Planificar, un sinónimo de ahorro en las vacaciones: el 40% de los españoles lo hacen
CONSUMER.ES. 31.05.2009 - 14:55h
Más del 40% de quienes viajaron al año pasado de vacaciones en nuestro país aseguraron haber planificado el viaje con al menos tres meses de antelación. No somos, por tanto, tan perezosos, desorganizados y poco previsores como podría pensarse.
El pragmatismo y la previsión ganan, lenta pero decididamente, terreno al tradicional culto a la improvisación. En general, para el usuario, la regla de oro sigue vigente: cuanto más se aproxime la fecha de reserva del viaje al día de salida, el número de plazas libres será menor y el coste final será mayor. Pero el precio no es el único factor que hay que tener en cuenta.
Conviene seguir una serie de pautas y de consejos útiles para reservar vuelos y alojamiento.
Primer paso: Planificar
Para empezar, no aceptemos pagar de más. Agencias de viaje y compañías aéreas están obligadas por ley a que el precio final que cobran sea idéntico al publicitado.La clave es leer con detenimiento la letra pequeña del contrato y no hacernos falsas ideas. Es lo de "desde 120 euros" del anuncio que al final acaban siendo 360 euros porque la fecha solicitada no estaba dentro del breve intervalo que cuenta con la oferta más atractiva de precio y ha servido sólo de gancho.
Antes de cerrar la reserva, por tanto, hay que exigir el precio final del viaje y comprobar que se ajusta al presupuesto inicial. Y que cada extra que se le sume al coste anunciado se justifique.
Low cost: chollo con matices
Quienes más viajan con las compañías aéreas low cost ya no echan de menos el refrigerio gratuito ni la prensa, e incluso comienzan a usar el tren y el bus, y en su caso el metro, para reducir el gasto que supone llegar en taxi al hotel o la ciudad desde el aeropuerto, que a veces supera al del propio vuelo.
Últimamente, muchas compañías de bajo coste obligan al pasajero a decidir si va a o no a facturar equipaje
Sin embargo, aún no nos hemos adaptado a otras particularidades de la contratación on line, como las tarifas extra por facturar el equipaje. Cuando se compra el billete por Internet, hay que tener en cuenta si viajamos con equipaje que debe ser facturado.
Últimamente, muchas compañías de bajo coste obligan al pasajero a decidir si va a o no a facturar equipaje: la tarifa por cada maleta va desde 11 hasta 22 euros. El seguro de viaje es también opcional, y tiene su coste. Algunas aerolíneas incluso han restringido el número de bolsas que se pueden llevar como equipaje de mano, al tiempo que han reducido el peso máximo de los bultos admitidos en cabina para obligar sutilmente a la facturación de cualquier maleta.
Cada viajero puede llevar una única bolsa de mano, aunque hay compañías que admiten además un bolso o mochila, de no más de entre 6 y 10 kilos. Lo siguiente será el pago por el uso del baño. Suena a chiste, pero no lo es: una compañía low cost ya ha avisado de que podría comenzar a cobrar por este servicio.
Antes de reservar un vuelo por Internet...
Una leyenda urbana afirma que a última hora se pueden adquirir billetes de avión a un precio irrisorio, y que merece la pena esperar. Olvídelo, no es cierto. Prácticamente siempre, la antelación es la mejor aliada para pagar menos por los vuelos.
Todas las compañías adoran cobrar por adelantado, lo que te permite ahorrar varios cientos de euros
Todas las compañías adoran cobrar por adelantado. Si compra los vuelos varios meses antes del viaje (sobre todo, en trayectos intercontinentales) ahorrará varios cientos de euros, especialmente si elige las fechas más solicitadas (agosto o Navidad).
Pero hay destalles que conviene saber. El primero: una web que busca vuelos es capaz de comparar cientos de combinaciones de todas las compañías aéreas, pero siempre se dejará alguna sin analizar. El segundo: estas webs tienen, a veces, acceso exclusivo a tarifas preferenciales.
Por eso conviene buscar vuelos cotejando primero los resultados de varias webs especializadas (Kayak.es, Expedia.es, Orbitz.com, Rumbo.es), sus resultados no siempre coincidirán.Si nuestras fechas son flexibles conviene indicarlo en la petición de vuelos (en el apartado correspondiente) ya que variar un poco las fechas puede ahorrarnos mucho dinero.
Antes de reservar, sondear
Numerosos portales web contienen una gran base de datos donde miles de usuarios vierten sus opiniones acerca de los hoteles en los que se han alojado, de modo que basta con poner en el cajón de búsquedas el nombre del establecimiento y la ciudad para recibir una valoración media del mismo.
En este grupo destacan TripAdvisor, Trivago -que además compara los precios de las agencias on line- e IgoUgo, que ofrece también una red social. Por otro lado, ciertas mayoristas de plazas hoteleras seleccionan las mejores ofertas. On Hotels, Hotelopia, Booking.com y AlfaRooms.com funcionan de manera similar a las agencias on line.
