El delantero y Pedro celebran el gol con un beso en los labios, como ya hicieron en el partido contra el Numancia La cabeza de Chando da oxígeno al equipo, que se aleja del descenso
JOSÉ OTÓN.-/ La Verdad
El saludo y el típico paseíllo de Juan Antonio Samper por el terreno de juego del Nuevo Arcángel hacía presagiar un buen partido del Real Murcia, o al menos, la obtención de un buen resultado. Así fue. Desde que los hermanos Samper decidieran 'bajar al ruedo' en el choque contra Las Palmas y a excepción del partido contra el Huesca, todo le ha salido bien al equipo grana fuera de casa.
El partido empezó con el Real Murcia de 2010, el que sale a por los partidos, el que huele a buen equipo, a conjunto con carácter y con fútbol. A los cuatro minutos ya había tenido dos ocasiones claras en las botas de Natalio y Chando, y a los veinte ya iba por delante gracias a un cabezazo del delantero mallorquín que acudió a su cita con Pedro en la celebración. Beso en la boca y dedicatoria a la grada grana. No hay nada mejor para un equipo con el de González, que se busca a sí mismo, que los planes le salgan bien. Que los goles reafirmen su autoestima. Y es que después del gol, el Real Murcia siguió siendo el mejor. Estaba más cerca el segundo grana que el primero cordobesista.
Para colmo todos sabemos que a Lucas Alcaraz y a sus equipos no le va mucho eso de ir por detrás, el aplicar más esfuerzos que los debidos a buscar la meta contraria por eso los minutos pasaban para el equipo grana sin demasiado alboroto en la portería de Elía. A pesar de las buenas sensaciones y de la superioridad grana, lo mejor era marcar el segundo para no sufrir tanto como en Salamanca en su última victoria lejos de Nueva Condomina. Además había que tener un dato más en cuenta: el partido estaba extremadamente caliente, estaba ardiendo con un público muy sensibilizado con el arbitraje y De Coz tenía una tarjeta amarilla desde el minuto 28.
En la victoria parcial del Real Murcia en la primera parte todo eran sensaciones positivas. Se mostró con un equipo sin fisuras en defensa, lo suficiente maduro también para no entrar en las provocaciones de la grada y los jugadores del Córdoba y había sido certero con el gol puesto que en la ocasión más clara se había adelantado en el marcador. Si se tira de estadística, seguro que la mayor parte de los equipos que se adelantan en los partidos de Segunda acaban ganando o empatando por lo que el equipo de González tenía una parte del trabajo adelantado.
Al término de la primera parte todo era color de rosas puesto que el Cádiz cayó en Cartagena, el Real Unión de Irún perdía en casa frente al Betis y la jornada, incluso perdiendo el Real Murcia, no lo podía dejar en posiciones de descenso teniendo en cuenta el Albacete-Celta que se tiene que jugar hoy y en el que pase lo que pase, el resultado será bueno para un Real Murcia que por primera vez desde que la Liga empezó en agosto, podía mirar desde arriba.
El cuadro grana no fue el mismo en la segunda parte. La ambición y las ganas de marcar el segundo se esfumaron. Eso, o que el Córdoba de Alcaraz se echó para adelante. Los dos cambios blanquiverdes, Asen y José Vega le dieron alas al rival del Real Murcia y en los primeros minutos de la reanudación encerró a los murcianistas atrás, muy pegados a Elía. Eso sí, como jugada de verdadero peligro sólo se puede contabilizar un disparo de Asen que atajó Elía.
Con el paso de los minutos los de González se afianzaban en defensa con buenas ayudas y con contundencia en los balones aéreos y poco a poco miraban para arriba.
José González reforzó la banda derecha con la entrada de Albiol por Isaac, en un cambio más del estilo de Alcaraz que del entrenador gaditano.
Lo que sí podía echar de menos el equipo grana al final del partido era la ocasión que en el minuto quince de la segunda parte falló Natalio. Tras un gran centro de Albiol y la asistencia de cabeza de Pedro (en fuera de juego), el delantero valenciano del Real Murcia mandó el esférico al lateral de la red cuando lo más fácil era meterlo. Un gol que hubiera matado el partido y que hubiera hundido a un Córdoba que ya había sentido los silbidos de la grada.
La obtención de los tres puntos por parte del Real Murcia ayer suponían además que el equipo de Alcaraz se metía de lleno en la lucha por eludir el descenso.
Tanto el cambio de Albiol como el de Kike por Chando le dieron al Real Murcia otras cosas que no tenía en la primera parte. Las ocasiones de peligro en la segunda mitad llegaron de las botas del valenciano mientras que el delantero retenía el balón y le daba oxígeno a un equipo que perdía el esférico con facilidad en el centro del campo. Además el Real Murcia de las últimas semanas ha madurado. Paró el partido cuando le interesó y no dejó que el Córdoba le creara ocasiones a balón parado.
Elía, inseguro a principio de temporada, se mostró ayer seguro y contundente y no dio opciones aéreas a los delanteros del Córdoba. Aunque el Real Murcia acabó pidiendo la hora, los tres puntos son merecidos para un conjunto que ayer no brilló durante los noventa minutos pero que ha aprendido a lo que se juega en una Segunda División a la que faltarán jornadas para que el equipo de Samper llegue arriba.
La victoria grana en el Arcángel le da un giro a la zona baja. Además de situarse con 33 puntos, los de González han metido al Córdoba de lleno en la guerra ya que se encuentra situado sólo a dos puntos y con el 'goal average' a favor de los murcianos. Además la jornada ha sido redonda hasta hoy puesto que el Real Unión de Irún, Huesca, Cádiz y Rayo Vallecano no ganaron.
