EVA FRANCO.-/ la Verdad
El Real Murcia ya acaricia el ascenso. En Nueva Condomina se sacó el billete a Segunda. En Lugo, el próximo domingo, termina el trayecto. Marcó dos goles y cumplió con el gran objetivo de mantener su portería a cero. Todo salió según lo esperado. Pero el partido tuvo sus dosis de sufrimiento. Sobre todo en la primera parte, cuando la pelota no circulaba por el campo del Lugo, cuando las ocasiones no llegaban y el equipo gallego se imponía en el centro del campo.
Fueron cuarenta y cinco minutos de sufrimiento donde la batalla se libraba en el centro y el Real Murcia no daba sensación de superioridad. Poco pasó en las áreas, pero el partido quedó marcado por el gran desgaste que habían hecho los gallegos, todos metidos en su campo, para impedir que el rival se acercara con solvencia al área de Escalona.
Se cerró una primera parte plomiza y poco esperanzadora para comenzar una segunda completamente diferente. Apareció el Murcia más brillante y la victoria llegó al estadio grana. El Lugo ya no pudo seguir presionando y el Real Murcia vio la luz. Llegó gracias a un tanto de Chando, el máximo goleador del equipo, que apenas había tocado el balón en la primera parte. El delantero no estaba dispuesto a desperdiciar lo poco que su equipo le había dado y tras un pase de Aguilera abrió la lata de Lugo e iluminó el camino hacía Segunda.
Y fue precisamente Aguilera el que inició la jugada del segunda gol. Tanto ha sufrido el centro del campo grana y tanto se ha hablado de su debilidad, que al menos el fútbol lo premió con la oportunidad de la asistencias. De Aguilera salió la pelota que iba a gol tras pasar primero por Gago y llegar después a las botas de Isaac para que culminara la tarea. Fue un regalo para los diecisiete mil aficionados que apoyaron a su equipo.
Con la ventaja de dos goles la tarea era ya no encajar. Llegar a Lugo con la portería a cero. El Murcia jugó una gran segunda parte, demostró por que es el mejor de Segunda B y está a sólo un partido de cerrar el sueño del ascenso a Segunda.
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