El Cabezo del Tío Pío esta situado en la carretera que va a de Archena a Ulea, en la ribera del río Segura, dominando toda la vega.
Este monte que esconde en sus entrañas el origen de nuestro pueblo, ha sido quizás el más castigado, no solo por los buscadores de tesoros que han horadado como siniestros tejones dejando como un colador todo su contorno, destrozando sin reparo alguno y con el más grande de los desprecios por la cultura de la que pretendían aprovecharse. Ha sido un trabajo de autentica rapiña, de profanadores de tumbas; además se permitió la explotación de una enorme cantera que saco durante años materiales para la construcción. El ejercito realice grandes cuevas para convertirlas en polvorines que un día fatídico de septiembre la montaña escupió enfadada, vengativa, y de nuevo sus piedras se convirtieron en materiales de construcción... sus laderas se abancalaron y las diferentes necrópolis fueron abono para los limoneros y albaricoqueros, así como para empedrar los caminos... es como un reflejo paradójico de la historia.
Es un monte lleno de historias de tesoros... de fantasía... de prueba de hombría para las pandillas de chiquillos que acudíamos a representar nuestras aventuras de moros y cristianos, de descubridores... e, inconscientes del sagrado lugar histórico que pisábamos profanamos los recuerdos, pero éramos críos que imitábamos a los adultos que allí pasaban horas y horas escudriñando donde nadie los había llamado, robando la historia y a la historia, todavía hoy.
Sabemos que desde mediados del siglo XV que los moriscos que repoblaron Archena y redescubrieron las ruinas del Balneario, se han ido sucediendo descubrimientos de "tesoros" en los montes circundantes del pueblo, donde los habitantes, de forma furtiva unas veces, y otras por azar en sus huertos, iban sacando a la luz restos arqueológicos, la mayoría de ocasiones para quedárselos de recuerdo o venderlos; tradición esta que todavía perdura entre nosotros. Hoy existen en casas particulares de Archena gran cantidad de hallazgos arqueológicos sin inventariar y quisiera aprovechar esta tribuna para pedir a esos vecinos un gesto de generosidad y que devuelvan, lo que, entre otras cosas, no es suyo. No es justo que unos pocos nos hurten el pasado que por herencia nos corresponde.
En este monte y su entorno se asentaron las culturas mas primitivas del eneolítico -como recientemente ha podido demostrar en las excavaciones realizadas por el profesor Joaquín Lomba Maurandi-, de la edad del Bronce, argárica e ibérica que ha sido la que mas vestigios nos han dejado, pero también sus habitantes nos han proporcionado elementos de su cultura como diferentes tipos de piezas griegas y áticas especialmenteDestacados autores se han ocupado de los yacimientos arqueológicos alrededor del Cabezo del Tío Pío, especialmente en los inicios del siglo XX, aunque tenemos importantes referencias del siglo XIX. La obra clásica de Ceán Bermudez, la del canónigo Lozano, de González Simancas, incluso Sandars, o el famoso arqueólogo francés Pericot, Bosch Gimpera y su discípulo Yurita y otros autores como los alemanes Obermaier y Heiss. Otro investigador español Fernández Aviles, y así hasta la primera campaña de excavaciones en el Cabezo del Tío Pío, y también la única, Nevada a cabo en 1944 por Julián San Valero y Domingo Fletcher, auspiciada por la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas.
De este cabezo lo mas significativo que ha quedado, sin duda, ha sido el "Vaso de los guerreros" una de las piezas con imágenes mas representativas de la cerámica ibérica, que aparece en todas las enciclopedias como reflejo de una época y de un estilo (el conocido como Elche-Archena) y que ha permitido que el nombre de Archena aparezca en numerosos estudios y en incalculables citas (mas de 4500 según mis datos...) y convertirse en una de las piezas mas visitadas en el museo arqueológico nacional y que despierta gran interés.
No es la única pieza encontrada pero si la más famosa y en esta cerámica Ibérica vemos reflejada toda la idiosincrasia de las gentes que la produjeron, ilustrándonos acerca de su sensibilidad estética y sus creencias, las costumbres sociales, el vestido y todo aquello que configure su vida material y espiritual.
El vaso tiene su leyenda, su historia negra... la pieza fue comprada a alguien que la robo por la noche de unas excavaciones municipales. La pieza apareció en poder de Enrique Salas (pintor y escultor... y también aventurero) quien vio las grandes posibilidades de la misma e inicio un recorrido por los museos más importantes para venderla, llegando a Paris y Londres, e incluso se la llevo a Rosario de Santa Fe al negocio que tenia con Vicente Medina e Inocencio Medina Vera. Al final de su periplo mercantil la vendió al Centro de Estudios Históricos por la importante suma de 3.500 pts. en 1910.
Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.
Publicado en: "La Archena de ayer... en 7 postales". 2003
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