«Esto tú y yo, y punto. Y no se lo digas a tu mujer, ni yo a la mía», escucharon los guardias civiles cómo un edil totanero explicaba su plan para quedarse supuestamente una comisión millonaria
RICARDO FERNÁNDEZ/ La Verdad
RICARDO FERNÁNDEZ/ La Verdad
José Martínez Andreo se convirtió en alcalde de Totana a mediodía del 16 de junio del 2007, en un acto solemne celebrado en el cine Velasco de la localidad.
Su dicha se habría visto velada, sin duda, de haber sabido que ya en ese momento tenía el teléfono intervenido por orden de la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad, María Asunción Navarro Artero; de que todos sus pasos eran seguidos bien de cerca por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, y que, a cuenta de ese nombramiento, acabaría dando un día con sus huesos en la prisión provincial de Sangonera la Verde.
Apenas tres días después de haber empuñado por vez primera el bastón de mando, el día 19, a las 19 horas y 48 minutos, Martínez Andreo recibe una llamada del ahora concejal del PP Juan Francisco Casanova. Éste le felicita por la presentación de los concejales, acto que se ha producido ese mismo día, y a continuación le expone directamente que Rafael, el del Paretón, «se ve que tiene un problemica...» y que le ha dicho que no se preocupe que él sabe «que Pepe -supuestamente José Martínez Andreo- es un tío legal y lo que hablamos... lo que te haga falta, lo que te haga falta...
Y tiene problemas con su casa, con no sé qué, y digo tú tranquilo por eso, que no vamos a firmar nada».
Andreo responde: «¿Pero que necesita cosas nuestras?»
-Casanova: «Hombre, hombre, pues claro, claro».
-Andreo: «¿Pero de qué plan? ¿Del Plan General, o de qué?».
-Casanova: «Sí, una cosa del Plan General. (...) Tú no te preocupes de eso. Si no lo sabes tú, no sé quién lo va a saber...».
-Andreo: «Claro».
La conversación cambia de derroteros hasta que Casanova le indica: «Las perricas que me dijiste, no te gastes todas las perras, que tenemos que comprar algo bueno».
-Andreo: «Tenemos que hacer cosas».
-Casanova: «Sí, sí sí, sí tenemos que hacer una cosa... Vamos a poner de testaferro a Bartolo».
-Andreo: «Eso, eso... (se ríe)».
-Casanova: «...que es un tío legal, que es de lo más legal que he conocido en mi vida...».
-Andreo: «Sí, ¿no?».
-Casanova: «Hostia, ése da la vida por nosotros».
-Andreo: «Sí».
-Casanova: «Muere».
-Andreo: «Eso está bien, eso está bien».
Los guardias civiles, que llevan alrededor de un mes tratando de desenredar la supuesta trama de corrupción en Totana, de la que comenzaron a tirar siguiendo el hilo del ex alcalde Juan Morales, se ponen alerta ante semejante conversación.
«Aunque se aprecia cierta ironía en este tema por parte de ambos
-señalan en un informe cursado a la juez Navarro-, no se interpreta como una idea descabellada».
Desde ese instante estarán bien atentos a las conversaciones entre Martínez Andreo y el edil Juan Francisco Casanova.
No habrán de esperar mucho más para tener novedades.
LLAMADA A 'LOS GALLEGOS'
«El rumor de que Juan Morales pedía comisiones lo conocía media Totana y media región», admitió recientemente el actual alcalde de Totana y sucesor del aludido. Pero la juez María Ascensión Navarro va mucho más allá en las conclusiones con que cierra su investigación sobre el caso Tótem.
Considera la instructora que Martínez Andreo no sólo conocía esos «rumores», sino que sabía fehacientemente que Morales había llegado a un acuerdo con el presidente del grupo inmobiliario gallego Inmonuar, Manuel Núñez Arias, para cobrar 3,6 millones de euros (600 millones de pesetas) por recalificar 2,2 millones de metros cuadrados en el paraje El Raiguero, donde pretenían construir 5.000 viviendas y un campo de golf.
El dinero debía ser repartido en tres partes iguales entre Morales, su amigo y hombre de confianza, el empresario Gabriel Martínez -de Huervos Maryper- y dos intermediarios en la operación.
Más aún, estima la juez que Martínez Andreo, una vez que hubo tomado posesión de su cargo, decidió apartar a Morales y tratar de quedarse con la comisión.
¿Cómo llegó a tal conclusión?.
Por otra conversación interceptada el 27 de agosto del 2007 entre Casanova y Martínez Andreo, en la que ambos hablan supuestamente de tales planes. Una conversación a la que los investigadores otorgan una excepcional importancia y que llevó a incluir como imputados en un delito de cohecho a los dos intervinientes en la misma.
Por la trascendencia del documento, que está en poder de La Verdad, se reproduce íntegramente:
-José Martínez Andreo: Sí.
- Juan Francisco Casanova: Pepe.
-Andreo: Díme.
-Casanova: He llamado al gallego y he quedao con él pa la semana que viene, pa comer con él.
-Andreo: Vale.
-Casanova: ¿Entiendes o no?
-Andreo: Mmm.
-Casanova: Vamos a hacer una cosa bien hecha.
-Andreo: Ah, tú... ¿pero tú, no?
-Casanova: ¿Eh?
-Andreo: Que tú, tú, tú...
-Casanova: Sí, sí, sí.. Tú tranquilo, tú no. Aquí soy yo, yo sólo, tú nada, ¿me entiendes o no?
-Andreo: Mmm.
-Casanova: Yo luego, a ver si tú me entiendes, yo, como si fuéramos los dos, pero soy yo.
