EFE
Murcia, 17 dic (EFE).- La Audiencia Provincial de Murcia ha absuelto a un hombre acusado de abusar de una menor sordomuda porque ésta pudo consentir la relación y no se ha probado que sufra ningún trastorno mental.
En una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, la sala afirma que los presuntos abusos sexuales de los que fue acusado J.T. se produjeron el 15 de mayo de 2007 en la vivienda de la menor, que tenía entonces 13 años, ubicada en Archena.
Y añade que el acusado acompañó a la chica, que había perdido el autobús escolar, hasta su casa, donde se cometió el delito, según el fiscal, aunque la víctima no lo denunció a su madre hasta un mes después.
La revelación se produjo al descubrir la madre unos mensajes en el móvil de su hija, que habían sido enviados por el procesado, de nacionalidad paraguaya, "por lo que le insistió para que le contase qué había entre ambos".
Indica la Audiencia que "siendo la menor la único testigo de los hechos, el relato de éstos ha de ser, a pesar de los esfuerzos del tribunal por integrarlos, necesariamente pobre y desprovisto de matices".
"Del relato de hechos, básicamente los transmitidos por la menor", comenta la sentencia, "se deduce sin dificultad que ella no fue forzada, y su relato, inconexo y escasamente matizado, permite concluir a la sala que su conducta es compatible con una relación consentida, quizá exploratoria de quien descubre el sexo".
El tribunal se hace eco también de un informe psicológico redactado sobre la chica que asegura que su testimonio "no cumple suficientes criterios de credibilidad y validez".
En cuanto a su estado mental, los magistrados aluden a ese informe psicológico, en el que se afirma que es normal para su edad, y ponen "de relieve en lo que importa los problemas de comunicación derivados de su sordomudez". EFE
Murcia, 17 dic (EFE).- La Audiencia Provincial de Murcia ha absuelto a un hombre acusado de abusar de una menor sordomuda porque ésta pudo consentir la relación y no se ha probado que sufra ningún trastorno mental.
En una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, la sala afirma que los presuntos abusos sexuales de los que fue acusado J.T. se produjeron el 15 de mayo de 2007 en la vivienda de la menor, que tenía entonces 13 años, ubicada en Archena.
Y añade que el acusado acompañó a la chica, que había perdido el autobús escolar, hasta su casa, donde se cometió el delito, según el fiscal, aunque la víctima no lo denunció a su madre hasta un mes después.
La revelación se produjo al descubrir la madre unos mensajes en el móvil de su hija, que habían sido enviados por el procesado, de nacionalidad paraguaya, "por lo que le insistió para que le contase qué había entre ambos".
Indica la Audiencia que "siendo la menor la único testigo de los hechos, el relato de éstos ha de ser, a pesar de los esfuerzos del tribunal por integrarlos, necesariamente pobre y desprovisto de matices".
"Del relato de hechos, básicamente los transmitidos por la menor", comenta la sentencia, "se deduce sin dificultad que ella no fue forzada, y su relato, inconexo y escasamente matizado, permite concluir a la sala que su conducta es compatible con una relación consentida, quizá exploratoria de quien descubre el sexo".
El tribunal se hace eco también de un informe psicológico redactado sobre la chica que asegura que su testimonio "no cumple suficientes criterios de credibilidad y validez".
En cuanto a su estado mental, los magistrados aluden a ese informe psicológico, en el que se afirma que es normal para su edad, y ponen "de relieve en lo que importa los problemas de comunicación derivados de su sordomudez". EFE
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