14 de junio de 2008

EL SUMARIO DE LA 'OPERACIÓN NINETTE' TRAMA DE CORRUPCIÓN EN LOS ALCÁZARES

Roca confiesa ante la juez que negociaba sus proyectos en el despacho de Escudero.
El cerebro de la 'trama Malaya' reconoce que fue el ex alcalde de Los Alcázares quien le convenció para construir un hotel de 4 estrellas en un terreno que era de Tomás Olivo
RICARDO FERNÁNDEZ/ La Verdad

La Operación Malaya no sólo convirtió a Juan Antonio Roca en algo así como el enemigo público número 1. Además, hizo de él un apestado. Hasta el extremo de que en una región como Murcia, donde el ex asesor de urbanismo de Marbella se había movido durante largos años como pez en el agua, ya nadie fue capaz de reconocer que había comido con él, que había estado en una de sus espectaculares fiestas, que había tenido intereses comunes en algún negocio o, incluso, que lo conociese.

Tal fue la postura que Juan Escudero, ex alcalde de Los Alcázares, mantuvo durante largo tiempo. Primero, negando que conociese a Roca; después, forzado por las evidencias, admitió que lo conocía como un vecino más de Los Alcázares; más tarde, cuando ya diversas informaciones apuntaban un poco más allá, reconoció que había viajado a Marbella, acompañado por varios de sus concejales y por el arquitecto municipal Mariano Ayuso, para visitar algún edificio público marbellí.

«Fue en el año 1996, cuando Marbella era un modelo de urbanismo, y fuimos invitados por un familiar de Roca». Pero hasta ahí llegaba su relación con el cartagenero. Nunca más allá de eso.

Juan Antonio Roca, según la particular versión de Escudero, nunca había estado en su despacho. Más aún: nunca sospechó que detrás de algunos grandes proyectos urbanísticos en Los Alcázares estuviese el presunto cerebro de la trama Malaya.

Hasta ahí podíamos llegar.

UN EX EDIL LE COMPROMETE

Que la cosa no era exactamente como la narraba el que fue alcalde alcazareño durante 16 años empezó a quedar más claro el pasado 11 de febrero, cuando el ex edil de Urbanismo Alfredo Blanco Puras prestó declaración ante la juez de Instrucción número 2 de San Javier, Eva María Algar, en calidad de imputado en la Operación Ninette.

En tal escenario, refirió que era Juan Escudero quien conocía bien a Roca y que por esa razón visitaron Marbella, no en el año 1996 -o no sólo entonces-, sino en fechas mucho más recientes: en el 2005, cuando ya Marbella era ejemplo de corrupción y el ex asesor municipal estaba cercado por procesos sobre presunta corrupción.

Una memoria selectiva la de Escudero -consistente en recordar un viaje ocurrido hace una década, y no el que parece mucho más próximo- que ahora parece volver a quedar en evidencia. El entonces alcalde de Los Alcázares no sólo recibió en diversas ocasiones a Roca en su despacho oficial, sino que presuntamente estaba bien al corriente de las inversiones y negocios de éste en el municipio y, más todavía, alguno de ellos lo hizo a propuesta del propio Escudero.

La declaración que como imputado prestó Roca el pasado 25 de febrero del 2008, en presencia de la juez Algar, y a la que este periódico ha tenido acceso íntegramente, desvela todas estas circunstancias reseñadas.

Éste es un extracto de su extensa comparecencia, que está recogida en 11 folios de las diligencias previas 787/2005, que reúnen todo lo investigado con motivo de la Operación Ninette:

Roca: «Que conoce a Juan Escudero Sánchez, que lo conocía antes de ser alcalde, porque veranea en Los Alcázares. Que conoce a Alfredo Blanco Puras. Que con posterioridad al salir como alcalde Juan Escudero, alguien le llamó de parte de ellos porque querían ir a Marbella a ver urbanizaciones, algún edificio institucional..., que fue a través de un familiar del declarante. Se organizó una visita de dos días y el declarante les enseñó el Palacio de Congresos y edificios institucionales. Que no recuerda la fecha exacta, pero fue al poco de salir alcalde Juan Escudero y vivía Jesús Gil. Que fueron a Marbella Mariano Ayuso, el alcalde, un concejal -al parecer, Sergio Gil Garre- y Alfredo Blanco. En esa fecha el declarante estaba en la empresa municipal. (...) Que los atendió personalmente en su despacho y llamó a concejales para que los acompañaran. Que cenó con ellos».