-Andreo: Ya está. Lo que tú mires, hables y ya está. ¿Mmm?
-Casanova: Ehhhhh. Mmm. Ya está tú, exactamente. Nosotros comemos, hablamos con él, y ya está, y ahí lo podemos hacer bien, y si sale bien es como si supiéramos el precio del suelo y punto, y no pasa ná.
-Andreo: Correcto, correcto.
-Casanova: (No se entiende). De puta madre, pero no pasa ná. Y con lo otro...
-Andreo: Mmm.
-Casanova: Pues lo otro, si tú quieres ayudarle, yo también. Tú no apareces, nada, y lo hacemos bien también. ¿Me entiendes o no?
-Andreo: Sí, ahí está el tema de, fff, si uno sabe lo del otro, peligro.
-Casanova: Noooo, éste, éste ahora cuando yo he hablado, dice, es que yo, me parece a mí, que La generala no ha hecho ná. Éste no sabe ná. Pero eso se puede a..., lo tengo también pensado, eso se puede hacer bien pensado pa que... mmm, para que nin... (no termina la frase).
-Andreo: Pero (no termina)
-Casanova: (No se entiende). Y que nadie lo sepa.
-Andreo: Pero porque es..., porque los..., lo..., ¿el abogado es el mismo de los dos?
-Casanova: Tiene que ser el abogao, ellos no sabrán ná, tiene que ser que el abogao de La Generala haya hablao con el abogado de... (no termina la frase).
-Andreo: Sí.
-Casanova: De eso. Pero lo que está claro es que si La Generala hace eso, el abogao no le va a decir al otro abogao ná.
-Andreo: Ya, ya, ya.
-Casanova: Y si el abogado éste hace lo de eso..., no va a decir..., quiere decirse que eso es una cosa... (no termina la frase).
-Andreo: Mmm.
-Casanova: Que nadie (no se entiende), nadie va a saber ná.
-Andreo: Ya, ya, ya... Está claro.
-Casanova: ¿Entiendes o no? Nosotros vamos a ir. Yo le he dicho, tú bájate, porque él está ciego, digo tú bájate pa abajo, comemos y echamos un rato.
-Andreo: ¿Eso quién es, el Pablo ése?
-Casanova: Sí.
-Andreo: Vale.
-Casanova: Hemos bajao con el jefe. No lo sabía, Digo, no..., tú bájate, tú, de momento tú...
-Andreo: Eso, pero ellos ¿van en plan firme ahí, a desarrollar? ¿O no? ¿O siguen por ahí intentando colocar eso?
-Casanova: Ya nos enteraremos la semana que viene.
-Andreo: Pues ya está. No, es que eso es una de las cosas, también, que tienes tú que saber.
-Casanova: Por eso, por eso. No, no, no. Tú. Vamos a ver, nosotros nos vamos a enterar de tó la semana que viene.
-Andreo: Mmm.
-Casanova: ¿Entiendes o no?
-Andreo: Bien, bien, bien.
-Casanova: Todo bien, y ya está. Y eso no es ningún problema, porque no lo vamos a hacer de...-Andreo: Y sobre todo déjales claro que... con Morales, desmarcarse total.
-Casanova: No, eso tú tranquilo. Además, es que lo vamos a hacer de tal manera que si la cosa sale en puesto de 30 euros el suelo, pues les va costar 60.
-Andreo: Ya, que no hace falta que me digas ná, pero que...
-Casanova: Nada.
-Andreo: Pero que lo que te digo, eh, que se lo dejes claro, ¿eh?, que Morales no va en el mismo barco.
-Casanova: Ya se lo he dicho, yo, no le he dicho ná de eso. Lo único que le he dicho, que de momento no comente ná a nadie, hasta que no hablemos.
-Andreo: Ya está.
-Casanova: Y una vez que hablemos, ya, como le vamos a decir lo que tenemos que decirle, y punto.
-Andreo: Ya. Venga, de acuerdo. Vale.
-Casanova: Y a los otros, lo mismo. Los otros, tú, cuando hablemos con éste...
-Andreo: Los otros, exactamente.
-Casanova: Exactamente. Cuando hablemos con éstos, tú a los otros no tienes más que decirles, ehh, ehh, habla con Juan Francisco.
-Andreo: Mmm. Está claro.
-Casanova: Y punto.
-Andreo: Venga vale, vale, ok
.-Casanova: Pero eso sí, a nadie, Pepe, hostia.
-Andreo: No, no, pero si lo tengo claro, si lo tengo claro.
-Casanova: ¿Eh? Esto tú, yo, tú y yo, y punto.
-Andreo: Ya.
-Casanova: Ni a tu mujer, ni yo a la mía.
-Andreo: No te preocupes, no te preocupes.
-Casanova: ¿Me entiendes o no?
-Andreo: Sí, lo tengo claro, si eso lo tengo yo claro.
-Casanova: Exactamente, ahí eso, pa ti y pa mí, y punto.
-Andreo: Venga, ok.
-Casanova: Hasta luego, Pepe
-Andreo: Venga, hasta luego.
«RENEGOCIANDO LA COMISIÓN»
Los investigadores de la UCO, como más tarde harían el fiscal y la propia juez, llegaron a la conclusión de que «Andreo y Juan Francisco Casanova se conciertan para que el segundo hable con Pablo (Pablo Maceira Galarza, gestor de suelo de Inmonuar), y renegocien lo que parece ser una comisión por facilitar la llegada a buen puerto del convenio que la sociedad gallega tiene firmado con el Ayuntamiento de Totana».
Con la interceptación de esta conversación, Andreo pasó a convertirse en uno de los objetivos prioritarios de la Operación Tótem.
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