26 de septiembre de 2011

El Murcia toma impulso (2-1)

Remonta un gol del Numancia y logra su segunda victoria en un partido con poco fútbol
La Verdad

EVA FRANCO efranco@laverdad.es.-

El Real Murcia está lanzado. Ha encadenado su segunda victoria consecutiva, ha logrado su primer triunfo en Nueva Condomina y adelanta posiciones en la tabla hasta el puesto decimoquinto. Y, cosas del fútbol, todo lo ha logrado jugando mal, con orden y poco brillo y sufriendo hasta el final. El Numancia puso a la grada en vilo en los últimos minutos del partido. El Murcia se fue atrás, el miedo a perder hizo del cuarto de hora final un horror en el que el tiempo pasó más lento que nunca
.
Pero al final el marcador no cambió. La remontada y la victoria se consumaron y se demostró una vez más que, a veces, es más fácil ganar cuando se juega mal que en los partidos en los que el toque y la posesión de la pelota hacen brillar el juego del equipo grana, pero en los que necesita una infinidad de ocasiones para hacer gol si es que al final lo consigue.
El encuentro de ayer fue todo lo contrario. Dos llegadas, dos goles, y alguna oportunidad sin importancia. Después de lograr un buen marcador a esperar; orden, tranquilidad y lucha hasta el final. Hay victorias que se consiguen más que con talento, con cabeza.
Pero además, el triunfo tiene el lustre que deja en las plantillas las remontadas. Ganar cuando te marcan antes refuerza la moral de los jugadores y hace aún más importantes las victorias.
Al Murcia no se le pusieron bien las cosas desde el inicio. En el minuto siete ya tenía el partido en contra. El tanto fue más un fallo de los grana que un acierto del Numancia. Fue en un error de la defensa. El portero Alberto e Iván Amaya se estorbaron, el balón se quedó muerto y Del Pino aprovechó la situación.
La defensa sigue haciendo aguas. Demasiadas dudas, demasiada inseguridad. La línea de cuatro no transmite fortaleza y lo mismo acierta, que es capaz de hundirse en la falta de entendimiento. Amaya y Jorge chocaron al ir a por un balón. No fue un simple encontronazo. El primero terminó con una brecha y la cabeza vendada. Y para colmo de males, Alberto, que tan espectacular había estado una semana antes en Valladolid, tampoco dejó muestras de confianza y seguridad cada vez que tenía que intervenir o salir de los palos.
Pero tras el error en defensa apareció Borja Bastón para equilibrar el partido. Tres minutos después de encajar el tanto el delantero sacó su talento para fabricar una vaselina que fue un alivio para el Real Murcia y un baño de confianza para un jugador que pasa por momentos complicados, tras fallar ante la meta rival en todos los partidos que había jugado antes.
Iñaki Alonso hizo un trabajo especial con el joven delantero a lo largo de la semana. Mucha charla para que ganara confianza. Al final fue titular y aunque tuvo alguna ocasión más que desaprovechó, el gol le da vida y lo mantiene con moral hasta el próximo partido.
Sus opciones de jugar son cada vez menores porque se acerca la fecha en la que Chando vuelva al equipo, tras recuperarse de su lesión, y Cristian debute con la camiseta grana, tras coger la forma física que le faltaba al llegar a Murcia desde Argentina.
Pero mientras la línea de delanteros se va armando después de las muchas lesiones, Borja sigue siendo la referencia y ayer le ganó la partida a la desmotivación y a la falta de confianza con un gol que fue importante para el equipo y aún más para el jugador.
Con el empate el partido se atascó. Poco juego en corto, pases en largo y apenas ocasiones. Solo una decisión errónea del árbitro al no señalar una mano en el área del Numancia a Cabrera. Por suerte, en esta ocasión el equipo grana no se encomendó a las decisiones del colegiado y resolvió por su cuenta. Fue justo antes de marcharse al vestuario. Centró Sutil, el balón salió rechazado en el área y apareció Óscar Sánchez con su mejor pierna izquierda para aclarar el partido y cerrar el marcador.
Sobraron los siguientes cuarenta y cinco minutos. Ya no hubo más historia que contar. Solo algunos detalles, como un gran pase de Mario Marín que promete grandes tardes si se le dan minutos, la calidad de Sutil que es capaz de poner la pelota justo en el sitio que se la espera, o la agonía al ver rematar a Juanjo para lograr el empate del Numancia, que nunca llegó con claridad, pero que siempre amenazó la segunda victoria grana.
Con los tres puntos en el casillero el resto poca importancia tiene. Como que la afición se marchara del estadio Nueva Condomina sin ver debutar al delantero argentino Cristian García. Habrá que esperar una semana más, al encuentro del próximo sábado en Las Palmas. Al final el jugador se quedó en el banquillo porque el partido y el resultado no estaban para sacar delanteros.


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