El alcalde de Ojós, Francisco Salinas, que fue juzgado ayer en Murcia acusado de quebrantar la orden que tenía de mantenerse alejado de un menor, declaró que el encuentro con éste en un bar de Archena “fue casual”.
Salinas, para quien el fiscal solicitó una condena de dieciocho meses de multa, aseguró al tribunal que acudió al establecimiento a instancias de un amigo que le había solicitado que mediara en un conflicto.
Fue al llegar al local, añadió, cuando se encontró con el menor, al que “me limité a mostrar mi sorpresa y exclamar que qué hacía allí”.
Por su parte, el vecino que había requerido las labores de mediador del alcalde declaró como testigo y ratificó las manifestaciones del regidor municipal de Ojós.
El letrado defensor de Salinas, José María Caballero, pidió la absolución y señaló que el alcalde desconocía la presencia del menor en el local y que “nunca existió, por tanto, intención alguna de quebrantar la orden de alejamiento”.
El juicio, que quedó visto para sentencia, se debió haber celebrado el pasado dieciocho de marzo, pero tuvo que ser suspendido por la huelga que los funcionarios de Justicia llevaron a cabo.
La orden de alejamiento que pesa sobre el alcalde fue dictada por un Juzgado de Murcia en octubre del pasado año 2007 a raíz de su detención por un presunto delito de corrupción de menores.
Esta supuesta infracción penal se descubrió al revelarse unas fotografías captadas por Salinas, de contenido sexual, y en las que figura, entre otras personas, el menor del que tiene orden de alejamiento.
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