J. P. PARRA / A. NEGRE/ La Verdad
Tras cinco días de conflicto, la Región recupera el pulso y la actividad. Los camiones han regresado a las carreteras y los mercados están ya abastecidos. El delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, dio ayer por cerrado el conflicto e instó a la minoría que permanece en huelga a no caer en «la tentación de mantener de forma ilimitada su actitud».
Lanzaba así un mensaje a la organización Fenadismer -representada en la Región a través de Tradimur- que continua con el paro patronal pese a haberse quedado sola frente a la mayoría del sector, que ha cerrado un acuerdo con el Ministerio de Fomento. La intervención de la Delegación del Gobierno y la presión de los agricultores y empresarios hortofrutícolas ha mermado hasta tal punto la capacidad de los huelguistas que ayer los piquetes -ya desactivados- veían impotentes cómo se desbloqueaban los puntos clave. Así, a Mercamurcia volvieron a entrar camiones de gran tonelaje con todo tipo de productos básicos.
No faltaron fruta y verdura, y el pescado se vende desde el jueves por la noche. Mientras, el puerto de Cartagena recuperó la actividad después de varias jornadas en las que ha permanecido prácticamente paralizado.
Todo esto se nota en los mercados y supermercados. Los estantes están otra vez llenos en la mayoría de establecimientos. También las gasolineras tienen combustible, gracias a los convoyes escoltados que han salido a lo largo de toda la semana desde las instalaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) en Cartagena.
Los agricultores recogen de nuevo la fruta de hueso, lo que ha supuesto un alivio para las cooperativas de Cieza, donde desde el lunes se almacenaban -y pudrían- millones de kilos sin salida por el cerco de los piquetes.
«Las carreteras están despejadas y en las explotaciones se ha vuelto al trabajo», confirmó el presidente de Coag, Pedro Lencina.
El campo, aliviado
El campo murciano respira aliviado tras la tensión acumulada esta semana. La situación fue especialmente crítica el martes y el miércoles, cuando los ganaderos ni siquiera podían llevar el pienso a sus granjas para alimentar a los animales, y los huelguistas impedían a las cooperativas trasladar la fruta desde los almacenes a las cámaras frigoríficas. Fueron dos jornadas de infarto, en las que transportistas y agricultores se enfrentaron verbalmente en localidades como Cieza y Caravaca.
Las fuerzas de seguridad empezaron a actuar ya el miércoles por la noche. El jueves, la Guardia Civil desmanteló los controles establecidos por los piquetes en el polígono Saprelorca, en El Saladar (Totana), y en La Paz (Sangonera la Seca), entre otros puntos de la red viaria regional. Las carreteras fueron recuperando gradualmente la normalidad.
Este fin de semana es previsible que la circulación de camiones sea alta, ya que el Ministerio ha levantado las habituales restricciones a estos vehículos en sábado y domingo.
Pero, pese a todo, el paro patronal no ha terminado. Los camioneros murcianos agrupados en Tradimur mantienen su postura. Sin embargo, dentro de las asociaciones federadas a Fenadismer empiezan a surgir disensiones.
Ayer, los transportistas de La Rioja decidieron tirar la toalla y desmarcarse de sus compañeros. El resto confía en volver a tomar aliento el lunes, coincidiendo con el paro que comienza ese día en el sector del transporte en Francia.
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