ALCALDES DEL VALLE DE RICOTE Y CEUTÍ DEJAN PERDER LOS DERECHOS HISTÓRICOS SOBRE EL AGUA DEL TAIBILLA

Ahora toca beber agua con mal sabor, mal aspecto, mal olor y más cara
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¿Qué talla política tienen nuestros alcaldes? ¿Priman más sus intereses personales sobre los de la ciudadanía?. Parece que talla media baja, y poco interesados por la población. Si no, no se entiende como han dejado perder los derechos históricos adquiridos sobre el agua del Taibilla, que los vecinos venían disfrutando desde el año 1952. Y lo han hecho con nocturnidad y alevosía, sin informar. Muchos vecinos se quejaban en las últimas semanas del mar sabor del agua para consumo, e incluso de su aspecto. Ahora hemos conocido que en una reunión con altas instancias de la administración, se les propuso a los alcaldes el cambio del suministro y todos los ediles lo aceptaron, sin defender ninguno los intereses y derechos históricos de esta tierra sobre el agua. De esta forma, los pueblos han sido desconectados del agua del Taibilla, de forma irreversible, y ahora se abastecen de otra agua que no se puede beber, ni utilizar para comidas, y a veces ni siquiera para el baño. En Archena han denunciado en varias ocasiones incluso malos olores.
Los regidores municipales del Valle de Ricote y de Ceutí y Lorquí han aceptado este cambio que beneficia a algunas urbanizaciónes ubicadas fuera de la comarca y otros intereses inconfesables, de momento. La incompetencia de nuestros políticos ha sido tal, que ahora esta situación no tiene marcha atrás. A pesar de la realidad, en algunos ayuntamientos, a preguntas de ciudadanos, les han hecho observar que se trataba de una medida provisional, una afirmación falsa, según la documentación que tiene esta redacción.

Está claro que los alcaldes, con sus desproporcionados sueldos, si pueden permitirse comprar agua embotellada, pero para muchísimas familias humildes, ahora en plena crisis, se suma otro gasto más. Por si fuera poco, también han decidido subir la tasa de abastecimiento de agua potable.

Por desgracia, esta comarca debe ser la tonta del bote de la Región. Cuando nadie quería la línea de 400.000 voltios, finalmente se quedó en el Valle de Ricote y la Vega Media. Lo mismo ocurrió con la macroplanta de basuras, que después de estar meses dando vueltas por distintos municipios de la Comunidad Autónoma, terminó ubicándose en Ulea, en pleno Valle de Ricote, con los resultados conocidos por todos.

Tenemos que pensar que estos políticos de regional, obsesionados con el ladrillo y los convenios urbanísticos, están más preocupados por sus intereses personales y por llenar su bolsillo, que por la calidad de vida de la sociedad. Ante la ineficacia, dejadez y estupidez supina de estos alcaldes, es necesario un movimiento ciudadano que representa a la ciudadanía para reclamar los derechos sobre el agua del Taibilla.

Mientras, toca beber agua procedente de la sierra de la Espada, mezclada con otros turbios líquidos, de mal sabor, mal aspecto, mal olor y más cara. Todo un éxito.