Publicamos una entrevista que le han hecho a Santiago Moreno, médico archenero y Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, en el Diario vasco Deia de Bizkaia:
ARRANCA LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL VIH EN VIENA Santiago Moreno, Jefe del servicio de enfermedades infecciosas del hospital ramon y cajal
"Falta generosidad para acabar con la pandemia; es un fracaso de la solidaridad"
"El no haber logrado controlar el sida en los países del Tercer Mundo se debe a la falta de generosidad; es un fracaso de la solidaridad de los ricos, porque tenemos las herramientas para conseguirlo", reconoce Santiago Moreno (Archena, Murcia) que participa en la Conferencia de Viena.
DONOSTIA. Mientras que en nuestro entorno el sida ha dejado de ser mortal, en los países pobres millones de personas continúan infectándose y muriendo cada año.
¿El sida continúa siendo una enfermedad a dos velocidades?
Sí. No se han acortado las distancias entre los países ricos-pobres. Y no por falta de herramientas, sino porque quienes las tenemos no hemos sabido ponerlas en sus manos. Lograr reducir el sida en los países en desarrollo no es sólo cuestión de dinero. Si fuera así, estoy convencido que hubiéramos logrado los millones de dólares necesarios.
¿Hay que conseguir que la ayuda económica se transforme en salud?
Debemos ser capaces de crear los mecanismos, las estructuras necesarias y formar al personal de allí para que sean ellos los que traten a sus pacientes con VIH. Por la experiencia personal - a través de un proyecto con el Hospital en una zona de África- vemos que con menos dinero, pero variando las estructuras, se han conseguido más cosas.
Onusida se marca como objetivo que las terapias lleguen a toda la población en 2025. ¿Lo ve factible?
No soy muy optimista. Las terapias del sida son complejas, caras y de por vida. Si la tuberculosis, enfermedad que se puede prevenir y curable, y con tratamiento barato, es la primera causa de muerte en el mundo, no creo que podamos conseguir con el sida lo que no hemos hecho con la tuberculosis. Fallamos en la forma de hacer viables los programas.
¿Aquí se ha perdido el miedo al sida?
Sí. Se ha bajado la guardia. La gente ha perdido el miedo al sida; no percibe que es una dolencia que mata.
Hay que insistir en que el sida es una enfermedad grave que se evita usando el preservativo.
Sí. A pesar de disponer de fármacos efectivos es una dolencia muy grave. Los homosexuales, en cuyo colectivo aumenta, reconocen que cada vez es más difícil hallar parejas que quieran mantener relaciones con preservativo. Nadie quiere usarlo.
A pesar de que el 85% de las infecciones son por vía sexual
Sí. De ellas, el 50 ó 60% entre el colectivo homosexual. Con lo fácil que es evitar esta enfermedad no tiene sentido que en nuestro entorno continúen creciendo las infecciones.
Los antirretrovirales son efectivos y trabajan rebajar su toxicidad, pero ¿para cuándo una vacuna?
Las investigación para lograr un antídoto han sido muy activas desde el principio, pero se están encontrando obstáculos formidables. No hay visos de que vaya a haber una vacuna eficaz a corto plazo. Pero podría ocurrir que de repente encontrara el mecanismo por el que la vacuna funcionara. Todo es posible; no hay que perder la esperanza.
Uno de los problemas de los países europeos es que los diagnósticos del VIH los hacen tarde
Sí. Los pacientes que se presentan tardíamente con una infección por VIH tienen más riesgo de padecer eventos clínicos, son difíciles de tratar y tienen una mortalidad más alta en comparación con los que se presentan antes. El 50% de los nuevos diagnósticos infectados por el virus del VIH descubre su enfermedad cuando ya se encuentra en fase avanzada, la carga viral es alta y el sistema inmune está muy deteriorado.
Mientras tanto viven sin saberlo y contagiando la enfermedad
En torno al 20% de la gente con VIH se diagnostica cuando tiene ya el sida y algunos se mueren. Las consecuencias son tremendas para el individuo y la sociedad. Al desconocer que es portador de virus no hace nada para prevenir su transmisión. Se calcula que las personas infectadas y no diagnosticadas son responsables del 60% de las nuevas infecciones.
¿Cree que serían efectivas unas políticas más agresivas a la hora de hacer las pruebas del VIH?
Un estudio de la OMS indica que si diagnosticáramos y tratáramos a todos los pacientes con VIH, la epidemia podría controlarse en 2020. Creo que debe de darse un cambio de actitud; no podemos seguir esperando a que la gente se infecte. La propuesta es que se tendría que ser más agresivos en las políticas de hacer la prueba del sida. En EE.UU. se propuso en 2006 realizar en los ¡centros de salud la prueba a todas las personas entre los 15 a los 65 años que acudieran a la consulta por cualquier otro motivo. Se aprovecharía su asistencia para hacer el test. Esto sería muy rentable desde el punto de vista económico.
¿Apuesta por generalizar el test del sida también entre nosotros?
Creo que sería una buena idea extenderlo entre la población en distintos tramos de edad. Es una idea que suelo exponer siempre que puedo.
¿Por qué no se hace?
