29 de enero de 2009

Ya hay dos ofertas para comprar el Real Murcia

El Ayuntamiento comenzará a negociar con un particular y con un grupo de empresarios del metal, la construcción y la hostelería
EVA FRANCO MURCIA/ La Verdad/ Foto Google
Sobre la mesa del concejal de Deportes del ayuntamiento de Murcia hay ya dos ofertas para comprar el Real Murcia. El futuro de la entidad grana pasa irremediablemente por encontrar un comprador de manera inmediata.
Ambas ofertas, según fuentes cercanas a la entidad grana, corresponden a murcianos. Uno de ellos es un comprador particular. La otra oferta la capitanean empresarios de la Región que se dedican al sector del metal, a la hostelería y a la construcción.
Una vez que Juan Manuel Trujillo le haga llegar al concejal Miguel Cascales los datos que recojan de manera fiable la situación económica del club, y tanto él, como Jesús Samper, determinen en qué condiciones están dispuestos a vender el 98% de las acciones de las que son propietarios, comenzarán las negociaciones.
Este es el cuaderno de ruta que quedó perfilado ayer tras las dos reuniones que Trujillo y Cascales mantuvieron. El objetivo del ayuntamiento de Murcia era convencer al propietario del club de que retirara del orden del día del consejo de administración la aprobación de acogerse a la ley concursal.
Pero tras esta reunión, en la que Trujillo accedió a esperar tres semanas más, el futuro del Real Murcia es muy oscuro. Porque Trujillo puso sobre la mesa los datos que ha desvelado la auditoría externa que ha encargado a la empresa Legalia, los cuales arrojan unas cifras completamente diferentes a las que barajan los anteriores gestores, elaboradas por Jesús Samper y Santiago del Río.
La empresa Legalia, experta en estos temas ya que ha asesorado a Málaga y Sporting de Gijón, clubes que se han acogido a la ley concursal, ha puesto sobre la mesa una situación económica muy negativa, que complica la posibilidad de encontrar un comprador. De hecho, el propio Trujillo aseguró en la rueda de prensa que no iba a entrar a calificar la gestión anterior, pero que le ha causado sorpresa ver «algunos sueldos, lo que se ha gastado el club en fichajes, y las arriesgadas apuestas que se han hecho para subir al equipo y que no han tenido éxito».
Lo que Trujillo ha dejado bien claro, tanto a las autoridades como a los medios de comunicación, es que acogerse a la ley concursal no es una elección, es una obligación si se dan una serie de requisitos, y si no se hace los consejeros pueden incurrir en responsabilidad, ya que tendrían que responder de las deudas con su propio patrimonio personal.
Además, cualquier acreedor de los muchos que tiene el Real Murcia (jugadores, empresas de limpieza, suministradores, otros clubes...) puede pedir el concurso necesario al juez y obligar al Real Murcia a iniciar este proceso.
Por tanto, los responsables municipales, que están haciendo grandes esfuerzos por sacar al Real Murcia de esta situación, son conocedores de que la situación es crítica.
La idea del Ayuntamiento pasa por encantar a la persona idónea que capitanee el Real Murcia y pedir la implicación de importantes empresarios murcianos para que hagan una aportación económica a fondo perdido, pero sin tener que hacerse cargo del día a día del club.
Una situación parecida ya se dio en 1995, cuando se pidió la colaboración de varios empresarios, entre los que se encontraban Juan Valverde, Tomás Fuertes, José Pardo Cano y María Teresa Zambudio. En esta ocasión el Ayuntamiento ya sabe que Tomás Fuertes no ve con buenos ojos colaborar en esta empresa.

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