8 de noviembre de 2011

La UCAM denuncia una «persecución» e insiste en implantar Medicina este curso

La Católica seguirá «luchando» por poder empezar las clases del nuevo título en la segunda quincena de este mes

08.11.11 - 01:54 - 


Los tumbos que no deja de dar la implantación del título de Medicina en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) marcaron ayer la apertura oficial del curso en el monasterio de los Jerónimos. En mayor o menor medida, lo lleva haciendo cuatro años, en los que este tema ha estado siempre en la picota. O en el campanario. El curso 2011-2012 comenzó de manera oficial ayer en la UCAM, pero de nuevo sin el ansiado grado de Medicina en el catálogo de títulos disponibles a pesar de contar con el informe de verificación positiva de la Aneca y de tener «todo listo» para empezar las clases con las máximas garantías, según dejó ayer claro la rectora de la Universidad Católica, Josefina García.
García fue la primera en disparar, en su intervención, contra la «crítica constante y las intrusiones» que ha sufrido este título «que cumple todos los requisitos», y denunció que el camino que ha seguido el Consejo de Universidades con el grado de Medicina en la UCAM «es insólito y se sale de los procedimientos establecidos. Es la primera vez que ocurre algo semejante: que un plan de estudios verificado por Aneca, que pasa al Consejo de Universidades, sea devuelto de nuevo a Aneca».
Asimismo, la rectora de la UCAM denunció que «la verificación de las instalaciones y del profesorado de la titulación de Medicina -tras el informe de la Agencia de Calidad, si es que fuera necesaria, como ha exigido ahora el Consejo de Universidades- es tarea propia de la Comunidad y en ningún caso de Aneca o del Consejo de Universidades», y se mostró molesta por el hecho de que «nadie haya visitado nuestras instalaciones, ya que la sala de disección está preparada, e incluso se podría hacer una visita guiada esta misma mañana». Además, tildó de «lamentable» que el «desembolso en infraestructuras y la preparación del equipo docente se vean frenados, porque sea cuestión de ganar tiempo con objeto de que este grado no comience este año». Pese a todo, García insistió en que éste «es el año de Medicina», porque «está verificada» y dio a entender que si no se puede impartir este curso «será por una cuestión de días». Con gesto circunspecto y un explícito «señor consejero» -por el consejero de Universidades, Empresa e Investigación, José Ballesta, que asistió al acto y compartió mesa presidencial-, Josefina García sentenció que la UCAM es una institución «celosa de su autonomía y de su libertad, que luchará siempre por sus derechos aunque suframos acoso y hostigamiento», y anunció que «seguiremos luchando con más ilusión y esfuerzo que nunca a pesar de la afrenta permanente».
Por su parte, el presidente de la Universidad Católica, José Luis Mendoza, dedicó en su discurso mucho menos tiempo a la polémica sobre Medicina que la rectora, aunque dejó claro que «el informe favorable de la Aneca para el grado de Medicina sitúa a la Católica en una posición privilegiada en el área de Ciencias de la Salud a pesar de las muchas trabas y dificultades que nos están poniendo para la implantación». Esto estaba en el guión pero, después, Mendoza alzó la vista y, con una leve sonrisa, se dirigió a los asistentes que abarrotaban el monasterio de Los Jerónimos asegurando que «es normal que una universidad católica sea perseguida por aquellos que no la quieren».
«Apoyo total del Gobierno»
Tras el acto de apertura de curso, Mendoza aseguró a los periodistas que no iba a «hacer valoraciones sobre una posible 'mano negra' contra la implantación del título», pero sí dijo que es «triste que por razones políticas y por presiones» se vea retrasada la puesta en marcha del grado. El presidente de la UCAM, además, señaló directamente al rector de la Universidad de Granada, Francisco González, y al director general de Política Universitaria del Ministerio de Educación, Juan José Moreno, como responsables del 'frenazo' que el proceso de aprobación del título sufrió el jueves en el Ministerio. Además, recomendó al rector de la Universidad de Murcia, José Antonio Cobacho, y al decano de la Facultad de Medicina de la UMU «que se metan en sus asuntos». Mendoza, de quien el claustro de profesores «está orgulloso», según apuntó la rectora, también señaló que la implantación del grado «cuenta con el apoyo total del Gobierno regional, de Valcárcel, del consejero de Universidades, que ha estado aquí con nosotros esta mañana...» Un consejero que, por cierto, no mencionó en su discurso ni una sola palabra referente a este tema. Eso sí, habló de la «libertad de la universidad», de las «bases del rigor y el mérito» y del «espectacular avance de la UCAM desde su creación», además de dar la «enhorabuena» por la labor realizada. Sobre la polémica en cuestión, y fuera de su discurso, el consejero Ballesta aseguró que la aprobación de Medicina es un asunto que se encuentra en un ámbito «estrictamente académico y parece inadecuado, y además inútil, inmiscuirnos desde el ámbito político».
Por otro lado, y a pesar de las informaciones recientementes publicadas en 'La Verdad' en las que la Aneca aseguraba que empezar las clases de Medicina en la segunda quincena de noviembre era «un dislate», Mendoza aseguró ayer que «a nosotros no nos han dicho que sea precipitado. No nos han dicho nada y han estado aquí el viernes».
Además, el presidente de la UCAM negó que la Aneca vaya a revisar en ese nuevo informe, además de las instalaciones, la organización de la docencia como consecuencia del retraso con el que, si finalmente se implanta Medicina este curso, comenzarán las clases en el nuevo grado de la Universidad Católica. José Luis Mendoza lo tiene claro y no se va a rendir, a pesar de las recomendaciones. «Vamos a luchar para empezar en la segunda quincena de este mes. Tenemos derecho y no nos arrugamos».

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