Los políticos se asustan; creen que les costará dinero: Los argumentos que usan para estar en contra suelen ser de muy poco peso.
ARRANCA LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL VIH EN VIENA Santiago Moreno, Jefe del servicio de enfermedades infecciosas del hospital ramon y cajal
"Falta generosidad para acabar con la pandemia; es un fracaso de la solidaridad"
"El no haber logrado controlar el sida en los países del Tercer Mundo se debe a la falta de generosidad; es un fracaso de la solidaridad de los ricos, porque tenemos las herramientas para conseguirlo", reconoce Santiago Moreno (Archena, Murcia) que participa en la Conferencia de Viena.
DONOSTIA. Mientras que en nuestro entorno el sida ha dejado de ser mortal, en los países pobres millones de personas continúan infectándose y muriendo cada año.
¿El sida continúa siendo una enfermedad a dos velocidades?
Sí. No se han acortado las distancias entre los países ricos-pobres. Y no por falta de herramientas, sino porque quienes las tenemos no hemos sabido ponerlas en sus manos. Lograr reducir el sida en los países en desarrollo no es sólo cuestión de dinero. Si fuera así, estoy convencido que hubiéramos logrado los millones de dólares necesarios.
¿Hay que conseguir que la ayuda económica se transforme en salud?
Debemos ser capaces de crear los mecanismos, las estructuras necesarias y formar al personal de allí para que sean ellos los que traten a sus pacientes con VIH. Por la experiencia personal - a través de un proyecto con el Hospital en una zona de África- vemos que con menos dinero, pero variando las estructuras, se han conseguido más cosas.
Onusida se marca como objetivo que las terapias lleguen a toda la población en 2025. ¿Lo ve factible?
No soy muy optimista. Las terapias del sida son complejas, caras y de por vida. Si la tuberculosis, enfermedad que se puede prevenir y curable, y con tratamiento barato, es la primera causa de muerte en el mundo, no creo que podamos conseguir con el sida lo que no hemos hecho con la tuberculosis. Fallamos en la forma de hacer viables los programas.
¿Aquí se ha perdido el miedo al sida?
Sí. Se ha bajado la guardia. La gente ha perdido el miedo al sida; no percibe que es una dolencia que mata.
Hay que insistir en que el sida es una enfermedad grave que se evita usando el preservativo.
Sí. A pesar de disponer de fármacos efectivos es una dolencia muy grave. Los homosexuales, en cuyo colectivo aumenta, reconocen que cada vez es más difícil hallar parejas que quieran mantener relaciones con preservativo. Nadie quiere usarlo.
A pesar de que el 85% de las infecciones son por vía sexual
Sí. De ellas, el 50 ó 60% entre el colectivo homosexual. Con lo fácil que es evitar esta enfermedad no tiene sentido que en nuestro entorno continúen creciendo las infecciones.
Los antirretrovirales son efectivos y trabajan rebajar su toxicidad, pero ¿para cuándo una vacuna?
Las investigación para lograr un antídoto han sido muy activas desde el principio, pero se están encontrando obstáculos formidables. No hay visos de que vaya a haber una vacuna eficaz a corto plazo. Pero podría ocurrir que de repente encontrara el mecanismo por el que la vacuna funcionara. Todo es posible; no hay que perder la esperanza.
Uno de los problemas de los países europeos es que los diagnósticos del VIH los hacen tarde
Sí. Los pacientes que se presentan tardíamente con una infección por VIH tienen más riesgo de padecer eventos clínicos, son difíciles de tratar y tienen una mortalidad más alta en comparación con los que se presentan antes. El 50% de los nuevos diagnósticos infectados por el virus del VIH descubre su enfermedad cuando ya se encuentra en fase avanzada, la carga viral es alta y el sistema inmune está muy deteriorado.
Mientras tanto viven sin saberlo y contagiando la enfermedad
En torno al 20% de la gente con VIH se diagnostica cuando tiene ya el sida y algunos se mueren. Las consecuencias son tremendas para el individuo y la sociedad. Al desconocer que es portador de virus no hace nada para prevenir su transmisión. Se calcula que las personas infectadas y no diagnosticadas son responsables del 60% de las nuevas infecciones.
¿Cree que serían efectivas unas políticas más agresivas a la hora de hacer las pruebas del VIH?
Un estudio de la OMS indica que si diagnosticáramos y tratáramos a todos los pacientes con VIH, la epidemia podría controlarse en 2020. Creo que debe de darse un cambio de actitud; no podemos seguir esperando a que la gente se infecte. La propuesta es que se tendría que ser más agresivos en las políticas de hacer la prueba del sida. En EE.UU. se propuso en 2006 realizar en los ¡centros de salud la prueba a todas las personas entre los 15 a los 65 años que acudieran a la consulta por cualquier otro motivo. Se aprovecharía su asistencia para hacer el test. Esto sería muy rentable desde el punto de vista económico.
¿Apuesta por generalizar el test del sida también entre nosotros?
Creo que sería una buena idea extenderlo entre la población en distintos tramos de edad. Es una idea que suelo exponer siempre que puedo.
¿Por qué no se hace?
Los políticos se asustan; creen que les costará dinero: Los argumentos que usan para estar en contra suelen ser de muy poco peso.
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