en un presunto delito urbanístico y no dimiten", en referencia a la imputación del alcalde del municipio, Joan Antoni Baron (PSC), y el concejal de Urbanismo, Ramon Bassas (PSC), por el caso Can Fàbregas.
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