Archenanews
Los continuos altercados que se producen, proceden de una vivienda de la planta baja de la finca, a la que acceden numerosas personas que son ajenas al vecindario y crean conflictos durante las madrugadas, orinando en los pasillos y defecando en las escaleras.
En este edificio, situado en la calle Paraguay nº 18, se vienen sucediendo numerosas situaciones de convivencia anormal y escándalos nocturnos desde hace más de dos años. En concreto nuestro diario La Verdad ya publicó una noticia el 18 de septiembre del año pasado, sobre el intento frustrado de robo, en la vivienda situada en el ático del edificio, al caer los ladrones dentro del depósito de agua comunitario.
Las quejas de los vecinos durante todo este tiempo, han sido puestas muchas veces en conocimiento de la propietaria del bajo, la señora: M.D.A G., la cual en ningún momento ha actuado para solucionar este reiterado conflicto.
Los vecinos han sufrido numerosos robos de ropa en el tendedero colectivo de la comunidad, han tenido que avisar a la policía local en varias ocasiones, denunciando la suciedad de los accesos a las viviendas, las represalias tomadas por estas desconocidas personas, taponan con silicona y chicles las cerraduras de acceso al edificio, para tener ellas libre acceso nocturno.
La gota que ha desbordado el vaso se produjo esta madrugada, cuando a las 2,30 horas comenzaron a oírse fuertes golpes acompañados de gritos, que alarmaron a los 26 vecinos que creyeron que se estaba produciendo un nuevo robo.
Ante esa situación hicieron llamadas a la Guardia Civil y Policía Local que tras personarse realizaron el oportuno atestado.
Los sucesos ocurridos, dieron como resultado rotura de puertas tanto del bajo D, como del ascensor.
A la vista de todos estos hechos, los 26 vecinos se desplazaron en manifestación sobre las cuatro de esta madrugada con sus familias, al domicilio de la propietaria arrendataria de la vivienda que genera el conflicto, contestando ella que no tiene responsabilidad alguna de lo que hagan sus inquilinos y no interesándose en dar solución al problema.
Ante esta situación varios vecinos de este céntrico edificio, han manifestado su intención de trasladarse a otros viviendas por la insoportable situación en la que viven. También otros vecinos han iniciado actuaciones judiciales, encaminadas a solucionar este gravísimo problema que viven, con la intención de no tener que llegar a un enfrentamiento físico con los causantes del problema, para evitar una desgracia mayor.
En este edificio, situado en la calle Paraguay nº 18, se vienen sucediendo numerosas situaciones de convivencia anormal y escándalos nocturnos desde hace más de dos años. En concreto nuestro diario La Verdad ya publicó una noticia el 18 de septiembre del año pasado, sobre el intento frustrado de robo, en la vivienda situada en el ático del edificio, al caer los ladrones dentro del depósito de agua comunitario.
Las quejas de los vecinos durante todo este tiempo, han sido puestas muchas veces en conocimiento de la propietaria del bajo, la señora: M.D.A G., la cual en ningún momento ha actuado para solucionar este reiterado conflicto.
Los vecinos han sufrido numerosos robos de ropa en el tendedero colectivo de la comunidad, han tenido que avisar a la policía local en varias ocasiones, denunciando la suciedad de los accesos a las viviendas, las represalias tomadas por estas desconocidas personas, taponan con silicona y chicles las cerraduras de acceso al edificio, para tener ellas libre acceso nocturno.
La gota que ha desbordado el vaso se produjo esta madrugada, cuando a las 2,30 horas comenzaron a oírse fuertes golpes acompañados de gritos, que alarmaron a los 26 vecinos que creyeron que se estaba produciendo un nuevo robo.
Ante esa situación hicieron llamadas a la Guardia Civil y Policía Local que tras personarse realizaron el oportuno atestado.
Los sucesos ocurridos, dieron como resultado rotura de puertas tanto del bajo D, como del ascensor.
A la vista de todos estos hechos, los 26 vecinos se desplazaron en manifestación sobre las cuatro de esta madrugada con sus familias, al domicilio de la propietaria arrendataria de la vivienda que genera el conflicto, contestando ella que no tiene responsabilidad alguna de lo que hagan sus inquilinos y no interesándose en dar solución al problema.
Ante esta situación varios vecinos de este céntrico edificio, han manifestado su intención de trasladarse a otros viviendas por la insoportable situación en la que viven. También otros vecinos han iniciado actuaciones judiciales, encaminadas a solucionar este gravísimo problema que viven, con la intención de no tener que llegar a un enfrentamiento físico con los causantes del problema, para evitar una desgracia mayor.
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