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El escarabajo invasor está devorando el palmeral del Parque de la Marquesa, en Ulea. El coleóptero originario de Egipto hace estragos en la emblemática finca del marqués de Perinat, frente al balneario de Archena
Alerta roja: el temido picudo ya ha llegado al Valle de Ricote, el único punto de la Región que hasta el momento estaba resistiendo el ataque del escarabajo invasor que se está merendando las palmeras de media España desde hace diez años. Ya se estaban viendo algunos árboles desmochados en puntos aislados de los márgenes del Segura, pero los coleópteros han entrado a saco en el Parque de la Marquesa, un espectacular vergel frente al balneario de Archena.
Esta emblemática finca de Ulea, propiedad del marqués de Perinat, es sin duda uno de los enclaves más bonitos del Valle de Ricote: sus 60 hectáreas reúnen las especies más características de la vegetación de ribera, y cuenta con unas 4.000 palmeras; de hecho, pasa por ser el palmeral más extenso de la Región.
Aunque se trata de una finca privada, los propietarios siempre han permitido el acceso de los visitantes al parque, una auténtica jungla inaccesible en algunos de sus puntos por la densidad de la vegetación. También por este motivo está siendo complicado evaluar el alcance de las palmeras afectadas.
«Los encargados de la finca están analizando la situación y aplicando ya un tratamiento de choque en algunas palmeras», explica el alcalde de Ulea, Víctor López, preocupado por el futuro de un lugar singular de su municipio y familiar para varias generaciones de uleanos. «El problema es que han desaparecido todas las ayudas públicas para la lucha contra el picudo, y cada tratamiento individualizado cuesta 3.000 euros, y no se garantiza que tenga éxito», señala el alcalde. La inmensa mayoría de las palmeras pertenecen a particulares.
Víctor López se reunirá la semana que viene con el marqués Guillermo Perinatpara buscar una solución que salve el parque. «Vamos a pedir ayuda al consejero de Agricultura, Antonio Cerdá, y al ministerio si es necesario, y también estudiaremos si se puede conceder una ayuda municipal», avanza.
Se desconoce cuántas palmeras están afectadas por el picudo rojo en el Parque de la Marquesa, «porque cuando el bicho da la cara el árbol ya está muerto», advierte el alcalde. A simple vista, desde el paseo del balneario de Archena, en la orilla contraria, se advierte que al menos dos decenas de palmeras están descabezadas y con las hojas secas, cuando hace unos meses la visión del sector del parque que linda con el río seguía siendo la de un jardín selvático y frondoso. Los propietarios abrieron un salón de celebraciones hace siete años junto a la vivienda del siglo XIX, de fachada afrancesada, en la que se aloja el marqués cuando viene de visita a su finca desde Madrid.
El picudo rojo comenzó a hacer estragos en la Región hace siete años:se extendió por el Mar Menor, Cartagena, el Guadalentín y la zona centro, aunque los técnicos de la Consejería de Agricultura tenían la esperanza de que no llegase hasta los extensos palmerales de Abanilla y el Valle de Ricote. Finalmente llegó a la comarca Oriental y acaba de ser detectado en Ulea sin que los científicos hayan dado con la fórmula para frenar su acción devastadora.
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