14 de agosto de 2011

Celia Romero, de 16 años, se hace con la Lámpara Minera


La onubense Beatriz Romero, de 15 años, se ha alzado con el premio de los cantes por Málaga, Córdoba, Granada y Huelva gracias a su interpretación de una granaína y media

EFE/ La Unión/ La Verdad

La cantaora badajocense Celia Romero, de 16 años, ha sido esta madrugada, tras un concurso que ha durado casi cuatro horas y media, la ganadora del máximo galardón de la LI edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, la Lámpara Minera, por su interpretación de mineras y tarantas.
Romero, que recibirá 15.000 euros, era directa competidora de otra de las tres menores que competían en esta edición, la granadina Ana Mochón, de 16 años, que ha obtenido el primer premio de cartageneras.
La tercera adolescente, la onubense Beatriz Romero, de 15 años, se ha alzado con el premio de los cantes por Málaga, Córdoba, Granada y Huelva gracias a su interpretación de una granaína y media.
"Cuando pasé a la semifinal no me lo podía creer así que ahora aún menos. Llevo cantando desde los 7 años y ahora quiero seguir estudiando y preparándome", ha señalado a los periodistas Romero, nacida en Herrera del Duque (Badajoz), tras recoger el premio y cantar otra minera de manera "pura y ortodoxa" de cabo a rabo, según los aficionados.
Ana Mochón, que se presentaba por segunda vez y favorita a priori del público, tuvo su prueba de fuego precisamente en la minera, en la que cometió dos errores que, con toda probabilidad, le han acabado costando la Lámpara a pesar de que Celia Romero tampoco estuvo redonda en su interpretación de ese palo.
Sin embargo, en su cante por tarantas "se vino arriba" y conquistó el favor del público que le dedicó una sonora ovación.
Beatriz Romero, que puso a los espectadores en pie con su granadina y media, aseguraba a Efe que estaba "en una nube", emocionada "a lo máximo" e incrédula de que su afición desde que tiene 6 años haya sido reconocida "así" en la catedral del cante.
El ganador del premio de guitarra, el granadino Juan Torres Fajardo, "Habichuela Nieto", se ha mostrado "muy orgulloso" por haber obtenido el galardón "la primera vez" que se presentaba y ha revelado que su abuelo, Juan Habichuela, le ha enseñado "todo" lo que sabe.
El primer premio al mejor instrumentista ha sido para el único finalista en esa categoría, el pianista de San Fernando (Cádiz) Sergio Monroy y el primer premio de baile, El Desplante, para Lucía Álvarez, "La Piñona", de Algeciras (Cádiz), también "orgullosísima" por haber conseguido un trofeo "tan importante" entre "tantos entendidos".
En la categoría de cantes bajo andaluces los premios han sido para el cordobés Antonio Flores Cortés, "Rubio de Pruna", la sevillana María Rosa Navarro "La Divi", Rafael Usero, "Rafael de Utrera", que debe su nombre a la localidad sevillana donde nació y Antonio José Nieto, de Lucena (Córdoba).
Los segundos premios en baile flamenco han sido para la californiana Laskshimi Basile, "La Chimi"; el de guitarra para Alberto López, de Baza (Granada); y el de cante por mineras para Evaristo Cuevas, de Osuna (Sevilla).
El consejero de Cultura de la comunidad murciana, Pedro Alberto Cruz, ha subrayado en el acto de entrega de galardones, tras una deliberación del jurado que se ha prolongado casi el triple de lo anunciado, un cuarto de hora, provocando con ello la ruidosa protesta del público, que esta edición del festival ha sido "una de las mejores finales de los últimos años".
El certamen, ha añadido, tiene "espíritu mágico" y "hondura" y es "una máquina de crear mitos" porque, ha argumentado, "muchos de los premiados contribuirán a acrecentar la mitología del flamenco".
El jurado, compuesto por la cantaora Encarnación Fernández, los flamencólogos Francisco Paredes, Francisco Severo y Antonio Parra y la bailaora Clotilde Corví, ha tenido que elegir esta noche, después de tres semifinales, entre los 13 artistas que pasaron de 226 candidatos, de los que 112 superaron el primer corte y sólo 24 el segundo.
El festival ha tenido este año 620.000 euros de presupuesto, un 15% menos que el año anterior, según datos del director del certamen y concejal de Cultura del Ayuntamiento, Julio García.
Los cantes de levante, además de la minera, son "la razón de ser" del concurso y "la ley básica" que debe cumplir quien quiera alzarse con la Lámpara Minera, un trofeo que tienen, entre otros, Miguel Poveda, Mayte Martín o José Mercé y por el que concursó, aunque no pudo ser, "y con razón", como él mismo bromeaba, Enrique Morente, al que este año han dedicado un sentido homenaje.

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