Una fórmula eficaz y sencilla para comprobar si el hotel es tan céntrico como asegura en su web es la herramienta que proporciona Google con su aplicación Google Earth, o su versión web Google Maps. Sólo se necesita conocer el nombre de la ciudad y de la calle del hotel y comprobar la distancia real respecto a los puntos más turísticos de la ciudad. Otro modo de hacerse con información del hotel (instalaciones, desayuno y buffet, emplazamiento...) es buscar las opiniones y las fotografías de huéspedes anteriores.
Alquilar una vivienda
Hay varios canales para alquilar vivienda para las vacaciones, veamos tres: anuncios de particulares, portales web especializados e inmobiliarias. La práctica habitual en todos ellos es que el propietario del piso exija una señal, de entre el 20% y el 30% del precio, para reservar la vivienda.
Una vez pagada la señal, se recomienda elaborar un contrato entre ambas partes
Aunque el pago se realice por transferencia bancaria no está de más solicitar un documento en el que se acredite que el titular de la cuenta que recibe el dinero y el propietario de la vivienda son la misma persona.
Una vez pagada la señal, se recomienda elaborar un contrato entre ambas partes en el que figure la identidad del propietario y la del inquilino, la duración de la estancia, el mobiliario y equipamiento electrodoméstico y de todo tipo de la vivienda, el precio, la cantidad como señal y todas las cláusulas que convengan.
Antes de firmar el contrato, y más si no se ha podido visitar la vivienda previamente, merece la pena tomarse la molestia de revisar el estado general del inmueble y comprobar que cumple con lo prometido en el folleto.
En el extranjero, mejor pagar con tarjeta
La tarjeta de crédito es, junto con los cheques de viaje, la opción más cómoda y segura para hacer frente a los gastos en el extranjero. Sin embargo, hay que revisar antes de salir el límite de la tarjeta establecido para compras, las comisiones que se cobran fuera de la zona euro y las de extracciones en cajeros. Pero además de tarjetas o cheques, conviene llevar encima dinero en metálico, si bien no en grandes cantidades.
En general, es más barato comprar divisas cargándolo a la cuenta corriente. Hacerlo en el último momento, ya sea en un aeropuerto o acudir a otro banco o a una oficina de cambio, sale más caro. Otra sugerencia es guardar todos los justificantes de compra y de extracción de dinero en cajeros: son muy útiles para tramitar cualquier reclamación.
Más del 40% de quienes viajaron al año pasado de vacaciones en nuestro país aseguraron haber planificado el viaje con al menos tres meses de antelación. No somos, por tanto, tan perezosos, desorganizados y poco previsores como podría pensarse.
El pragmatismo y la previsión ganan, lenta pero decididamente, terreno al tradicional culto a la improvisación. En general, para el usuario, la regla de oro sigue vigente: cuanto más se aproxime la fecha de reserva del viaje al día de salida, el número de plazas libres será menor y el coste final será mayor. Pero el precio no es el único factor que hay que tener en cuenta.
Conviene seguir una serie de pautas y de consejos útiles para reservar vuelos y alojamiento.
Primer paso: Planificar
Para empezar, no aceptemos pagar de más. Agencias de viaje y compañías aéreas están obligadas por ley a que el precio final que cobran sea idéntico al publicitado.La clave es leer con detenimiento la letra pequeña del contrato y no hacernos falsas ideas. Es lo de "desde 120 euros" del anuncio que al final acaban siendo 360 euros porque la fecha solicitada no estaba dentro del breve intervalo que cuenta con la oferta más atractiva de precio y ha servido sólo de gancho.
Antes de cerrar la reserva, por tanto, hay que exigir el precio final del viaje y comprobar que se ajusta al presupuesto inicial. Y que cada extra que se le sume al coste anunciado se justifique.
Low cost: chollo con matices
Quienes más viajan con las compañías aéreas low cost ya no echan de menos el refrigerio gratuito ni la prensa, e incluso comienzan a usar el tren y el bus, y en su caso el metro, para reducir el gasto que supone llegar en taxi al hotel o la ciudad desde el aeropuerto, que a veces supera al del propio vuelo.
Últimamente, muchas compañías de bajo coste obligan al pasajero a decidir si va a o no a facturar equipaje
Sin embargo, aún no nos hemos adaptado a otras particularidades de la contratación on line, como las tarifas extra por facturar el equipaje. Cuando se compra el billete por Internet, hay que tener en cuenta si viajamos con equipaje que debe ser facturado.
Últimamente, muchas compañías de bajo coste obligan al pasajero a decidir si va a o no a facturar equipaje: la tarifa por cada maleta va desde 11 hasta 22 euros. El seguro de viaje es también opcional, y tiene su coste. Algunas aerolíneas incluso han restringido el número de bolsas que se pueden llevar como equipaje de mano, al tiempo que han reducido el peso máximo de los bultos admitidos en cabina para obligar sutilmente a la facturación de cualquier maleta.
