Comienza una de las etapas más duras de la historia del club grana tras el empate de ayer en Gerona y el descenso a Segunda B La entidad se enfrenta a un futuro incierto acuciada por las deudas, la disminución de ingresos que se avecina y la soga del concurso de acreedores
EVA FRANCO ENVIADA ESPECIAL.- / La Verdad
Miles de lágrimas pusieron ayer el punto y final a una etapa en el Real Murcia. Fue la delderroche de dinero, la del boom inmobiliario y urbanístico, la de los fichajes millonarios y la de dos efímeros ascensos a Primera. Todo eso ya ha quedado atrás. Los jugadores, los aficionados y toda una ciudad lloró ayer por el Real Murcia. Por un club que vive una de los peores momentos de su historia, ahogado por las deudas, hundido en las cloacas del fútbol.
El futuro deportivo es un gran desastre. El económico, arrastrado por el descenso, es aún peor y puede llegar a ser inasumible. El lujo y la obstentación de los tiempos de Jesús Samper ha quedado reducido a la nada. Vuelos chárter, concentraciones en los hoteles más lujosos, fichajes millonarios y con precios fuera de mercado, empleados por todos sitios y con sueldos millonarios, una radio del club y el proyecto para poner hasta una cadena de televisión propia... El dueño del Real Murcia vivió a lo grande, pero le falló lo más importante: consolidar al equipo en el fútbol profesional.
En Segunda B no hay ingresos por derechos de televisión, no hay quinielas, hay menos abonados, menos subvenciones públicas... El futuro se pone muy cuesta arriba hasta el punto de que hay quien opina que el presupuesto debe de bajar en más de la mitad del actual.
Los dueños
Jesús Samper se marchó ayer el primero del estadio Montilivi, pero tuvo tiempo de manifestar de manera rotunda que seguirá al frente del Real Murcia, club del que posee más del 90% de las acciones. Mucho tendrá que cambiar para que el equipo no coseche más fracasos.
Reconocer cuáles son sus errores y hacer numerosos cambios en la estructura del club son los primeros pasos a seguir. Samper se niega, por ahora, a vender el Real Murcia y al menos públicamente no reconoce ni que el club está en una situación económica crítica, ni que el descenso afecta al plan de viabilidad para que el concurso no se vea abocado a la liquidación.
El alcalde
Para el Ayuntamiento de Murcia el fracaso también es total. Desde el Consistorio se hizo una apuesta ambiciosa y arriesgada para apoyar al Real Murcia y generar un gran negocio inmobiliario y comercial a su alrededor. El alcalde, Miguel Ángel Cámara, ha asegurado en las últimas semanas que tiene compradores dispuestos a gestionar el club de manera más cercana y eficaz. Es ahora, con la competición terminada y el descenso consumado, cuando está más obligado que nunca a tomar cartas en el asunto y aclarar si existen o no personas o empresas dispuestas a coger a un club inmerso en un concurso de acreedores.
El concurso
La juez María Dolores de las Heras tiene la llave del futuro. Con la ley en la mano el Real Murcia lo va a tener muy difícil para seguir adelante. Los tres administradores concursales han hecho todo lo posible para apoyar los numeros del club, pero su capacidad tiene un límite. Aprobaron el plan de viabilidad que obligaba al Real Murcia a estar dos años en Primera y tres en Segunda para poder asumir una deuda que ronda ya los 39 millones de euros, e incluso llegaron a aprobar un documento que valoraba la plantilla en más de veinticinco millones de euros, lo que en el mundo del fútbol todos sabían que no se ajustaba a la realidad. Dos de ellos, Damián Mora y Ramón Madrid, volaron en el chárter privado del Real Murcia y vieron el partido en directo desde el palco de Montilivi.
En alguna conversación privada, los administradores concursales han reconocido que la situación se complica ya que en principio en la ley no se recoge la posibilidad de modificar el plan de viabilidad una vez aprobado, por lo que la continuidad económica del club dependerá de la ingeniería jurídica que la juez esté dispuesta a aplicar.
El dinero
Una de las soluciones que todos apuntan pasa por la posibilidad de que Samper aporte de su bolsillo el diferencial que se iba a percibir si el club estuviera la temporada 2010/11 en Segunda, con el que va a recibir en Segunda B. Con ello se cubriría una temporada y no se incumpliría el plan de viabilidad. Hoy por hoy parece poco probable que Samper esté dispuesto a tomar esta decisión, aunque habrá que esperar a los próximos días. De momento el dueño del Real Murcia ya ha dicho públicamente que el objetivo será regresar a Segunda División en un solo año.
José González
Su continuidad en el Real Murcia está prácticamente descartada. Juan Antonio Samper apostó por él y nunca llegó a cuestionarlo en el banquillo, pero en los últimos partidos su credibilidad ha quedado por los suelos.
Enfrentado a un importante número de miembros de la plantilla, un sector lo ha criticado duramente en todos los foros y ambientes en los que se les ha querido escuchar. El enfrentamiento llegó a tal punto que Santiago del Río intentó mediar para aclarar las posturas y rebajar tensiones. González se presentó ayer en la sala de prensa con los ojos rojos después de haber llorado. Sabe que el Real Murcia era su oportunidad y que la puerta del fútbol profesional se le ha cerrado por algún tiempo.
La plantilla
El expediente de regulación de empleo está en el aire. Contratos como el de Mejía (más de 500.00 euros) o Capdevila (supera los 400.000 euros) son inasumibles en Segunda B. El club ya utilizó el ERE el verano pasado para dar salida a siete jugadores. Este año puede ser la cifra aún mayor. Todo lo que el Real Murcia no sea capaz de ahorrase en este concepto tendrá que ser asumido por Jesús Samper.
El filial
Si este descenso tiene una segunda víctima, esa está en los canteranos del filial. Se van directos a Tercera División arrastrados por la llegada del primer equipo a Segunda B, ya que la competición no permite que un equipo y su filial militen en la misma categoría. Buena base del Real Murcia Imperial de esta temporada pasará a formar parte del primer equipo en la campaña 2010/11. Jugadores como Mario Marín o Urzáiz tienen puesto asegurado en el equipo de Segunda B la próxima temporada.
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