El Ministerio no se atreve a autorizar un desembalse del Tajo para primavera por la presión del Estatuto de Castilla-La Mancha, que está en la recta final
18.03.10 - 01:54 -
MANUEL BUITRAGO mbuitrago@laverdad.es MURCIA.
Cuando había sequía se mandaba más agua del Tajo que ahora, razón por la cual los intereses políticos y territoriales han contaminado el Trasvase. Con 940 hectómetros almacenados en Entrepeñas y Buendía, los regantes regresaron ayer de Madrid de vacío para atender sus cultivos de primavera. El Ministerio de Medio Ambiente no se atrevió a autorizar un desembalse para los riegos de abril a junio en el Segura debido a las fuertes presiones ejercidas por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, han apuntado diversas fuentes. Es la segunda vez que la Comisión Central de Explotación retrasa un trasvase para la agricultura, después de que en enero pusiera como pretexto unas obras en el canal del acueducto a su paso por Albacete. La negociación del Estatuto castellano manchego, que se encuentra en la recta final, ha condicionado este nuevo aplazamiento.
La Comisión vivió una de sus reuniones más tensas y se limitó a autorizar un desembalse de 35 hectómetros con cargo al consumo realizado en este primer trimestre del año, de los cuales 12,8 corresponden al regadío. El envío para primavera ha quedado congelado a expensas de una reunión técnica que deberá decidir si se autorizan 87,4 hectómetros ahora 'congelados'.
Una lectura bondadosa de la situación apunta a que la tensión que se vive estos días puede quedar diluida cuando se apruebe el Estatuto castellano manchego, siempre que contente a todas las partes. En el lado murciano y alicantino, no obstante, crece el escepticismo entre los colectivos que piensan que el Gobierno central pretende cercenar el acueducto. Lo ocurrido ayer les refuerza en esta creencia.
La tensión se cortaba con un cuchillo en la Región de Murcia, habida cuenta de que los pantanos de la cabecera del Tajo se encuentran en situación de normalidad hídrica y almacenan 940 hectómetros cúbicos. Los regantes han calificado de «escándalo y tomadura de pelo» la postura del Ministerio. El secretario general del PSRM, Pedro Saura, ha pedido que se elimine la Comisión de Explotación «porque no está para aplazar decisiones, sino para tomarlas».
¿Acuerdo inminente?
El Gobierno de Rodríguez Zapatero se ha plegado a las presiones de José María Barreda, toda vez que la negociación del Estatuto de Castilla-La Mancha se encuentra en su punto álgido, a la espera de un acuerdo que se considera inminente en el Congreso de los Diputados. El líder castellano manchego no acepta que se autorice un desembalse para regar en estos momentos porque iría en contra de las reivindicaciones en materia de agua que plantea su Comunidad. Desde la Región de Murcia también se efectuaron llamadas a Madrid en sentido contrario, exigiendo que se aplicaran las reglas de explotación previstas en la ley.
Las lluvias caídas en las últimas semanas y el agua almacenada en la cuenca del Segura -para sus usos propios- no han ayudado a la hora de autorizar un desembalse, pese a que los responsables de la cuenca explicaron ayer detalladamente cómo se distribuyen los recursos asignados a cada una de las demandas, entre las que hay que diferenciar las que corresponden al Segura y al Trasvase. Fue lo que hizo el director técnico de la Confederación, Joaquín Ezcurra, al comienzo de la reunión presidida por la directora general del Agua, Marta Morén. Ésta no quiso ayer atender la llamada de este diario para explicar lo sucedido.
El Ministerio autorizó el envío de agua para los abastecimientos de 2,5 millones de habitantes del territorio del Segura y parte de Almería: 22,1 hectómetros corresponden a las demandas de enero a marzo, la mayor parte ya satisfechas. Para los regadíos se han aprobado 12,8 hectómetros a cuenta de lo ya consumido en lo que ya de año. Ese cálculo «es una patraña» para los regantes. Estos caudales estaban en el haber de la cuenca del Segura desde principios de año, ya que la Comisión lo aplazó porque cerró el canal para realizar una obras pendientes en Albacete. En aquella ocasión se consideró que el Gobierno no quería malograr sus negociaciones con el Estatuto de Castilla-La Mancha, lo cual ha vuelto a suceder ahora.
87 hm3 sobre la mesa
El enfado de los regantes se materializó cuando el Ministerio no autorizó el trasvase para la primavera, aunque sí aprobó la parte correspondiente a los abastecimientos, de 26,6 hectómetros. Aplazó el envío para los regadíos con la excusa de que en los próximos días se reunirán técnicos del Segura y del Tajo, junto con la directora general del Agua, para determinar las necesidades de los cultivos. El volumen que ha quedado en suspenso es de 87,4 hectómetros, sobre los cuales los regantes tampoco están de acuerdo. Marta Morén hizo incluso oídos sordos a la propuesta de la Confederación del Segura, que se basaba en el envío de 114 hectómetros, que debían autorizarse ayer.
En la reunión hubo una discusión técnica para aplicar las reglas de explotación, ya que por parte de la Confederación del Tajo había que ceñirse al agua almacenada el 1 de marzo y no ahora, según la cual Entrepeñas y Buendía seguían en situación excepcional. Sobre esta base, el desembalse total sería de 38 hectómetros por mes, y no de 68.