Cada viajero puede llevar una única bolsa de mano, aunque hay compañías que admiten además un bolso o mochila, de no más de entre 6 y 10 kilos. Lo siguiente será el pago por el uso del baño. Suena a chiste, pero no lo es: una compañía low cost ya ha avisado de que podría comenzar a cobrar por este servicio.
Antes de reservar un vuelo por Internet...
Una leyenda urbana afirma que a última hora se pueden adquirir billetes de avión a un precio irrisorio, y que merece la pena esperar. Olvídelo, no es cierto. Prácticamente siempre, la antelación es la mejor aliada para pagar menos por los vuelos.
Todas las compañías adoran cobrar por adelantado, lo que te permite ahorrar varios cientos de euros
Todas las compañías adoran cobrar por adelantado. Si compra los vuelos varios meses antes del viaje (sobre todo, en trayectos intercontinentales) ahorrará varios cientos de euros, especialmente si elige las fechas más solicitadas (agosto o Navidad).
Pero hay destalles que conviene saber. El primero: una web que busca vuelos es capaz de comparar cientos de combinaciones de todas las compañías aéreas, pero siempre se dejará alguna sin analizar. El segundo: estas webs tienen, a veces, acceso exclusivo a tarifas preferenciales.
Por eso conviene buscar vuelos cotejando primero los resultados de varias webs especializadas (Kayak.es, Expedia.es, Orbitz.com, Rumbo.es), sus resultados no siempre coincidirán.Si nuestras fechas son flexibles conviene indicarlo en la petición de vuelos (en el apartado correspondiente) ya que variar un poco las fechas puede ahorrarnos mucho dinero.
Antes de reservar, sondear
Numerosos portales web contienen una gran base de datos donde miles de usuarios vierten sus opiniones acerca de los hoteles en los que se han alojado, de modo que basta con poner en el cajón de búsquedas el nombre del establecimiento y la ciudad para recibir una valoración media del mismo.
En este grupo destacan TripAdvisor, Trivago -que además compara los precios de las agencias on line- e IgoUgo, que ofrece también una red social. Por otro lado, ciertas mayoristas de plazas hoteleras seleccionan las mejores ofertas. On Hotels, Hotelopia, Booking.com y AlfaRooms.com funcionan de manera similar a las agencias on line.
Una fórmula eficaz y sencilla para comprobar si el hotel es tan céntrico como asegura en su web es la herramienta que proporciona Google con su aplicación Google Earth, o su versión web Google Maps. Sólo se necesita conocer el nombre de la ciudad y de la calle del hotel y comprobar la distancia real respecto a los puntos más turísticos de la ciudad. Otro modo de hacerse con información del hotel (instalaciones, desayuno y buffet, emplazamiento...) es buscar las opiniones y las fotografías de huéspedes anteriores.
Alquilar una vivienda
Hay varios canales para alquilar vivienda para las vacaciones, veamos tres: anuncios de particulares, portales web especializados e inmobiliarias. La práctica habitual en todos ellos es que el propietario del piso exija una señal, de entre el 20% y el 30% del precio, para reservar la vivienda.
Una vez pagada la señal, se recomienda elaborar un contrato entre ambas partes
Aunque el pago se realice por transferencia bancaria no está de más solicitar un documento en el que se acredite que el titular de la cuenta que recibe el dinero y el propietario de la vivienda son la misma persona.
Una vez pagada la señal, se recomienda elaborar un contrato entre ambas partes en el que figure la identidad del propietario y la del inquilino, la duración de la estancia, el mobiliario y equipamiento electrodoméstico y de todo tipo de la vivienda, el precio, la cantidad como señal y todas las cláusulas que convengan.
Antes de firmar el contrato, y más si no se ha podido visitar la vivienda previamente, merece la pena tomarse la molestia de revisar el estado general del inmueble y comprobar que cumple con lo prometido en el folleto.
En el extranjero, mejor pagar con tarjeta
La tarjeta de crédito es, junto con los cheques de viaje, la opción más cómoda y segura para hacer frente a los gastos en el extranjero. Sin embargo, hay que revisar antes de salir el límite de la tarjeta establecido para compras, las comisiones que se cobran fuera de la zona euro y las de extracciones en cajeros. Pero además de tarjetas o cheques, conviene llevar encima dinero en metálico, si bien no en grandes cantidades.
En general, es más barato comprar divisas cargándolo a la cuenta corriente. Hacerlo en el último momento, ya sea en un aeropuerto o acudir a otro banco o a una oficina de cambio, sale más caro. Otra sugerencia es guardar todos los justificantes de compra y de extracción de dinero en cajeros: son muy útiles para tramitar cualquier reclamación.
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