El saludo y el típico paseíllo de Juan Antonio Samper por el terreno de juego del Nuevo Arcángel hacía presagiar un buen partido del Real Murcia, o al menos, la obtención de un buen resultado. Así fue. Desde que los hermanos Samper decidieran 'bajar al ruedo' en el choque contra Las Palmas y a excepción del partido contra el Huesca, todo le ha salido bien al equipo grana fuera de casa.
El partido empezó con el Real Murcia de 2010, el que sale a por los partidos, el que huele a buen equipo, a conjunto con carácter y con fútbol. A los cuatro minutos ya había tenido dos ocasiones claras en las botas de Natalio y Chando, y a los veinte ya iba por delante gracias a un cabezazo del delantero mallorquín que acudió a su cita con Pedro en la celebración. Beso en la boca y dedicatoria a la grada grana. No hay nada mejor para un equipo con el de González, que se busca a sí mismo, que los planes le salgan bien. Que los goles reafirmen su autoestima. Y es que después del gol, el Real Murcia siguió siendo el mejor. Estaba más cerca el segundo grana que el primero cordobesista.
Para colmo todos sabemos que a Lucas Alcaraz y a sus equipos no le va mucho eso de ir por detrás, el aplicar más esfuerzos que los debidos a buscar la meta contraria por eso los minutos pasaban para el equipo grana sin demasiado alboroto en la portería de Elía. A pesar de las buenas sensaciones y de la superioridad grana, lo mejor era marcar el segundo para no sufrir tanto como en Salamanca en su última victoria lejos de Nueva Condomina. Además había que tener un dato más en cuenta: el partido estaba extremadamente caliente, estaba ardiendo con un público muy sensibilizado con el arbitraje y De Coz tenía una tarjeta amarilla desde el minuto 28.
En la victoria parcial del Real Murcia en la primera parte todo eran sensaciones positivas. Se mostró con un equipo sin fisuras en defensa, lo suficiente maduro también para no entrar en las provocaciones de la grada y los jugadores del Córdoba y había sido certero con el gol puesto que en la ocasión más clara se había adelantado en el marcador. Si se tira de estadística, seguro que la mayor parte de los equipos que se adelantan en los partidos de Segunda acaban ganando o empatando por lo que el equipo de González tenía una parte del trabajo adelantado.
Al término de la primera parte todo era color de rosas puesto que el Cádiz cayó en Cartagena, el Real Unión de Irún perdía en casa frente al Betis y la jornada, incluso perdiendo el Real Murcia, no lo podía dejar en posiciones de descenso teniendo en cuenta el Albacete-Celta que se tiene que jugar hoy y en el que pase lo que pase, el resultado será bueno para un Real Murcia que por primera vez desde que la Liga empezó en agosto, podía mirar desde arriba.
El cuadro grana no fue el mismo en la segunda parte. La ambición y las ganas de marcar el segundo se esfumaron. Eso, o que el Córdoba de Alcaraz se echó para adelante. Los dos cambios blanquiverdes, Asen y José Vega le dieron alas al rival del Real Murcia y en los primeros minutos de la reanudación encerró a los murcianistas atrás, muy pegados a Elía. Eso sí, como jugada de verdadero peligro sólo se puede contabilizar un disparo de Asen que atajó Elía.
Con el paso de los minutos los de González se afianzaban en defensa con buenas ayudas y con contundencia en los balones aéreos y poco a poco miraban para arriba.
José González reforzó la banda derecha con la entrada de Albiol por Isaac, en un cambio más del estilo de Alcaraz que del entrenador gaditano.
Lo que sí podía echar de menos el equipo grana al final del partido era la ocasión que en el minuto quince de la segunda parte falló Natalio. Tras un gran centro de Albiol y la asistencia de cabeza de Pedro (en fuera de juego), el delantero valenciano del Real Murcia mandó el esférico al lateral de la red cuando lo más fácil era meterlo. Un gol que hubiera matado el partido y que hubiera hundido a un Córdoba que ya había sentido los silbidos de la grada.
La obtención de los tres puntos por parte del Real Murcia ayer suponían además que el equipo de Alcaraz se metía de lleno en la lucha por eludir el descenso.
Tanto el cambio de Albiol como el de Kike por Chando le dieron al Real Murcia otras cosas que no tenía en la primera parte. Las ocasiones de peligro en la segunda mitad llegaron de las botas del valenciano mientras que el delantero retenía el balón y le daba oxígeno a un equipo que perdía el esférico con facilidad en el centro del campo. Además el Real Murcia de las últimas semanas ha madurado. Paró el partido cuando le interesó y no dejó que el Córdoba le creara ocasiones a balón parado.
Elía, inseguro a principio de temporada, se mostró ayer seguro y contundente y no dio opciones aéreas a los delanteros del Córdoba. Aunque el Real Murcia acabó pidiendo la hora, los tres puntos son merecidos para un conjunto que ayer no brilló durante los noventa minutos pero que ha aprendido a lo que se juega en una Segunda División a la que faltarán jornadas para que el equipo de Samper llegue arriba.
La victoria grana en el Arcángel le da un giro a la zona baja. Además de situarse con 33 puntos, los de González han metido al Córdoba de lleno en la guerra ya que se encuentra situado sólo a dos puntos y con el 'goal average' a favor de los murcianos. Además la jornada ha sido redonda hasta hoy puesto que el Real Unión de Irún, Huesca, Cádiz y Rayo Vallecano no ganaron.
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