18.03.10 - 01:54 -
MANUEL BUITRAGO mbuitrago@laverdad.es MURCIA.
Cuando había sequía se mandaba más agua del Tajo que ahora, razón por la cual los intereses políticos y territoriales han contaminado el Trasvase. Con 940 hectómetros almacenados en Entrepeñas y Buendía, los regantes regresaron ayer de Madrid de vacío para atender sus cultivos de primavera. El Ministerio de Medio Ambiente no se atrevió a autorizar un desembalse para los riegos de abril a junio en el Segura debido a las fuertes presiones ejercidas por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, han apuntado diversas fuentes. Es la segunda vez que la Comisión Central de Explotación retrasa un trasvase para la agricultura, después de que en enero pusiera como pretexto unas obras en el canal del acueducto a su paso por Albacete. La negociación del Estatuto castellano manchego, que se encuentra en la recta final, ha condicionado este nuevo aplazamiento.
La Comisión vivió una de sus reuniones más tensas y se limitó a autorizar un desembalse de 35 hectómetros con cargo al consumo realizado en este primer trimestre del año, de los cuales 12,8 corresponden al regadío. El envío para primavera ha quedado congelado a expensas de una reunión técnica que deberá decidir si se autorizan 87,4 hectómetros ahora 'congelados'.
Una lectura bondadosa de la situación apunta a que la tensión que se vive estos días puede quedar diluida cuando se apruebe el Estatuto castellano manchego, siempre que contente a todas las partes. En el lado murciano y alicantino, no obstante, crece el escepticismo entre los colectivos que piensan que el Gobierno central pretende cercenar el acueducto. Lo ocurrido ayer les refuerza en esta creencia.
La tensión se cortaba con un cuchillo en la Región de Murcia, habida cuenta de que los pantanos de la cabecera del Tajo se encuentran en situación de normalidad hídrica y almacenan 940 hectómetros cúbicos. Los regantes han calificado de «escándalo y tomadura de pelo» la postura del Ministerio. El secretario general del PSRM, Pedro Saura, ha pedido que se elimine la Comisión de Explotación «porque no está para aplazar decisiones, sino para tomarlas».
¿Acuerdo inminente?
El Gobierno de Rodríguez Zapatero se ha plegado a las presiones de José María Barreda, toda vez que la negociación del Estatuto de Castilla-La Mancha se encuentra en su punto álgido, a la espera de un acuerdo que se considera inminente en el Congreso de los Diputados. El líder castellano manchego no acepta que se autorice un desembalse para regar en estos momentos porque iría en contra de las reivindicaciones en materia de agua que plantea su Comunidad. Desde la Región de Murcia también se efectuaron llamadas a Madrid en sentido contrario, exigiendo que se aplicaran las reglas de explotación previstas en la ley.
Las lluvias caídas en las últimas semanas y el agua almacenada en la cuenca del Segura -para sus usos propios- no han ayudado a la hora de autorizar un desembalse, pese a que los responsables de la cuenca explicaron ayer detalladamente cómo se distribuyen los recursos asignados a cada una de las demandas, entre las que hay que diferenciar las que corresponden al Segura y al Trasvase. Fue lo que hizo el director técnico de la Confederación, Joaquín Ezcurra, al comienzo de la reunión presidida por la directora general del Agua, Marta Morén. Ésta no quiso ayer atender la llamada de este diario para explicar lo sucedido.
El Ministerio autorizó el envío de agua para los abastecimientos de 2,5 millones de habitantes del territorio del Segura y parte de Almería: 22,1 hectómetros corresponden a las demandas de enero a marzo, la mayor parte ya satisfechas. Para los regadíos se han aprobado 12,8 hectómetros a cuenta de lo ya consumido en lo que ya de año. Ese cálculo «es una patraña» para los regantes. Estos caudales estaban en el haber de la cuenca del Segura desde principios de año, ya que la Comisión lo aplazó porque cerró el canal para realizar una obras pendientes en Albacete. En aquella ocasión se consideró que el Gobierno no quería malograr sus negociaciones con el Estatuto de Castilla-La Mancha, lo cual ha vuelto a suceder ahora.
87 hm3 sobre la mesa
El enfado de los regantes se materializó cuando el Ministerio no autorizó el trasvase para la primavera, aunque sí aprobó la parte correspondiente a los abastecimientos, de 26,6 hectómetros. Aplazó el envío para los regadíos con la excusa de que en los próximos días se reunirán técnicos del Segura y del Tajo, junto con la directora general del Agua, para determinar las necesidades de los cultivos. El volumen que ha quedado en suspenso es de 87,4 hectómetros, sobre los cuales los regantes tampoco están de acuerdo. Marta Morén hizo incluso oídos sordos a la propuesta de la Confederación del Segura, que se basaba en el envío de 114 hectómetros, que debían autorizarse ayer.
En la reunión hubo una discusión técnica para aplicar las reglas de explotación, ya que por parte de la Confederación del Tajo había que ceñirse al agua almacenada el 1 de marzo y no ahora, según la cual Entrepeñas y Buendía seguían en situación excepcional. Sobre esta base, el desembalse total sería de 38 hectómetros por mes, y no de 68.
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