Sin embargo, y pese a las declaraciones de Blanco en el sentido de que volvieron en el 2005, Roca asegura que «no realizaron ninguna visita más».

«ME PROPUSO HACER EL HOTEL»

Lo más sabroso de la declaración de Roca llega cuando asegura que «ha ido de visita al despacho de Juan Escudero para verlo. Que conoce a Mariano Ayuso cuando fue a Marbella y después con el tema del hotel, cuando se reunió con el alcalde Juan Escudero y éste mandó llamar a Mariano Ayuso. Que ha tenido una o dos visitas más con Juan Escudero para hablar del tema del hotel y otra para traerle el proyecto de Nueva Ribera (una urbanización de chalés de lujo)».

Especialmente significativo es el relato que hace sobre cómo surgió el proyecto de construcción de un hotel de cuatro estrellas. «Juan Escudero -relata Roca- tenía dificultades para entenderse con Tomás Olivo (empresario cartagenero), y Juan Escudero le propuso que convenciese a Olivo para la construcción de un hotel, y en la segunda reunión le manifestó a Escudero que había llegado a un acuerdo con Olivo para la construcción de un hotel. Un año más tarde fue cuando le trajo a Juan Escudero la modificación del plan parcial Nueva Ribera».

A NOMBRE DE TESTAFERROS

El hotel de cuatro estrellas y 100 habitaciones fue construido por la firma Condeor S.L., a cuyo frente figuraba Monserrat Corulla, mientras que la urbanización Nueva Ribera la desarrolló a través de Sociedad Inmobiliaria Masdevallía S.L. Aunque ambas mercantiles, puestas a nombre de testaferros, eran en realidad de Roca, Escudero siempre se parapetó en ese hecho para asegurar que desconocía que el ex asesor de urbanismo estuviera detrás de ambos proyectos inmobiliarios.

La declaración prestada por Roca no sólo parece probar que Escudero conocía que el primero era el impulsor de ambos proyectos, sino que uno de ellos -el del hotel- le fue propuesto por el propio alcalde. Este testimonio tiene especial importancia, sobre todo teniendo en cuenta que ambos proyectos contaron con un supuesto trato de favor por parte del Ayuntamiento.

Así, el hotel de cuatro estrellas, proyectado con un máximo de cinco plantas, tiene en realidad seis, al haberse construido un bajotejado de gran altura. Y lo mismo con la urbanización Nueva Ribera, en la que se construyeron «unos torreones de escalera, con una sala de acceso a determinadas terrazas, con una superficie media de unos 20 metros cuadrados».

Como se contabilizan 27 de estos torreones, ello suma «una superficie construida sobre la autorizada de 540 metros», según el informe realizado por el arquitecto técnico municipal Mariano Capel Pelegrín. Este profesional estuvo unos años apartado del Ayuntamiento, en el tiempo en que al frente del departamento estaba Mariano Ayuso.

Sólo cuando, después de que se hubiesen hecho públicos numerosos indicios de supuestas actividades ilícitas desarrolladas por Ayuso, éste fue expedientado y trasladado a otro servicio, Capel regresó y elaboró el citado informe sobre Nueva Ribera.

«ARQUITECTO E INTERMEDIARIO»

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, Unidad de Blanqueo de Capitales (UDEF-BLA) consideran que Ayuso era «el eslabón de conexión» entre Roca y la trama de corrupción en el Ayuntamiento de Los Alcázares. Según sus sospechas, el arquitecto cobraba importantes cantidades de dinero del cerebro de la trama Malaya por los servicios que le prestaba -se han comprobado pagos de hasta ocho millones de euros-, y más tarde se encargaría de hacer el reparto entre funcionarios del Consistorio y concejales, que los agentes no especifican. En su comparecencia ante el Juzgado de Instrucción de San Javier, Roca aportó algunos datos interesantes sobre su relación con el arquitecto, como cuando señaló que «cada vez que podía y venía (a Murcia) se reunía con Mariano Ayuso por temas profesionales».

Además, indicó que el alto funcionario ejerció en algunas ocasiones como intermediario entre Roca y propietarios de parcelas que interesaban al cerebro de la Malaya. También desveló que Ayuso «ha hablado por boca de Gyps Fulvus S.L., con Montse (Corulla) para el cobro de honorarios de arquitectura». Este hecho es significativo, ya que la Policía sostiene que ese despacho de arquitectura, Gyps Fulvus, pertenecía al arquitecto municipal y que a él desviaba los proyectos de personas interesadas en actuaciones urbanísticas en Los Alcázares.

La sociedad estaba a nombre de su hermano, Juan Ignacio.

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