I. Mateo/ Jumilla/ La Verdad
El hurto se produjo aprovechando que la talla había sido trasladada para los preparativos de la Semana Santa
Sustraen el broche de oro y esmeraldas que adornaba el pecho de la imagen en la iglesia mayor de Santiago
Los cacos ya no respetan ni iglesias ni vírgenes. Y es que su última víctima ha sido la de La Esperanza, obra del imaginero Ramón Cuenca Santo, a la que le han robado el corazón, concretamente un broche de oro y esmeraldas, que los cacos no han dudado en extraer de su morada habitual, la parroquia mayor de Santiago. El hurto se produjo hace unos días, aprovechando los ladrones que la talla había sido trasladada de su altar, a los pies del altar del Santísimo Cristo de la Vida, cuya cofradía procesiona la imagen de la Virgen, con motivo de la preparación de la Semana Santa. El broche fue regalado en 2006.
Los cacos aprovecharon para robar la joya cuando la iglesia se encontraba abierta para el culto de los feligreses. Se supone que en un descuido, se lo llevaron. La presidenta del Paso de la Virgen, María Pla, ha señalado el «gran disgusto» que ha ocasionado a la hermandad lo ocurrido: «Nunca pensamos que pudieran robar el broche a la Virgen; estando en la iglesia, teníamos total tranquilidad». Pla ha señalado que desconoce el valor de la joya, «pero tenía un gran valor sentimental, ya que había sido regalada a la hermandad por el orfebre Eleuterio Aragón, la persona que realizo el trono de la Virgen».
También el párroco de la iglesia, Jorge Oliva, ha lamentado este tipo de acciones por «personas . Y ha señalado que el robo ya ha sido denunciado en el cuartel de la Guardia Civil.
La talla recorrerá sin su corazón las calles del casco antiguo, junto al Cristo de la Vida, en la procesión penitencial de Martes Santo por la noche, portada por dos grupos de anderas, y con la esperanza, haciendo honor a su nombre, de encontrar el corazón que le ha sido robado. La imagen procesionó por vez primera en 2002 y cuatro años más tarde estrenó trono y el broche ahora sustraído.
Sustraen el broche de oro y esmeraldas que adornaba el pecho de la imagen en la iglesia mayor de Santiago
Los cacos ya no respetan ni iglesias ni vírgenes. Y es que su última víctima ha sido la de La Esperanza, obra del imaginero Ramón Cuenca Santo, a la que le han robado el corazón, concretamente un broche de oro y esmeraldas, que los cacos no han dudado en extraer de su morada habitual, la parroquia mayor de Santiago. El hurto se produjo hace unos días, aprovechando los ladrones que la talla había sido trasladada de su altar, a los pies del altar del Santísimo Cristo de la Vida, cuya cofradía procesiona la imagen de la Virgen, con motivo de la preparación de la Semana Santa. El broche fue regalado en 2006.
Los cacos aprovecharon para robar la joya cuando la iglesia se encontraba abierta para el culto de los feligreses. Se supone que en un descuido, se lo llevaron. La presidenta del Paso de la Virgen, María Pla, ha señalado el «gran disgusto» que ha ocasionado a la hermandad lo ocurrido: «Nunca pensamos que pudieran robar el broche a la Virgen; estando en la iglesia, teníamos total tranquilidad». Pla ha señalado que desconoce el valor de la joya, «pero tenía un gran valor sentimental, ya que había sido regalada a la hermandad por el orfebre Eleuterio Aragón, la persona que realizo el trono de la Virgen».
También el párroco de la iglesia, Jorge Oliva, ha lamentado este tipo de acciones por «personas . Y ha señalado que el robo ya ha sido denunciado en el cuartel de la Guardia Civil.
La talla recorrerá sin su corazón las calles del casco antiguo, junto al Cristo de la Vida, en la procesión penitencial de Martes Santo por la noche, portada por dos grupos de anderas, y con la esperanza, haciendo honor a su nombre, de encontrar el corazón que le ha sido robado. La imagen procesionó por vez primera en 2002 y cuatro años más tarde estrenó trono y el broche ahora sustraído.
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