21 de mayo de 2013

Al menos 91 muertos por un tornado en Oklahoma



Al menos 91 personas, 20 de ellas niños, han muerto en Oklahoma City (EE UU), a causa del tornado gigantesco que ha asolado la zona en las últimas horas, ha informado The New York Times.
Amy Elliot, portavoz de la oficina del forense de la localidad, ha confirmado la muerte de 91 personas, incluidos niños, y no se descarta que la cifra pueda aumentar. Fuentes hospitalarias han cifrado en 145 el número de heridos, de los cuales 70 son menores, por los efectos del potente tornado, que ha arrancado casas y levantado automóviles, además de destrozar al menos dos colegios.
Contiene reportaje fotográfico

Las autoridades han asegurado que muchas personas siguen atrapadas y los equipos de rescate continúan buscando entre los escombros, en particular en el suburbio de Moore, donde han tenido lugar los mayores daños, según el diario. Al menos siete de los niños fallecidos eran alumnos de la escuela elemental Plaza Towers, en Moore, que ha quedado reducida a escombros, y donde se ha rescatado a algunos menores, pero la búsqueda continúa ante el temor de que muchos sigan atrapados. También la escuela elemental Briarwood de Moore ha recibido el impacto directo del tornado, según las autoridades.
El tornado, de más de tres kilómetros de diámetro, ha durado unos 40 minutos y ha cumplido un recorrido de unos 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore. Entre los edificios afectados hay dos escuelas, un cine y un hospital y se teme que cientos de familias han perdido sus hogares. El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) ha señalado que fue un tornado de categoría EF4, la segunda máxima, con vientos de hasta 320 kilómetros por hora.

La Casa Blanca se moviliza

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado el estado de desastre en Oklahoma. Según ha informado la Casa Blanca, ello permitirá que la administración federal libere los recursos necesarios para atender a los damnificados, dándoles un refugio temporal y reparando sus viviendas, entre otras cosas.
Obama ya había comprometido la ayuda de la administración federal en una conversación telefónica con la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, a la que expresó su preocupación por lo ocurrido y por todos los afectado. Según el mandatario, la agencia federal de emergencias (FEMA) ya ha puesto a un equipo de asistencia a disposición de las autoridades locales y estatales para apoyarlas sobre el terreno en todo lo que sea posible.
Las imágenes de KFOR muestran kilómetros y kilómetros de zonas residenciales completamente arrasadas, especialmente en los núcleos de población de Newcastle y Moore, ambos al sur de Oklahoma City. Jayme Shelton, una portavoz de Moore, ha explicado que unos 160 oficiales de la policía y los bomberos buscan casa por casa a personas que puedan estar atrapadas con vida entre los escombros.
Se da la circunstancia de que en 1999 otro tornado afectó a Moore, destruyó parte de la localidad y mató entonces a 41 personas. "Estamos haciendo todo lo que podemos para encontrar a los que estén heridos o desaparecidos", declaró en una comparecencia de prensa la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin. "Necesitamos muchas oraciones esta noche", añadió la gobernadora.

Alerta desde Texas hasta los Grandes Lagos

Estos días, fuertes tormentas sacuden la región central de EE UU, sobre las que se abaten los tornados, y la alerta de las autoridades se extiende por un área amplia que comprende desde Texas (al sur) hasta la zona de los Grandes Lagos (norte).
"No hay absolutamente nada, en otros lugares puedes ver los restos de casas móviles una encima de las otras, y escombros apilados. Parece como si un equipo pesado de demolición hubiera pasado por acá", ha dicho Mile Booth, sheriff del condado de Pottawatomie, uno de los más afectados, a la prensa local después de las tormentas de la pasada noche.
La NOAA ha emitido nuevas alertas de tornados en la región, especialmente para Arkansas, Kansas, Oklahoma y Misuri. "El área de mayor preocupación va desde Misuri hasta el norte de Texas. Grandes tormentas de granizo y violentos vientos serán la principal amenaza, pero fuertes tornados aislados también son posibles", indicó la agencia federal en su último boletín de esta mañana.












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