Pachi Amorós es Archivera del Ayuntamiento de Archena y por tanto gran conocedora de la historia de esta localidad. Desde hace unas fechas es colaboradora en El Alboroque Digital con artículos siempre relacionados con la historia de Archena.
Hoy nos ofrece la segunda parte de un articulo que trata sobre la población de Archena a lo largo de la historia, continuación del que publicase también en el Alboroque Digital el pasado 18 de julio, por si necesita consultarlo. Si desea leer cualquier articulo anterior del Rincón de Pachi sin perderse, puede simplemente buscarlo en el índice por temas que aparece en la relación de noticias publicadas en la zona derecha de este Blog.
POBLACION DE ARCHENA (2ª PARTE)
Las crisis de subsistencias del XIX español han sido estudiadas y nos son bien conocidas, especialmente las de 1847, 1857 y 1867-68. 1879, 1882, 1887 y 1898. en total hubieron doce grandes crisis de subsistencias en el siglo. En todos los casos se dio una correspondencia entre escasez y alta mortalidad, tanto cronológica como geográficamente. En 1856-7 y 1867-8 las provincias que sufrieron las mayores alzas de precios fueron aquéllas donde menos creció la población.La causa fundamental de las escaseces la constituían las fluctuaciones climáticas: una año de lluvias excesivas, o de heladas tardías, o más frecuentemente, de sequía, acostumbraba a traer consigo una mala cosecha cuyas consecuencias eran el hambre y la muerte. Pero las causas profundas estaban relacionadas con la organización social y el desarrollo económico: si el tamaño de la cosecha dependía tanto del tiempo era porque la agricultura estaba técnicamente atrasada y sus rendimientos eran muy bajos, porque el transporte era lento y primitivo y fallaba en su papel de redistribuidor entre regiones excedentarias o puertos de entrada, y regiones deficitarias. Todo ello hacía que el sector agrario fuera más vulnerable.La acción combinada de hambres, epidemias y enfermedades endémicas es el mantenimiento de una escandalosa mortalidad hasta muy avanzado el siglo XIX. Las estadísticas censales muestran que hasta pasada la última gran epidemia de cólera (1885) no comienza un descenso claro y sostenido de la tasa de mortalidad. En 1900 la tasa de mortalidad era de un 29 por 1000, (la esperanza de vida era de 14,8 años) solo superada en toda Europa por Rusia. Hasta que no queda por debajo del 10 por 1000 no se habla de tasas de mortalidad moderna.Pese a los problemas sanitarios y alimentarios mencionados más arriba y a la sangría constante que han supuesto las emigraciones desde los años sesenta del siglo XIX hasta los setenta del XX, la población de Archena no ha dejado de crecer (con una pequeña caída entre 1950 y 1960) hasta los casi 17.500 habitantes de nuestros días. Hay un dato fundamental que los antiguos padrones no reflejan: el de la esperanza de vida, del que se pueden dar apenas dos pinceladas para el conjunto de España: estaba por debajo de los treinta años a mediados de siglo XIX, y apenas alcanzaba los treinta y cinco años en 1900. Lo normal es que en Archena, con buena parte de sus tierras de regadío la esperanza de vida fuera algo mas alta que en el secano. Esa mejor alimentación de los regadíos se constataba en la menor altura de los quintos que vivían en las zonas de secano. En cualquier caso, los índices de mortalidad eran de escándalo, especialmente si se la compara con los datos actuales.Pachi Amorós (Archivera del Ayuntamiento de Archena)
Hoy nos ofrece la segunda parte de un articulo que trata sobre la población de Archena a lo largo de la historia, continuación del que publicase también en el Alboroque Digital el pasado 18 de julio, por si necesita consultarlo. Si desea leer cualquier articulo anterior del Rincón de Pachi sin perderse, puede simplemente buscarlo en el índice por temas que aparece en la relación de noticias publicadas en la zona derecha de este Blog.
POBLACION DE ARCHENA (2ª PARTE)
Las crisis de subsistencias del XIX español han sido estudiadas y nos son bien conocidas, especialmente las de 1847, 1857 y 1867-68. 1879, 1882, 1887 y 1898. en total hubieron doce grandes crisis de subsistencias en el siglo. En todos los casos se dio una correspondencia entre escasez y alta mortalidad, tanto cronológica como geográficamente. En 1856-7 y 1867-8 las provincias que sufrieron las mayores alzas de precios fueron aquéllas donde menos creció la población.La causa fundamental de las escaseces la constituían las fluctuaciones climáticas: una año de lluvias excesivas, o de heladas tardías, o más frecuentemente, de sequía, acostumbraba a traer consigo una mala cosecha cuyas consecuencias eran el hambre y la muerte. Pero las causas profundas estaban relacionadas con la organización social y el desarrollo económico: si el tamaño de la cosecha dependía tanto del tiempo era porque la agricultura estaba técnicamente atrasada y sus rendimientos eran muy bajos, porque el transporte era lento y primitivo y fallaba en su papel de redistribuidor entre regiones excedentarias o puertos de entrada, y regiones deficitarias. Todo ello hacía que el sector agrario fuera más vulnerable.La acción combinada de hambres, epidemias y enfermedades endémicas es el mantenimiento de una escandalosa mortalidad hasta muy avanzado el siglo XIX. Las estadísticas censales muestran que hasta pasada la última gran epidemia de cólera (1885) no comienza un descenso claro y sostenido de la tasa de mortalidad. En 1900 la tasa de mortalidad era de un 29 por 1000, (la esperanza de vida era de 14,8 años) solo superada en toda Europa por Rusia. Hasta que no queda por debajo del 10 por 1000 no se habla de tasas de mortalidad moderna.Pese a los problemas sanitarios y alimentarios mencionados más arriba y a la sangría constante que han supuesto las emigraciones desde los años sesenta del siglo XIX hasta los setenta del XX, la población de Archena no ha dejado de crecer (con una pequeña caída entre 1950 y 1960) hasta los casi 17.500 habitantes de nuestros días. Hay un dato fundamental que los antiguos padrones no reflejan: el de la esperanza de vida, del que se pueden dar apenas dos pinceladas para el conjunto de España: estaba por debajo de los treinta años a mediados de siglo XIX, y apenas alcanzaba los treinta y cinco años en 1900. Lo normal es que en Archena, con buena parte de sus tierras de regadío la esperanza de vida fuera algo mas alta que en el secano. Esa mejor alimentación de los regadíos se constataba en la menor altura de los quintos que vivían en las zonas de secano. En cualquier caso, los índices de mortalidad eran de escándalo, especialmente si se la compara con los datos actuales.Pachi Amorós (Archivera del Ayuntamiento de Archena)
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